¿Eres capaz de adivinar de un vistazo si estas series son americanas, británicas o nórdicas?

Hace 80 años, el espectro protagonista de 'The Television Ghost', considerada la primera serie televisiva, aterrorizaba a los escasos neoyorquinos que podían ver sus episodios. La televisión era todavía un invento que acababa de despegar (a España llegó en 1956). Hoy hay series de miedo como aquella... Y de policías, de abogados, de extraterrestres, de zombis... Cada año, se estrenan cerca de 5.000 ficciones. Así que, casi sin quererlo, hemos moldeado nuestra cultura visual contemplando estas historias de humor, acción y misterio.

Estados Unidos ha sido en esto de la ficción potencia pionera y hegemónica. Más tarde, Gran Bretaña se unió a esa fábrica de historias y hoy las producciones audiovisuales televisivas no tienen fronteras. Series italianas, francesas, alemanas... Los últimos en sumarse en masa al mercado de las series en Europa han sido los escandinavos, que se han hecho con una porción creciente del negocio gracias al auge experimentado por el 'nordic noir', su subgénero policíaco.

Bastan unos minutos de cualquier episodio para darse cuenta de que la serie es nórdica. La estética, la 'oscuridad'... Tienen un halo que las distingue. Igual que a las americanas (más color), a las británicas... (¡ay la campiña!). Solo que a esas estamos más acostumbrados.

Javier Holgado, guionista de 'Presunto culpable' y 'Los misterios de Laura', entre otras series; Claudio Sanchez de la Nieta, crítico de cine y redactor jefe de 'Fila Siete'; Nacho Rubio, actor, presentador y escritor de la colección de cuentos 'Tato y Miranda'; e Itziar Miranda, actriz de 'Amar es para siempre' y autora de la colección de cuentos 'Miranda' hacen un divertido repaso por las diferencias y similitudes entre las series según su origen.

Holgado: «Conocemos el skyline neoyorquino y los páramos recorridos por la ruta 66 como si fuera nuestro escenario cotidiano. Sus series son muy localistas y han convertido el entorno en un protagonista más. En 'Mare of Easttown», la serie de moda, la vida transcurre en un pueblo cerrado y muestran cómo afecta a la historia principal. Algo similar ocurría en Twin Peaks».

Rubio: «Ellas han asumido roles protagónicos en los últimos proyectos, aunque sea para hablar de su carácter secundario en la sociedad. También resulta curiosa la aparición de arquetipos muy negativos, como en 'El cuento de la criada', para reforzar los valores feministas».

Sánchez de la Nieta. «El presupuesto marca la diferencia. Hay una exquisita planificación en el uso del color y varía mucho en función de la historia. Ahora bien, se aprecian diferencias según las plataformas. Así, La utilización en HBO es más compleja, acorde con producciones que abordan sin rubor y con originalidad el sexo y la violencia física y verbal, mientras que en Netflix predomina la diversidad y el formato muy cuidado.

Sánchez de la Nieta. «La ficción y la realidad se retroalimentan. Por ejemplo, el lobby gay establece un discurso que permea la historia, pero, a su vez, los personajes establecen cierta tendencia que influye en esa comunidad. Lo mismo sucede con Lena Dunham, la actriz y guionista de 'Girls', con el feminismo».

Rubio: «La mayoría responde al canon blanco, heterosexual y progresista, aunque hay una representación creciente de otros grupos, como corresponde a la diversidad nacional. Ahora bien, las minorías étnicas cuentan con su cuenta de representación y se busca cierto equilibrio. Si hay un latino malo, habrá un policía latino bueno».

Sánchez de la Nieta. «El cine americano es sinónimo de acción. Pero ha cambiado mucho, ya no hay tantos balazos como miradas, algo inconcebible hace quince años. La actual es mínima frente a la que aparecía en 'Starsky y Hutch', pero de mayor calidad. Además, la acción está muy supeditada al guión, tal y como sucedía en 'Juego de Tronos' o 'Breaking Bad', entre otros casos».

