Tribunales en Valladolid
La víctima del intento de asesinato en Medina: «Dijo que me iba a estropear la cara»Tribunales en Valladolid
La víctima del intento de asesinato en Medina: «Dijo que me iba a estropear la cara»El joven de 27 años al que agredió presuntamente su compañero de piso en una vivienda de Medina del Campo el año pasado llevaba solo diez días compartiendo piso con su agresor, Salah Khaouti. Se habían conocido en Tenerife y mantenían una relación cordial hasta ... la tarde noche del 24 de mayo de 2023, en la que se produjo una discusión verbal por «por temas de convivencia». La víctima, Imad S., abandonó la vivienda por «miedo», ya que le había insultado. Regresó de madrugada, momento en que se produjo el ataque, según lo declarado por el afectado en el juicio, que ha tenido lugar este miércoles en la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Valladolid.
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Durante el interrogatorio de la Fiscalía, Imad S. -que ha estado asistido por un traductor-, ha incurrido en algunas contradicciones con respecto a lo recogido en el atestado de la noche de autos. En esta ocasión ha explicado que no fue amenazado de muerte durante la discusión previa ni recibió un golpe en la cabeza, pero que abandonó la vivienda por la actitud del acusado, quien le dijo que «lo iba a golpear, a agredir y a estropear la cara». Posteriormente, cuando regresó a la misma de madrugada para recoger sus pertenencias del trabajo, se encontró con que «la situación era la misma».
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El acusado, siempre según su testimonio, profirió insultos contra él de nuevo y comenzaron a forcejear, momento en el que sintió un corte en el cuello, sin que pudiera ver con qué se produjo. En ese instante salió corriendo para buscar auxilio en una comisaria de las inmediaciones, cuando Salah comenzó a perseguirle por las escaleras, si bien en la misma testifical ha expresado que «levantó la vista hacia la ventana y pudo ver al acusado asomarse» mientras él proseguía su camino. Imad también presentaba una herida en la ceja que, «por el momento de estrés», no sabe cómo se la infligió.
La defensa ha aprovechado algunas de las incongruencias de la declaración de la víctima, ya que considera que no queda probado cómo se produjo la agresión. Pone en duda que los hechos recogidos en el informe policial sean verídicos, debido a que en el momento de prestar declaración el agredido debía tener un menor dominio del idioma. Ha querido destacar que la víctima ha negado en esta ocasión que lo amenazara de muerte, a lo que este ha respondido que «no dijo de palabra que lo quisiera hacer pero que intentó atacarle». Además ha esgrimido que el ahora acusado presentaba algunas contusiones por las que también tuvo que ser atendido en el Hospital de Medina del Campo.
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I.S
Víctima de la agresión
El testimonio de los agentes de la Policía Nacional que estaban de servicio en la noche de los hechos ha ayudado a esclarecer los momentos posteriores al ataque. Han relatado que la víctima se personó en la comisaría con una mano en el cuello sobre la herida producida y que acto seguido llegó Salah: «Instantes después apareció el atacante como si fuera detrás de la víctima, que lo señaló indicando que lo había agredido con un cuchillo«, ha relatado uno de los policías. Posteriormente encontraron el arma bajo el felpudo de una vivienda en la primera planta del edificio de la calle Valladolid -donde se produjo el ataque-, siguiendo indicaciones de la víctima, que los acompañaba.
Los peritos que elaboraron el informe forense han ratificado que las lesiones del damnificado eran compatibles con un cuchillo de esas características. El abogado defensor ha tratado de establecer que el arma localizada -un cuchillo de 12 centímetros de hoja- no era necesariamente la causante de las heridas, ya que cualquier otro objeto con filo podría haber provocado las mismas y el agredido no pudo verlo durante el forcejeo.
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El acusado, en prisión preventiva, ha llegado a la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial custodiado por varios guardias civiles. Durante el interrogatorio de su abogado ha defendido que se trató de un forcejeo mutuo, que había estado bebiendo y que otras personas estaban también peleando en la vivienda. Su abogado ha alegado que presentaba algunas contusiones y que también tuvo que ser atendido en el Hospital de Medina del Campo.
El juicio ha quedado visto para sentencia. Durante la exposición de las conclusiones el Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de ocho años de cárcel para el acusado, Salah K., por homicidio en grado de tentativa, al entender que reconoce la pelea y que se cuenta con el arma con la que se perpetró el ataque. La fiscal ha esgrimido «la sangre fría que tuvo que tener» el atacante para «dirigirle el cuchillo al cuello y causarle un corte de veinte centímetros». La defensa, que considera que «los hechos no están plenamente probados», ha argumentado que existe jurisprudencia para considerar un delito menor por el que no se haya formalizado acusación y pide la plena absolución.
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