![Virgilio Zapatero, preocupado «por la izquierda que se aleja de la Constitución»](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/15/Virgilio-Zapatero-kqJB-U2101544598903x0C-1200x840@El%20Norte.jpg)
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La igualdad y el compromiso constitucional. Esas son las señas de identidad que, a juicio de Virgilio Zapatero, deben guiar al PSOE, un partido con 145 años de historia y que ha sido crucial en el devenir democrático español. Así lo expuso ayer en ... la presentación de su libro 'Aquel PSOE. Los sueños de una generación', en el Círculo de Recreo, en un ameno diálogo con el ex secretario regional y diputado socialista, Jesús Quijano, con el que también compartió sus críticas al proyecto de Ley de Amnistía que tramita el gobierno. Palentino de Cisneros, Zapatero fue ministro de relaciones con las Cortes y de la Secretaría de Gobierno en el segundo y tercer gabinete de Felipe González, entre 1986 y 1993. Su pretensión, aclaró, ha sido escribir unas memorias sin afán de comparación. «En el libro no se cita en ningún momento al actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez», señaló, aunque no ahorró críticas durante el acto de presentación.
«Ha habido muchos PSOEs a lo largo de la historia, que han tenido que adaptarse a las situaciones concretas y que han tenido concepciones diferentes en torno a aspectos como la democracia parlamentaria. No se puede comparar, por ejemplo, el PSOE de Largo Caballero, con sus querencias revolucionarias, con el de Felipe González».
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Diputado por Cuenca entre 1977 y 1994, Zapatero reconoció que aquel PSOE de la Transición tuvo que aprender a adaptarse a la democracia, «al lado de la UCD y en contra de UCD», pues aquel partido, muy plural en su composición –había desde trostkistas hasta cristianos– creía en la democracia, pero no en la democracia liberal. «No teníamos aún muy claro el sistema de contrapesos, característico de la democracia liberal. Tampoco los ciudadamos, en aquel momento, tenían muy claro lo que era la democracia».
Zapatero compartió con Quijano su análisis sobre la necesidad del diálogo político, el consenso y la transacción, y coincidió con él ex secretario regional socialista en sus críticas a la Ley de Amnistía que tramita el gobierno de Pedro Sánchez: «Creo en el valor del perdón en la política, pero tiene que ser un perdón con condiciones, no puede ser un perdón en el que los amnistiados se perdonen a sí mismos. No es oportuno, no se lo merecen mientras no acepten las reglas del juego. La Constitución debe cambiarse en algunas cosas, pero no por la parte de atrás, desnaturalizándola. Va en contra de la voluntad de los constituyentes. Los mismos que antes decían que es anticonstitucional ahora dicen que es constitucional. Esto no es serio», señaló.
Ambos, Zapatero y Quijano, recordaron el componente generacional de quienes se comprometieron en los años 70. Eran, en efecto, universitarios en muchos casos, formados a finales de la dictadura y, a menudo, en colectivos cristianos progresistas. «La media de edad del primer gobierno de González era de 40 años», recordó el ex ministro; «era fiel reflejo de la parte más combativa de aquella generación, pues vivimos el ocaso de la dictadura de Franco, por lo que compartíamos unos valores básicos: democracia, libertad y autonomía. Y más aún: teníamos claro que debíamos buscar el consenso. La pedagogía social consistía en que la gente nos viera, a los políticos de formaciones distintas, tomando un café», apostilló, para salpicar con casos particulares ejemplos históricos de transacción que permitieron, entre otras cosas, aprobar la Constitución. «Me siento incómodo cuando la izquierda no se amarra a la Constitución, pues el compromiso constitucional es la seña de identidad del PSOE».
Catedrático de Filosofía del Derecho y exrector de la Universidad de Alcalá, Zapatero calificó de «etapa de esplendor» el periodo del gobierno de Felipe González comprendido entre 1982 y 1992, seguida de cuatro últimos años muy duros para el partido, cuando empezaron a «detectarse problemas de financiación y en la lucha contra ETA», en alusión al desgaste generado por asuntos como la corrupción y los GAL.
A la presentación del libro, que Quijano calificó como «testimonio impagable de aquella época política», asistieron, entre otros, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, la magistrada del Tribunal Constitucional María Luisa Segoviano, el ex procurador socialista Zenón Jiménez Ridruejo, y militantes históricos del PSOE de Valladolid como Juan Colino y Prudencio Prieto, presidente de la Unión de Consumidores de Castilla y León.
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