Miranda: «Me fascinan las series inglesas como 'Downton Abbey' o 'The Crown'. Muestran la isla con sus raíces y un espíritu muy enraizado y especial, que se evidencia, sobre todo, en las countryhouses, esas residencias campestres q ue destilan exquisitez, clasismo y todo un universo social».

Holgado: «La presencia se ha acrecentado mucho, aunque también hay una tradición de protagonistas femeninas, caso de 'Arriba y Abajo', y, sobre todo, en policiales, como sucede en 'Happy Valley' o con Helen Mirren en 'Prime Suspect'. Pero el caso más paradigmático ha tenido lugar con una serie mítica como 'Doctor Who', un personaje que ha pasado de hombre a mujer».

Sánchez de la Nieta: «Predominan los colores grisáceos, metalizados y azules fríos, propios de un clima lluvioso, tan propicios para el género policíaco. Los llamativos no se destacan a no ser que sea 'Victoria' o 'The Crown' y su majestuosidad. El tono fotográfico cuando expone la vida de la clase media baja es muy cercano al documental, con poco brillo, muy influido por el cine de Ken Loach».

Sánchez de la Nieta: En 'It's a sin' se refleja fielmente a la comunidad gay en los tiempos de Thatcher, y ahora se alude al Brexit. Yo creo que las series inglesas han mostrado con claridad la lucha de clases y los privilegios de las elites. Las historias reflejan tanto cómo se vive en las barriadas obreras como en palacios. Denotan una especial sensibilidad».

Rubio: Sí, sobre todo a las comunidades india y pakistaní, de larga tradición, pero no me atrevo a juzgar que su disección sea del calado que llevan a cabo con la mayoría. En cualquier caso, siempre aparecen formando parte de los equipos de policías y médicos en los dramas contemporáneos.

Holgado: Aunque no tienen el presupuesto de las norteamericanas, cuentan con una larga tradición de acción. No es abundante dentro de la trama, pero las secuencias están muy bien resueltas, como sucede en 'El guardaespaldas'. También son especialistas en la ciencia ficción, con casos como 'Doctor Who', que comenzó a emitirse en los años 60 y que se retomó en 2005 y aún sigue. Lo viven con pasión y existe todo un 'merchandising' alrededor».

Holgado: «En algunas series, el paisaje es más importante que lo actores y la trama. En la danesa 'El caso del submarino' nos pasamos seis horas en un barco buscando una nave bajo el mar, grabando los fondos e, incluso, el asesino no sale en pantalla. Esos entornos nevados siempre influyen decisivamente».

Miranda: «Mucho más relevantes, caso de 'Borgen' o 'Rita', y con un amplio espectro de identidades, porque aparecen casadas y solteras, luchadoras, visibles y empoderadas. Hablan de su vida, pero sin la reivindicación como principio, quizás porque se hallan en otra fase de desarrollo social

Sánchez de la Nieta: «Los cielos suelen ser grises y abundan los interiores, yo diría que constituyen el 95% de las secuencias, con luces y contraluces. Los colores cálidos refuerzan la intimidad y los diálogos, que suelen tener un carácter progresivo».

Miranda: «Creo que reflejan esas sociedades, abiertas y críticas, se meten con Greta Thunberg y discuten los conflictos culturales, o exponen cuestiones como los problemas del colectivo LGTBI en el mundo rural. Aprendes y te haces una composición de lugar»

Rubio: «No se ve una gran presencia de la inmigración, mucho menos de lo que pensaba, tal vez porque la integración es más sencilla. También hay sorpresas, como las referencias a la radicalización y el yihadismo islamistas, que pensabas que era un fenómeno lejano a esa sociedad».

Sánchez de la Nieta. «Los personajes son complicados, los crímenes, también. 'Dexter' desmiembra, pero ellos también cometen crímenes en atmósferas de aislamiento donde proliferan los grupos pequeños y cerrados. Su extrañeza siempre nos sorprende. Hay una especie de exotismo nórdico y la verdad es que lo elaboran muy bien».