Secciones
Servicios
Destacamos
El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Fomento la licitación de los contratos de obras de dos tramos consecutivos de la Autovía del Duero A-11: el que comprende las localidades de Quintanilla de Arriba (oeste) y Olivares de Duero (este); y el que conecta Olivares de Duero (oeste) con Tudela de Duero (noreste), ambos en la provincia de Valladolid. El valor estimado de cada uno de los proyectos asciende a 111.544.503,32 euros y 87.167.004,39 euros, respectivamente, lo que sumado se redondea en 198,7 millones de euros. Las características técnicas de ambos tramos, con una longitud conjunta de 34,7 kilómetros, son las de una autovía de nuevo trazado con calzadas de siete metros de ancho, arcenes interiores de un metro y exteriores de 2,5.
Actualmente este itinerario se realiza por la carretera N-122, una vía de calzada única con un carril para cada sentido de circulación, que soporta una intensidad media de 6.300 vehículos diarios en este ámbito, de Peñafiel a Tudela. La nueva autovía A-11 será una alternativa más rápida y segura a la N-122, señala Fomento. La construcción de estos 35 kilómetros evitará también toda la carga de tráfico que ahora soporta el municipio de Sardón de Duero, por cuyo casco urbano discurre la travesía de la nacional 122.
El trazado de este tramo discurre entre los términos municipales Olivares de Duero, Valbuena de Duero y Quintanilla de Arriba, extendiéndose sobre una longitud de 14,5 kilómetros. En el mismo se ejecutarán tres enlaces: el primero se ubica en el cruce de la autovía con la VA-104, en el término municipal de Olivares de Duero; el segundo enlace con la VP-3001, que se sitúa al noroeste de la localidad de Valbuena de Duero; y finalmente la tercera conexión se encuentra próxima a la localidad de Quintanilla de Arriba, sobre el actual enlace de la N-122, donde en un futuro se conectará el tramo de la A-11, que se construya desde este punto hasta la localidad burgalesas de Castrillo de la Vega, donde se circunvala Aranda de Duero.
Asimismo se incluirá un ecoducto de 190 metros de longitud y 80 metros de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje, un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011 –carretera que asciende al páramo y que lleva al valle del Esgueva–, y un viaducto de 500 metros en el cruce con el río Duero –próximo a Quintanilla de Arriba–, entre otros elementos. El trazado se ha diseñado evitando la afección a las bodegas ubicadas al norte de Valbuena de Duero, a los viñedos existentes en la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla, indican desde el Ministerio.
El segundo trazado discurre por los términos municipales de Tudela de Duero, Villabáñez, Villavaquerín y Olivares de Duero, en una longitud de 20,2 kilómetros. La red de caminos que resulta interceptada resulta eficientemente repuesta asegurando la comunicación de todas las fincas adyacentes que resultaran afectadas. De igual manera la permeabilidad transversal queda resuelta mediante el diseño de un total de ocho pasos superiores, nueve inferiores y dos viaductos.
Además, en este tramo, se prevé la construcción de 2 enlaces. El primero dará acceso a las localidades de Sardón de Duero y Quintanilla de Onésimo por la N-122, así como a Tudela de Duero por su vertiente oeste a través de la VP-3302 y de la propia N-122; y el segundo hará lo propio con la carretera VP-3302 (carretera que conecta Villabáñez con Tudela). Este tramo conectará con el de la Autovía del Duero puesto en marcha hace ya 17 años, y que permitió circunvalar Tudela de Duero, La Cistérniga y desembocar en Valladolid.
La plataforma ciudadana A11 Pasos realizó ayer una nueva concentración para reclamar la construcción de la Autovía del Duero, cita que se produjo con la noticia de que el Consejo de Ministros autorizaría hoy la licitación de los dos tramos.
Esta opción de Fomento también cuenta con detractores, como es el caso de los ayuntamientos de Valbuena de Duero y San Bernardo; importantes bodegas de ese entorno, así como de agricultores de la Comunidad de Regantes del Riaza. La Fundación Edades del Hombre, con sede en el monasterio de Santa María de Valbuena así como un lujoso hotel que comparte instalaciones con la Fundación, han presentado alegaciones a este trazado. Estiman que el tramo afecta negativamente a su economía, al sector turístico, a la agricultura, al medioambiente, además de ser un recorrido más largo, más peligroso y más caro por las grandes infraestructuras que requiere. Quintanilla de Arriba les apoya, y la de Onésimo también es contraria pues consideran que les deja aislados.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.