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De profesión, estafador. Es a lo que se ha dedicado al menos durante los últimos cuatro años Silverio Meneses. De hecho, cuando el Tribunal Superior ... de Justicia de Castilla y León valoraba la prueba de unas de sus últimas aventuras delictivas al engañar a una mujer de 76 años por el cambio de un termo que nunca llegó a acometer, Meneses presuntamente seguía a lo suyo por el barrio de La Victoria en las últimas semanas. Tal vez sabedor de que la espada de Damocles de la prisión la tiene cada vez más cerca de su cabeza.
La historia de este fontanero de pega era la de levantarse cada mañana para enfundarse ropa de obra con el logotipo de Aguas de Valladolid. Era su 'disfraz' para poner en práctica su labia y buscar la mejor presa, principalmente personas mayores, y estafar con la premisa de hacerse pasar por fontanero. Calcula la Policía Nacional, denuncias en mano, que en los últimos cuatro años se ha apropiado de casi 200.000 euros con la excusa de llegar a una casa y decir que con la nueva normativa hay que sustituir el termo o el contador, por poner dos ejemplos.
Sus últimas artimañas, vestido de fontanero, le llevaron hasta varias viviendas para estafar. Pedía mirar el contador del agua por un supuesto funcionamiento anómalo. Insistía en que había que cambiarlo, por lo que solicitó una cuantía inicial de 50 euros. Una de las recientes víctimas llegó a abonar en dos pagos esos 50 euros y su contador de agua nunca fue sustituido. Había sido estafada.
La historia se repetía durante la primera quincena de marzo en La Victoria. Se presentaba en esta ocasión como operario de Aquavall para recalcar que tenía que cambiar el contador. El afectado caía en la trampa y abonaba 130 euros que nunca más volvía a ver. De hecho, Meneses regresó a los dos días para sustituir las piezas, con la condición de que abonaran otros 300 euros. Ya no coló.
El día 10 de marzo lo volvió a intentar en otro piso con la excusa de revisar los contadores. En esa ocasión, abandonó el domicilio con la cartera de la víctima, en la que había tarjetas bancarias y 32 euros. Fueron los últimos pasos hasta que volvió a ser identificado (que no detenido) por la Policía Nacional, que atribuye a Silverio Meneses dos delitos leves de estafa y otro de hurto entre febrero y marzo de este año. Todo esto bajo la presunción de inocencia al no estar juzgado.
Mientras este hombre se movía a sus anchas por todo Valladolid, a Silverio Meneses no parecía afectarle su reciente visita al banquillo de los acusados de la Audiencia de Valladolid por unos hechos de 2022. Fue en octubre del año pasado y sobre él pesaba una petición de pena de seis años de prisión por engañar a una anciana, con deterioro cognitivo, en la sustitución de un termo. Durante la vista alegó que «solo» fue a cambiar el contador. En varios pagos, la estafa alcanzó los 80.000 euros para dejar las cuentas bancarias con unos escasos «100 euros». «Vivo en una situación precaria desde entonces», apuntaba la afectada ante el tribunal.
Todos esos aspectos los negó Meneses durante el juicio. Aseguró que era trabajador de Aquavall y que únicamente fue a ese domicilio, en Nicolás Salmerón, para cambiar el contador del agua dentro de su rutina laboral. «Llamamos para concretar la cita previa. Es un trabajo que cubre Aguas de Valladolid, por lo que nunca recibí dinero por eso», declaró en octubre.
Porque el 'modus operandi' empleado en esta estafa siempre fue el mismo y algo diferente a los visto en las últimas semanas. El acusado llamaba a la víctima, le pedía dinero y se presentaba en las inmediaciones de su domicilio para recibir el dinero. Así fue durante el verano y otoño de 2022. «Sacaba el dinero en ventanilla o en el cajero y venía a mi casa. Era la visita del médico. Otras veces me acompañaba hasta el cajero y me esperaba en el coche», agregaba la mujer, que reconocía que vive con los justo y que dejó de hacer cosas como viajar.
De ese juicio, días después, Silverio Meneses salió con una condena de cinco años y medio de privación de libertad. Para el tribunal quedaba acreditado que el ficticio fontanero se había aprovechado de la mujer para engañarla y esquilmarla. Ratificó esa sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León esta semana para desestimar el recurso del fontanero de pega, todo ello mientras este ponía en práctica sus últimos engaños conocidos.
Porque Silverio Meneses se ha dedicado los últimos cuatro años a estafar. Siempre con chaleco y mono de trabajo. En ese 2022, mientras timaba a la anciana de Nicolás Salmerón, fue detenido por otro delito de estafa. En esa ocasión ofrecía un cambio de compañía por una promoción. Silverio solicitaba dinero para contadores, así como otros argumentos, para apropiarse de 3.200 euros tras recibir 32 pagos.
El rastro de la Policía Nacional empieza en 2021. Durante ese año, una persona le llegó a entregar casi 28.000 euros para el cambio de sus famosos contadores. Empezó con 100 euros y luego solicitaba más dinero, aunque si la víctima no pagaba, Silverio Meneses amenazaba con contarle el agua y el gas.
Durante el 2023 la vida siguió igual para este hombre, aunque a finales de ese año se le detuvo por robar contadores mientras trabajaba para una empresa de fontanería entre el 21 de junio y el 18 de septiembre de 2023. En ese tiempo sustrajo 1.313 contadores de agua valorados en 75.000 euros.
Ejemplos todos ellos de las fechorías de Silverio Meneses desde 2021. Casi 200.000 estafados, al menos dos sentencias condenatorias y a la espera, a raíz de sus últimos presuntos actos, de más juicios.
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