Consulta la portada del periódico en papel
Miguel Redondo, repartidor de Seur chequeando una entrega en la aplicación Rodrigo Jiménez

Valladolid

Así vive la víspera de Reyes un repartidor: «Me siento como si fuera un paje»

Miguel Redondo, trabajador de Seur, vive la jornada más complicada del año en este 5 de enero

Laura Negro

Valladolid

Viernes, 5 de enero 2024, 19:00

A Miguel Redondo se le podría considerar un paje de los Reyes Magos. Él lleva la alegría de puerta en puerta. Trabaja como repartidor de Seur desde hace 32 años y hemos querido acompañarle en la víspera de Reyes, en una maratoniana jornada, para ... ver los entresijos de su trabajo. Él es uno de los muchos de repartidores de Valladolid que han hecho posible que los regalos hayan llegado a su destino en estas fechas tan señaladas.

Publicidad

El día comienza temprano para este vallisoletano. El sol apenas asoma en el horizonte, cuando arranca su furgoneta de reparto para poner rumbo a las instalaciones logísticas que esta gran compañía tiene en la calle Níquel de Valladolid. Aunque en aquella nave la actividad es frenética, todo funciona como un engranaje perfecto.

La coordinación es la clave. Son las 6:45 de la mañana y en los 6 muelles de descarga se concentran paquetes llegados desde diferentes partes del mundo. Están bien organizados en una cinta transportadora y de clasificación, con capacidad para gestionar 2.750 bultos a la hora. La cinta tiene 18 salidas de clasificación que abastecen a otras tantas furgonetas que deben estar listas para comenzar a primera hora con el reparto. Una de estas furgonetas es la de Miguel. En esta campaña, la mayoría de las expediciones que se gestionan provienen del sector textil y de marketplaces. También se mueven muchos productos por el servicio de frío. Desde Valladolid, los envíos que se realizan tienen un destino nacional o internacional y, fundamentalmente provienen del sector agroalimentario, en su mayoría vino y lácteos, que también requieren frío. También hay una parte importante de envíos del sector industrial.

«Tardo unas dos horas en cargarlo todo y organizar la ruta, dando prioridad a aquellos servicios que sean preferentes. Siempre cargo primero lo último que voy a entregar, y así los paquetes no me molestan. Sobre las 09:00 de la mañana ya empiezo a repartir. La ruta suele ser parecida todos los días y por eso intento ir a cada destino a la misma hora, para que los destinatarios sepan cuando van a recibir los envíos», indica.

Publicidad

A Miguel no le hace falta el GPS, conoce bien la ruta de reparto, que abarca varias manzanas del Paseo de Zorrilla. Pone en marcha su vehículo recién cargado y nos unimos a su jornada. La primera parada es el muelle de carga de El Corte Inglés, donde deja la mayor parte de la mercancía, la más voluminosa. «Un día como hoy, reparto entre 80 y 90 expediciones», informa este profesional, que es muy consciente de que detrás de cada uno de los paquetes que transporta, hay una historia y una ilusión para los destinatarios y también para los emisores.

«Hoy es un día especial. No cabe duda de que la responsabilidad es aún mayor que de costumbre. Tenemos que llegar a tiempo sí o sí. Me siento como si fuera un paje de los Reyes Magos. Hacemos todo lo posible para entregarlo todo y que todo el mundo pueda disfrutar de sus regalos«, dice. Él está realmente comprometido con hacer posible la magia de esta Navidad. «Siempre hacemos varios intentos de entrega, en distintos horarios y eso a los clientes les da seguridad», apunta.

Publicidad

Tras repartir en la peluquería Pipol y en el taller de reparación de calzado Pedro Alonso, nos dirigimos a la tienda de bicicletas Roobike, donde Tomás le recibe con una sonrisa. «Miguel me trae paquetes 3 ó 4 días por semana. Lleva 27 años siendo mi repartidor de confianza. Siempre viene a la misma hora y ojalá viniera más por aquí, porque eso significaría que las ventas aumentan», bromea mientras firma en la aplicación.

Tomás, de la tienda Roobike confirmando la recepción de dos paquetes R. Jiménez

La rapidez es fundamental por eso, nuestro protagonista nos muestra cómo la tecnología le ayuda a optimizar la entrega, marcando cada parada en su dispositivo. «Antes teníamos que hacer los albaranes de entrega a mano y en papel y las recogidas nos las pasaban por la emisora. Ahora es todo digital y más ágil», nos dice mientras sortea el tráfico y los peatones. Cada expedición es toda una proeza, desde aparcar la furgoneta en zonas de carga y descarga, hasta abrir la puerta de los portales llevando el carrito con un montón de bultos. «Ahora vamos a una perfumería y luego haremos una recogida», anticipa. Entramos en Namen Color y tras el mostrador está Cristina Pastor con un paquete listo para ser enviado. «En Navidades casi todos los envíos que hacemos son para particulares», explica esta dependienta que nos despide deseándonos felices Reyes. Llegamos a la papelería Los Arcos, en la calle Magallanes. Miguel Ángel, su gerente, tiene un buen número de clientes haciendo las compras de última hora, pero hace un hueco para recibir la entrega de Miguel. «Todos los días nos llega algo y especialmente en esta semana. Estamos encantados con que Miguel nos atienda porque es de total confianza», alaba este comerciante.

