J. Sanz
Miércoles, 13 de marzo 2019
Nada menos que tres años han pasado desde que los troncos comenzaran a acumularse en los pilares del más que catalogado Puente Mayor hasta formar pequeñas islas de toneladas de madera que prácticamente ciegan algunos de sus ojos. Y han tenido que ser los ... voluntarios de Los Amigos del Pisuerga, ante la inacción de las administraciones, los que decidieran tomar cartas en el asunto e iniciar las labores de retirada de los troncos aprovechando que el caudal del río se mantiene estable desde hace meses (por la ausencia de lluvias este invierno). Los trabajos comenzaron hace dos semanas y sus protagonistas estiman que tardarán, al menos, dos meses en despejar los ojos de un puente construido entre los siglos XIy XV que lleva sus tres últimos años de vida soportando los envites de las últimas crecidas del Pisuerga y el peso de decenas de troncos que fueron arrastrados por la corriente, sobre todo, durante las puntas del río alcanzadas a mediados de los meses de abril de 2016 y 2018.
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Los voluntarios han troceado ya algunos troncos, «los más pequeños», en dos jornadas de trabajo en las mañanas de los primeros sábados de marzo y tienen previsto continuar cada fin de semana con la labor de retirada de los troncos. El problema es que, por ahora, lo están haciendo solos y literalmente a mano. «No podíamos dejar que el puente siguiera así y por eso nos decidimos a solicitar el permiso oportuno a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para retirar los troncos», explica el presidente de la asociación, Luis Ángel Largo, quien estima que el peso de la madera acumulada contra los pilares del puente puede superar las cincuenta toneladas.
La sequía que está marcando el presente invierno, con menos de la mitad de la lluvia habitual recogida entre diciembre y febrero (47,4 litros por metro cuadrado), continuará siendo la protagonista en marzo, un mes en el que tan solo se han recogido 12 litros en la capital (lo normal para todo el mes son 22) y en el que no se atisban precipitaciones significativas a medio plazo, según vaticina la Agencia Estatal de Meteorología. Más llamativos, sin duda, resultan los vaivenes de las temperaturas de los últimos días después de un febrero que estableció el récord absoluto de las máximas con una media de 14,8 grados. Ni eso se alcanzó ayer en la ciudad, con un pico de solo 12,5 grados, frente a los 20,1 del lunes. El mercurio comenzará a ascender hoy con la previsión de que el sábado ronde el máximo histórico de 25,9 grados para un mes de marzo (en 2017). Después volverá a caer más de diez grados. Y sin lluvias.
Los voluntarios han solicitado la colaboración del Ayuntamiento para agilizar los trabajos y, sobre todo, poder retirar «los troncos más grandes, ya que algunos pueden superar las cinco toneladas y desde nuestra barca es imposible moverlos», añade Luis Ángel Largo, quien considera que «sería bueno que nos dejarán un tractor que tienen en el vivero y personal para poder sacar del cauce tanto estos troncos grandes que se apilan en el puente como los enormes tocones varados en la pesquera».
Ellos, hasta entonces, continuarán acudiendo cada sábado por la mañana con sus embarcaciones para despejar el camino de las aguas del Pisuerga hacia la playa de Las Moreras.
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