manuel j. tello
Domingo, 1 de marzo 2020, 00:35
La UE produce unos 7,3 millones de toneladas de huevos al año. España es el cuarto productor pero el máximo consumidor. Los españoles, de media, tomamos unos 168 huevos al año. Las líneas que siguen muestran algunas curiosidades sobre este producto alimenticio e intentan ... racionalizar ciertas creencias.
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Usualmente, la cáscara de los huevos es blanca o marrón. Algo que se debe a la genética y que no influye en la yema. Si es así, ¿por qué, en general, cuesta más el marrón que el blanco? Se debe a que las gallinas marrones son un poco más grandes y sus huevos también. Actualmente, debido a que el color de la cáscara se implanta en los últimos momentos, con colorantes alimenticios se pueden obtener huevos de otro color. Además del color, hay quien mira la dureza de la cáscara. Esta es inversamente proporcional a la edad de la gallina.
También hay quien cree que las yemas de color intenso son mejores. Es algo que tampoco es cierto. La yema tiene una alta proporción de lípidos (grasas) que asimilan fácilmente los pigmentos liposolubles. Por ello la intensidad del color depende de la cantidad de pigmentos amarillos y rojos (xantofilas) que contienen los alimentos. Así, el trigo, la cebada y el maíz blanco producen yemas muy claras, el maíz normal y la alfalfa dan el color amarillo medio y si la comida tiene más xantofilas da un amarillo (naranja) intenso.
En cada país o región los granjeros ajustan las dietas de sus gallinas en función de la preferencia del consumidor por una yema de color intenso o pálido. Otras curiosidades. Al poner un huevo en un vaso de agua, si es fresco se hunde. Si no es fresco la bolsa de aire de su interior aumenta y como consecuencia el huevo flota. Mucho cuidado con los huevos que han pasado la fecha de caducidad (28 días). Por cada semana se incrementa notablemente la intoxicación por salmonella. Por eso lo mejor es tener los huevos en la nevera.
En algunos huevos puede aparecer en la yema una manchita roja o marrón. Era tradicional pensar que es un huevo fecundado. Algo muy difícil, pues en las granjas no hay gallos. Son células epiteliales sin importancia. Cada vez se ven menos huevos con dos yemas. Se debe a que pasan por el ovoscopio y los de dos yemas se retiran.
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Hay una falsa creencia de que los huevos incrementan el colesterol, engordan o se digieren mal. Este producto tiene una proporción moderada de colesterol y las mismas calorías que un yogur o una loncha de queso. Además, el huevo ocupa el puesto número uno de los alimentos con proteínas. Le siguen la carne de vaca, la de pollo y el pescado. Respecto a la digestibilidad, el huevo cocido es el peor. Aunque respecto a las grasas, y pese a que su capacidad para absorber aceite sea limitada, el peor es el frito. Por último, no olviden que la mejor hora para tomar huevos es el desayuno.
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