Publicidad

Cristina Pastor, de Namen Color realizando un envío para un cliente R. Jiménez

La eficiencia es su aliada, pero también la empatía y la vocación de servicio. «Yo siento que me aprecian de verdad. Si entro en un bar, a veces me invitan a un café y todos me saludan. Son muchos años viéndonos las caras a diario. Lo mejor de mi trabajo es poder interactuar con la gente y pasar el día en la calle. Siempre hay clientes con los que tienes más relación y a veces me piden que se lo deje en un determinado sitio. Lo más duro es cuando llueve mucho o hace frío», confiesa mientras llama a uno de los portales del Paseo Zorrilla. «Seur. Traigo un paquete para Eva», dice por el telefonillo y al momento le abren la puerta. La entrega la recibe Pilar, quien conoce a Miguel desde hace décadas. «Yo antes tenía un negocio y él me dejaba todos los envíos. El que he recibido hoy es para mi hija Eva, que como no está en casa, siempre pone mi dirección. Es un regalo de Reyes que ha llegado a tiempo», señala esta vecina.

Pilar, en su domicilio, recepcionando un paquete para su hija R. Jiménez

En tantos años de oficio este profesional del sector logístico ha visto crecer de forma exponencial el número de expediciones. Sólo en Valladolid desde el inicio de la campaña de Navidad hasta la víspera de Reyes, SEUR ha gestionado cerca de 300.000 expediciones, un 32% más que la era Pre-covid. Un aumento que deriva del crecimiento del negocio ecommerce y B2C, SEUR frío e Internacional. Cerca de un 30% de las expediciones anuales se mueven en esta campaña, que comienza con el Black Friday y acaba con las rebajas. Para atender tanta demanda, la compañía ha reforzado turnos de atención al cliente y operaciones de nave y control, aumentando un 27% el personal, y un 44% la flota de reparto. Esa contratación de empleados, que empieza dos meses antes, se ha realizado a través de soluciones basadas en Inteligencia Artificial, lo que ha supuesto un ahorro del 50% en el tiempo de incorporación del personal. «Los envíos de paquetería se han incrementado muchísimo porque a todos nos gusta comprar cómodamente desde el sofá de casa. Eso es bueno para todos, para mí, para la empresa y para la gente que vende sus productos. Ésta es la época más fuerte del año, pero no acaba hoy, ya que nos esperan unos días también muy fuertes, con las devoluciones de regalos y las rebajas de enero. Encadenamos una campaña con otra», subraya Miguel, quien cada vez más, hace entregas en los puntos de recogida de la ciudad. Muchos establecimientos vallisoletanos cuentan con espacio reservado para la recepción de paquetes procedentes del comercio electrónico. Quioscos, papelerías, floristerías, estancos… La Red Pickup de SEUR, que se empezó a desplegar en el 2015, ha gestionado este 2023 una media de 14,7 expediciones por tienda y día, lo que supone un 37% más que en 2022. Actualmente la compañía tiene en la provincia 55 puntos SEUR Pickup, un 45% más que el pasado año.

Publicidad

A lo largo de la jornada de este repartidor, surgen numerosas complicaciones y desafíos logísticos, pero a pesar de los contratiempos, él no pierde la sonrisa. «En este trabajo todo está muy calculado, incluso los descansos, pero también hay que tener mucha capacidad de improvisación, porque nunca sabes lo que te vas a encontrar. Puede haber calles cortadas, manifestaciones… y mil incidentes más. Hoy, por ejemplo, van a cortar varias calles por el paso de la cabalgata. Eso hay que tenerlo en cuenta», apunta.

Miguel Redondo a entregando los últimos paquetes de la jornada R. Jiménez

Ya por la tarde, después de comer, con todas las entregas realizadas y la furgoneta vacía, Miguel regresa al centro de distribución. Ha sido un día intenso pero la gratitud y las sonrisas de los destinatarios son su mayor recompensa. «Lo único que me queda es llevar todas las recogidas que he realizado y dar salida a los paquetes para que lleguen a sus destinos. Por nuestra parte, el trabajo ha concluido a tiempo para que todos los regalos estén listos bajo el árbol en la mañana de Reyes», concluye este mago del reparto, orgulloso de llevar cada día la alegría a las puertas de muchos vallisoletanos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad