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Gobiernos de todo el mundo ponen cada vez más énfasis en el cambio de hábitos que ayuden a combatir los estragos del cambio climático. Las legislaciones, a través de subvenciones y reducción de impuestos, tratan de fomentar el ahorro de energía y que los propietarios ... de viviendas realicen obras y mejoras en pos de la eficiencia energética. En España, desde junio de 2013, es obligatoria la obtención del Certificado de Eficiencia Energética para poder alquilar o vender un inmueble o local. Dicho certificado tiene una validez de 10 años e indica las calificaciones de emisiones y de consumo que ha obtenido el inmueble. La escala de la certificación son 7 letras (A, B, C, D, E, F y G). Según la información obtenida del portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León (a fecha 5 de diciembre de 2022), de los 31.010 edificios registrados en Valladolid capital, tan sólo 241 (el 0,7%) consiguen la letra A, la máxima calificación. En el otro lado de la balanza hay 24.941 viviendas, es decir, el 80,4%, que suspenden en eficiencia energética (letras E, F y G).
La letra A se asigna a aquellas viviendas más eficientes: las que menos energía necesitan y menos contaminan. Por contra, la calificación G, la más baja, la obtienen 3.253 (10,49%) viviendas certificadas en Valladolid. Son casas que consumen diez veces más que las que disponen de letra A.
Cabe destacar que los edificios son el mayor consumidor de energía de Europa, ya que utilizan el 40% de la energía y generan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe a que la mayoría de las construcciones de la UE no son energéticamente eficientes y todavía funcionan, en su mayoría, con combustibles fósiles. La Comisión Europea se ha propuesto que todos los nuevos edificios sean de emisión cero a partir de 2030. «Hace 9 años que es obligatorio disponer del certificado de eficiencia energética para vender o alquilar una vivienda. Se trataba de un requisito burocrático más. Es ahora cuando está empezando a ser un factor cada vez más decisivo a la hora de comprar o alquilar un inmueble. En otros países quizás haya más conciencia en este sentido, ya que, a lo largo de los años, hemos visto que aquellos inquilinos o futuros propietarios extranjeros se interesan mucho por este tema», explica Queti de Fuentes, responsable de la inmobiliaria Finvall, con varias décadas de experiencia en el sector. «Firmamos muchísimas ventas y alquileres, todas con certificado, y puedo asegurar que en Valladolid es realmente difícil encontrar viviendas en el mercado inmobiliario de tipo A o B. Las más habituales son las de tipo D, E y F», prosigue esta experta.
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En cuanto a la tipología de las construcciones, en Valladolid capital, los bloques de viviendas individuales son los que suman más certificados de eficiencia energética (24.975), lo que supone un 80,5% sobre el total de los expedidos. Le siguen de lejos los locales (7,5%) y las viviendas unifamiliares adosadas (4,5%). De las 24.975 viviendas de edificios en bloque certificadas en la capital castellana, sólo 47 -apenas 2 de cada 1.000- disponen de la máxima calificación energética. Por su parte, el 86,3% se quedan en las letras E, F o G.
El número de viviendas en bloque con letra A se incrementará próximamente a más del doble, con la construcción del edificio Las Terrazas de El Peral, en régimen de cooperativa de propietarios. Sus 69 viviendas contarán con la máxima calificación, tanto en el certificado de emisiones de CO2, como en la limitación de consumo y demanda energética. Éste será el primer edificio plurifamiliar que se construye en Valladolid bajo el estándar alemán Passivhaus. «Estas viviendas gastarán de media 50 euros al mes en calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, tomando como referencia los precios actuales de la electricidad, ya de por sí elevados (0,32 euros el KW/h). En un momento de preocupación por la subida de precios tanto de la energía como de las hipotecas, los propietarios de las viviendas de Las Terrazas de El Peral podrán despreocuparse de la hipoteca energética, es decir, del sobrecoste económico que supone el consumo de energía de una vivienda a lo largo de su vida útil. Unos gastos adicionales mayores cuanto menos eficiente es la vivienda, que lastran la economía familiar en estos tiempos», señalan desde el estudio López Merino Arquitectos, autores de este proyecto pionero en Valladolid y quienes ven en la arquitectura Passivhaus la respuesta a la crisis energética y los precios históricos.
El Peral, ejemplo de eficiencia energética
En la urbanización El Peral, en la zona sur de la ciudad se concentra el conjunto de viviendas más eficientes de Valladolid. El estudio López Merino Arquitectos, con décadas de trayectoria, se ha encargado en los últimos años del diseño y ejecución de obra de más de 100 casas pasivas y de otras tantas, que en la actualidad están en fase de proyecto o en ejecución, como un conjunto de 39 viviendas que se está levantando a buen ritmo. En el año 2024, este barrio contará con 215 casas certificadas Passivhaus, situando a esta zona de Valladolid en una referencia a escala regional e incluso nacional en edificación energéticamente eficiente y confortable.
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«Todas estas viviendas tienen paneles solares y funcionan con aerotermia, lo que hace que toda la factura sea eléctrica. El ahorro es importantísimo y tal y como están el precio del kilowatio en la actualidad, cada vez será un ahorro mayor. Por otro lado, lo que más valoran los propietarios de estas viviendas es el confort acústico y térmico. En estas casas se garantiza la estanqueidad que impide las filtraciones de aire y agua desde el exterior. Esto hace que la temperatura sea estable en todos los puntos de la casa, tampoco hay ruidos y, además, el aire es mucho más limpio porque se renueva de continuo», explica el arquitecto Alberto López Merino, quien es socio de la Plataforma Española Passive House.
Passivhaus es el estándar más exigente de eficiencia energética en el mundo. Está enfocado en reducir al máximo el consumo de energía de las edificaciones manteniendo altos niveles de confort en su interior. Formulado en 1988 en Alemania, el Passivhaus requiere un diseño bioclimático y obliga a dotar al edificio de un gran nivel de aislamiento, a eliminar los puentes térmicos, alcanzar unos excelentes valores de hermeticidad en la envolvente, instalar un sistema de ventilación permanente con recuperación de calor, o utilizar ventanas de altas prestaciones térmicas.
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Actualmente existen unos 40.000 edificios certificados bajo este exigente estándar en todo el mundo. El PassivHaus Institut de Darmstad (Alemania) es el encargado de evaluar los proyectos y su proceso constructivo, e incluso algunos de los edificios son monitorizados después para comprobar los resultados.
Un geoportal para conocer los certificados energéticos de los inmuebles
Recientemente, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) lanzó el Geoportal Edificios Eficientes, con información sobre los certificados energéticos de los edificios e inmuebles, tanto residenciales como del sector terciario. Esta herramienta, cuya versión piloto únicamente está disponible para Castilla y León, con los datos abiertos de la Junta, busca promover actuaciones en eficiencia energética, como rehabilitaciones, y que resulta útil para los negocios inmobiliarios, como compraventas o alquileres, y para otras actividades propias de empresas constructoras, instaladoras, de servicios de mantenimiento, de servicios financieros o estudios de arquitectura, entre otros. El geoportal permite acceder al mapa de cada localidad y conocer gráficamente, siguiendo el código oficial de colores y letras del etiquetado energético de los edificios, el certificado que corresponda a los inmuebles. Si disponen de certificado se indica si está caducado; si no lo tienen aún, se facilita una estimación del que puedan tener.
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