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«El problema empezó dentro entre dos grupos de chavales. Intentamos mediar entre ellos, se les dijo que salieran fuera y de repente cargaron contra los trabajadores». Así resume uno de los socios del Panda lo ocurrido sobre las 2:45 horas del domingo frente ... a las puertas del bar de copas de la Plaza de Poniente de Valladolid, cuando al menos una docena de jóvenes se enfrentaron a puñetazo limpio, patadas e incluso lanzaron vasos de cristal contra los porteros, que custodiaban el acceso para evitar que la riña se trasladara de nuevo al interior del local.
Desconocen qué es lo que ocurrió para que se desatara la disputa entre los jóvenes, qué inició la discusión, pero el socio del Panda defiende la actuación de los empleados del negocio. «En el momento en el que les sacas fuera para intentar solucionarlo se sienten los culpables del problema, y nosotros solo queremos que se desarrolle todo con normalidad», sostiene.
En el momento del incidente, al establecimiento hostelero aún le quedaban un par de horas de fiesta. Llamaron inmediatamente a la Policía, que desplegó en la zona varias patrullas tanto de la Local como de la Nacional. A su llegada, el enfrentamiento ya se había disuelto. No hubo detenciones, según confirman fuentes policiales, ni tampoco se identificó a ninguno de los presentes.
No obstante, se saldó la pelea con algún herido leve. Por lo pronto -según explica el socio del Panda-, uno de los porteros tiene «el tobillo hinchado». También tiene rozones y contusiones «por todo el cuerpo» el encargado del establecimiento. «Lanzaron vasos que hay en una mesa alta que dañan la cristalera; hay un cristal roto, dentro se tiraron vasos y rompieron algo del reservado... Hoy veremos los daños reales», afirma.
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No fue el único altercado que se registró el domingo de madrugada en Valladolid capital. Dos horas más tarde, sobre las cinco, recibieron los agentes otros dos avisos de peleas. Una en la calle Pasión, muy cerca de Cocoon, y otra en el Paseo de Zorrilla, frente a la discoteca Maraca. En ambos casos se solventó con presencia policial y no hubo heridos ni detenciones. «Estábamos dentro y no nos dimos cuenta. No era ni en nuestra fachada. Si pasó algo, fue cosa de muy poco porque estamos siempre al loro», apunta uno de los dueños de Cocoon, Charly Sotabanco. «Peleas en la noche ha habido siempre, es la vuelta a la triste normalidad», sentencian fuentes policiales.
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