Valladolid

Un viaje a los últimos bastiones del arcade en Japón

Este vallisoletano inició su carrera en 2015 con un viaje a Japón que sería decisivo para su trayectoria. Los paisajes llenos de contrastes y la cultura urbana de aquel país lo cautivaron desde el primer momento. Desde entonces, su lente ha recorrido el mundo, capturando la vida cotidiana en las calles niponas y las ha expuesto en ciudades como Londres, Barcelona y en el mismo Tokio.

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'Los últimos Game Center' se gestó en un viaje de treinta días por Japón en abril de 2023, durante el cual, Alonso se adentró en los pocos salones recreativos que aún siguen en activo. Estos antiguos templos del entretenimiento popular, hoy son reliquias en peligro de extinción que este fotógrafo ha inmortalizado en más de 200 imágenes en las que se muestran las viejas máquinas de arcade y la atmósfera que envuelve estos lugares. «El proyecto surgió de manera improvisada. En el 2021, durante la pandemia, me compré una máquina recreativa y empecé a ver la belleza estética de estas máquinas y la nostalgia de poder jugar a estos juegos de finales de los 90. En 2023, cuando ya se pudo viajar al país nipón, quise aunar mis pasiones por la Street Photography, las culturas gamer y otaku de Japón y, por supuesto, las máquinas recreativas, concretamente las Candy Cabinets. Empecé a investigar si seguían existiendo game centers en Japón, porque no sabía cómo les había podido afectar la pandemia, las nuevas tecnologías y el relevo generacional», comenta Alonso. «Comprobé que algunos seguían en activo y viajé hasta allí para recorrerles. Investigué cuando se juntaban los jugadores Street Fighter e hice una hoja de ruta. El libro, de casi 300 páginas reúne fotografías de 25 de estas salas de juego de Tokio, Osaka y Kioto», informa.

La estética del libro aúna la nostalgia que producen estas joyas del pasado con el rigor documental. En ellas aparecen los neones parpadeantes y los escasos jugadores que aún frecuentan estos espacios. «Con este libro buscaba un cambio de estilo. Quería hacer un proyecto documentado e incluso periodístico que recogiera una historia de cara al futuro, ya que estos game centers, probablemente en diez años estén todos cerrados, tal y como ha ocurrido en Occidente. No quería que esa cultura quedara en el olvido.

De hecho, algunos de los salones que fotografié cerraron mientras yo estaba allí. Es una fotografía, muy plana, directa y sin artificios estéticos. Son fotografías reales y con gente real. La mayoría de los jugadores son hombres, trajeados de unos 40 años que cuando salen del trabajo acuden a echar unas partidas de Metal Slug o de Street Fighter. Es probable que el libro salga a la venta en EE.UU. y en Reino Unido el próximo año y el día 19 de septiembre también se inaugurará la exposición en el Museo OXO del Videojuego en Málaga», concluye satisfecho por la buena acogida de su trabajo.