Valladolid
El vino también es para los jóvenes: «No hay que ser un experto para disfrutarlo»Una asociación sin ánimo de lucro impulsa una cita para dar a conocer los caldos locales y acercar su consumo «a la gente joven»
Alrededor del mundo del vino existen cientos de prejuicios, leyendas e, incluso, bulos. Algunos son fieles defensores de la idea de que el vino es ... para gente mayor, otros que solo los que entienden -enólogos, sumilleres y bodegueros- saben disfrutar de él. Los hay que consideran un sacrilegio maridar un vino tinto con pescado, que no sea trucha, la merluza o el rape -considerados semigrasos- o comer una hamburguesa con un vino blanco. Jóvenes por el Vino persigue el objetivo de romper con todo y afinar el tiro: «El vino también es para los jóvenes, se puede marinar con lo que a uno le apetezca y no hay que saber de vino o ser un experto para consumirlo, solo hace falta disfrutarlo y compartirlo».
Jóvenes por el Vino surge de la iniciativa de dos amigos para «fomentar la cultura del vino entre los más jóvenes». Manuel Cuadrado, socio de la asociación, recuerda que «nos dimos cuenta de que en Valladolid la cultura del vino es muy importante y que la gente cuando salía consumía otras bebidas». De esta manera surgió el Festival Anual del Vino, un encuentro en la Cúpula del Milenio que en esta edición reunirá a más de cincuenta bodegas, «muchas de ellas de Valladolid y otras de diferentes partes de España», el próximo 5 de abril.
«Lo que queremos conseguir con este evento, que ya se realizó en 2022 en la Cúpula del Milenio con un lleno absoluto, es una reivindicación de nuestra cultura, de nuestro vino, de nuestra zona y fomentarla desde el inicio de todo, que somos los jóvenes, para diversificar ese tipo de eventos porque no los hay y abrirlo un poco pues a todos los públicos», explican los integrantes de Jóvenes por el Vino, quienes aseguran que «quieren romper con todo». «Necesitamos que la gente se lo pase bien, no expertos en vinos, y que vincule el vino a un momento divertido, un momento en familia, un momento puntual y que no hace falta beber vino con lechazos, que el vino también marida con una pizza o con una hamburguesa, con cualquier cosa. El vino es una cosa cotidiana y diaria y que lo necesitamos en nuestras vidas, siempre desde el punto de vista del consumo responsable», apunta Manuel Cuadrado, presidente se esta agrupación
Si algo reivindica Jóvenes por el Vino, una asociación sin ánimo de lucro, es que «el entendimiento del vino viene con el consumo». La tradición de quedar a disfrutar de unas cervezas con los amigos no se comparte si hablamos de vino. «Yo creo que uno de los problemas es el tema de precio y el otro problema es que la sociedad ha querido que el vino sea una cosa de sabiondos. Tú te tomas una cerveza y nadie te pregunta, que qué tal está la cerveza. No he oído nunca ningún comentario así, pero te tomas un vino y enseguida te preguntan por él con tecnicismos que lo único que hacen es provocar rechazo. No necesito que me hagas un cuestionario para disfrutar de una copa de vino. Es simple, este vino me gusta o no me gusta. Y ya está», reivindica Cuadrado.
El encuentro del próximo 5 de abril en la Cúpula del Milenio espera contar con más de un millar de personas, medio centenar de bodegas y muchas sorpresas. «Este año hemos mejorado mucho el evento. Queremos un ambiente divertido, de música, de pasar un buen rato, de conocer varias bodegas y, sobre todo, la cantidad de bodegas que tenemos a nuestro alrededor, que necesitamos que la gente conozca», explican desde la organización. «Va a ser un homenaje al discurso que tiene una botella de vino desde la tierra hasta que llega a la copa», destaca el presidente de la asociación.
«Se trata de conocer la historia de cada vino y que luego puedas pedir el que te gusta»
Israel González, trabajador de 'marketing' y comunicación, asegura que «antes de conocer Jóvenes por el Vino no consumía vino salvo alguna ocasión especial» y recuerda que «gracias al evento empecé a disfrutar de compartir una copa con amigos». La cultura y la gastronomía, en ese caso la parte vitivinícola, se relacionan directamente y Valladolid puede presumir, y presume, de ser tierra de vino. «Es importante conocer la cultura del vino, sobre todo, en esta zona en la que estamos. No solo es venir aquí y beber, sino que es un acto cultural para conocer la historia de cada vino y que cuando vayas a un bar puedas venir el vino que te gusta», explica el joven.
«He perdido el miedo a pedir una copa de vino en un bar»
Para Marta Martínez, arquitecta, resulta sorprendente que «al pedir una cerveza en un bar te la pongan y no te pregunten más, pero que con el vino tengas miedo a que el camarero te hable de algún término que tu desconoces». La joven arquitecta es palentina y comenzó a experimentar con el vino gracias al anterior encuentro de Jóvenes por el Vino. «Yo de los que más disfruto son de los afrutados y, sin ser experta en ellos, he terminado disfrutando del probar unos u otros. Ahora no tengo problema en pedírmelo en un bar porque sé lo que me gusta gracias a probarlo», resume.
«Hay que conseguir que el vino entre los jóvenes sea cultura»
Álvaro Galicia, además de desempeñar sus funciones en una pastelería, es socio de la asociación Jóvenes por el Vino. «Cuando era pequeño mi familia tenía viñedos y ayudaba en la vendimia, ese fue mi primer contacto con el vino. No lo bebía, obviamente, pero si veía el proceso. Al empezar a hacerme mayor pues siempre lo probé, me gustó y me interesé por disfrutarlo», explica. «Los jóvenes siempre respondemos a este tipo de eventos, el problema es que salir un sábado con los amigos y pedirte un vino parece más extraño. Se trata de conseguir que haya un arraigo cultural porque a otras bebidas estamos muy acostumbrados», finaliza.
«Nadie te impide que disfrutes de una carne con un vino blanco»
«No hace falta hablar de taninos o cosas así raras, sino simplemente ir a una bodega, probar los diferentes tipos de vinos y saber si este me gusta o este no. Yo creo que tampoco hay que decir que hay vinos mejores y peores, sino si uno te gusta y otro no», confiesa Javier Cuadrado, economista en Valladolid, que defiende que «sobre el vino no hay ninguna regla irrompible». Así pues el joven detalla que «no hay que tener miedo a probar nada, nadie te impide tomarte un vino blanco con una carne. Hay que experimentar y tirarse a la piscina».
«Probar varios vinos te abre un abanico de gustos»
Las más de cincuenta bodegas que participan en Jóvenes por el Vino ofrecerán diferentes tipos de vinos, una oportunidad única para que «el paladar pruebe, experimente y decida que le gusta y que no», explica Juan Antonio Puerta, arquitecto. «Cuando descubres el que te gusta es increíble porque te abre un abanico de gustos. Si, por ejemplo, te gustan los rosados pues puedes probar rosados de diferentes bodegas», finaliza.
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