Centenares de móviles asomaban por encima de las cabezas de todos aquellos que este domingo se acercaron a la orilla del Pisuerga para inmortalizar, en su día, a la Virgen del Carmen. Estiraban tanto los brazos que desde una distancia de cinco metros, en ... tierra firme, no se atisbaba a la patrona de los marineros. Había que ponerse de puntillas o hacerse hueco en las primeras filas de la orilla.
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Una margen repleta de fieles que sorteaban también los restos en forma de cristales de alguna reunión nocturna con bebidas espirituosas. Así que en escasos metros cuadrados se concentraba el botellón de la noche anterior con la devoción de esta mañana.
Y todo esto antes de que la Virgen del Carmen iniciara su recorrido por las aguas dulces del Pisuerga. Antes de eso fue una fiesta de explosiones con decenas de cohetes tirados al cielo vallisoletano, que se aderezaba con una 'playlist' de la embarcación cabecera en la que no paraba de sonar la salve marinera o el himno de España.
Tras varios 'Viva la Virgen del Carmen', la embarcación, en la que también viajaban representantes políticos, puso dirección al Puente Mayor. Al mismo tiempo, la barca que portaba los altavoces partía desde Las Moreras para dejar segundos de incertidumbre al chocar las dos lanchas. Eso sí, la Virgen ni se inmutó y siguió su procesión fluvial por el Pisuerga.
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Rodrigo Jiménez
Durante todo el trayecto, la devoción inundó a la patrona de los marineros para dejar imágenes dignas de futuros calendarios o concursos fotográficos con pétalos lanzados desde los puentes de la ciudad al paso de la embarcación principal.
Un recorrido que despertó la admiración por todo el Pisuerga y de aquellos que aprovecharon la mañana del domingo para practicar deporte. Era el caso de un grupo que se montó sobre tablas de paddle surf para surcar las aguas vallisoletanas y que sin querer fueron testigos de la procesión fluvial desde primera fila, aunque no cambiaron el rumbo de su excursión para perseguir a la virgen.
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Decenas de fieles también se subieron a 'La Leyenda del Pisuerga' para seguir a la Virgen del Carmen durante toda la procesión, en la que los cohetes, en ningún momento, dejaron de explotar hasta que tuvo lugar la ofrenda floral ante la cruz que hay junto al manantial del Río de Olmos (a los pies del puente de Arturo Eyries). Allí fue fundado en 1551 el primer convento carmelita de la ciudad.
En la organización de la jornada colaboraron, además del Ayuntamiento de Valladolid, la comunidad carmelita de San Benito, la parroquia franciscana de La Inmaculada y la de Santo Domingo de Guzmán, junto con voluntarios de la asociación de atletas populares, los clubes de piragüismo de la ciudad y el grupo de danzas Ribera del Pisuerga.
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