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Es para cientos de universitarios una asignatura más en su calendario académico, la de encontrar alojamiento en la ciudad elegida para cursar sus estudios. No todas las ofertas que se publicitan en portales de Internet, redes sociales o en los escaparates de las inmobiliarias están ... destinadas a estudiantes y eso complica aún más el proceso de búsqueda en la capital, donde de por sí las opciones de alquiler no son numerosas. Es importante que los alumnos que inician un nuevo curso se anticipen y no dejen para el último día el tedioso proceso que puede suponer encontrar un piso compartido, confortable y actual, en una buena zona, y dentro de un precio asumible.
Según el último informe presentado por el portal inmobiliario Pisos.com, este tipo de arrendamientos contaban el pasado mes de junio en Castilla y León con un precio medio de 4,82 euros por metro cuadrado, un repunte semestral del 2,34% en comparación con el inicio de 2023. «En Valladolid, respecto al año anterior los precios del alquiler en términos generales, no solo en cuanto a pisos destinados a estudiantes, han aumentado entre un 12 y un 15% y la oferta existente en toda la ciudad sigue siendo escasa para la demanda que hay«, explica Gonzalo Jolín de la Agencia Inmobiliaria Engel & Völkers.
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La nueva ley de vivienda va dirigida especialmente a contratos de vivienda habitual, destinados por lo general a las familias o inquilinos con vistas a alquilar por uno o más años y no afecta entonces a los contratos entre propietarios y estudiantes y sucede lo mismo con los alquileres de apartamentos turísticos, se trata de un tipo de alquiler especial inferior a once meses de duración.
Por lo general la búsqueda comienza en el mes de junio y no se hace de forma aislada. «Lo normal es que se junten dos o tres jóvenes que se conocen previamente de la misma ciudad o se han puesto en contacto antes y que coinciden en estudiar aquí en Valladolid y se hacen cargo del alquiler de la vivienda, en la que queda disponible una habitación más», indica María Jesús Álvarez, de Zona Inmobiliaria, con más de 25 años de experiencia. Añade además que «es muy común que en estos casos los inquilinos lleguen a un acuerdo con el propietario y sean ellos los que alquilan la habitación a otro estudiante, eso sí, siempre se crea un fondo común para el resto de gastos, facturas y demás».
«Los precios no han aumentado en exceso como en otras ciudades con demanda de este tipo de pisos como son Salamanca o Madrid y eso que en Valladolid también hay mucha presencia de estudiantes pero de momento no hay una escasez tan notable con en otras ciudades de este tipo de viviendas porque los propietarios saben que este tipo de alquiler sale muy rentable y pueden obtener unos beneficios añadidos de entre 150 y 200 euros mensuales y muchas veces son los dueños los que contactan con las inmobiliarias con la preferencia de que las viviendas sean alquiladas a estudiantes porque saben que les compensa», puntualizan desde Zona Inmobiliaria. De hecho, los precios medios de estos pisos oscilan entre los 650 y los 750 euros.
De más o menos habitaciones, con más zonas comunes, recién reformados o estilo 'más vintage', lo cierto es que un patrón común que siguen este tipo de viviendas son las de amplios inmuebles que disponen por lo general de tres o cuatro dormitorios y que, obviamente se encuentran en zonas cercanas al lugar donde se cursan los estudios. «Calles como Amor de Dios, Madre de Dios, Peña de Francia o Portillo del Prado son un ejemplo de demanda porque están cerca de la universidad y cuentan con buenas conexiones con el centro de Valladolid». Además de La Rondilla, la zona de Batallas, Vadillos o el Paseo del Cauce son las favoritas por los estudiantes por la cercanía a los centros académicos.
Algo que no ha variado con el paso del tiempo es quién responde de los gastos del alquiler, «son los padres los que tienen que responder económicamente porque para los estudiantes el pagar uno o dos meses de fianzas y mensualmente las cantidades que se piden es inviable», señala. Asimismo, el tipo de contrato es diferente al resto de casos de arrendamiento, ya que se trata de un contrato temporal de septiembre a junio y no de todo el año. «Normalmente lo que hacen tanto inquilinos como propietarios si deciden continuar con el piso es asumir los dos meses de diferencia, julio y agosto, a partes iguales para asegurarse continuar en la vivienda», especifica.
Castilla y León se encuentra en la segunda posición dentro de la ránking nacional con mayor porcentaje de estudiantes que llegan de otras comunidades o del extranjero (34,8% del alumnado), seguida de Navarra (39,7%), La Rioja (32,5%) y Madrid (31%), según un estudio elaborado por la agencia inmobiliaria Engel & Völkers.
La región está además en tercer lugar a nivel nacional, en cuanto a número de residencias disponibles, 179, aunque ofrecen solo 12.000 camas, ya que son pequeñas y cuentan con una media de 67 habitaciones. «Valladolid cuenta con una oferta de camas muy insuficiente repartidas en sus ocho residencias universitarias y seis colegios mayores. De hecho, es la única ciudad de España que cuenta con un gran volumen de estudiantes y que a la vez carece de residencias de nuevo concepto, mixtas, adaptadas, actuales, que ofrecen todo tipo de servicios, con mayor presencia de zonas comunes, una menor restricción en los horarios y que proporcionan una mayor independencia, a la vez que promueven la autonomía de los residentes», destaca el presidente de la empresa, Gonzalo Jolín.
Varios inversores extranjeros se han interesado por Valladolid como ciudad en la que crear este tipo de instalaciones que acogerían de media unas 300 plazas y que irían destinadas a descongestionar la demanda en parcelas ubicadas a apenas 10 minutos andando de las principales facultades. Estas residencias llegarían a Valladolid en un momento de muy alta demanda por parte de los estudiantes y para cubrir una necesidad real que se está experimentando el mercado del alquiler. «Hace décadas los inversores miraban a las principales ciudades como pueden ser Madrid, Barcelona o Málaga pero la falta de suelo disponible para edificar o iniciar cualquier proyecto de estas características han propiciado que los inversores miren ahora a ciudades secundarias como puede ser Valladolid, que es un auténtico oasis para este tipo de proyectos con precios de media entre 200 y 300 euros por metro cuadrado en comparación con los más de 1.000 de otras ciudades», señalan.
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