El tiempo

El veranillo de San Martín cortará por fin el tren de borrascas en Valladolid

La imposición del anticiclón de las Azores (esas islas portuguesas situadas en mitad del Atlántico) garantizará la estabilidad meteorológica, aunque con algunas nubes, a partir del sábado y, en principio, hasta mediados de la semana que viene. Las temperaturas, en este sentido, ascenderán hasta cinco grados, puntualmente puede que más, para dejar mínimas muy suaves en torno a los diez grados y picos de máximos que podrían rondar los veinte grados (se esperan máximas de 18 entre el domingo y el lunes).

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vaticina que los últimos arreones de Elisa (nombrada así por el servicio meteorológico francés), que afectarán, sobre todo, a la cornisa cantábrica, podrían dejar escapar algunas gotas en Valladolid entre el viernes y el sábado para dar paso a una «subida notable de las temperaturas» fruto del «bloqueo anticiclónico» que frenará el tren de borrascas que ha dejado precipitaciones en 23 de los últimos 28 días (con esos 110,6 litros recogidos en ese periodo en Valladolid) y que ha reducido al 11% el déficit hídrico que arrastraba el presente año.

El veranillo de San Martín no dejará temperaturas excepcionales, aunque sí dejará registros muy suaves para un mes de noviembre, con esos picos de 18 grados de máxima y 10 de mínima, cuando lo habitual para este mes son 12 y 4 grados. El citado bloque anticlónico garantizará que este episodio, tradicional en los registros meteorológicos, «dejará un tiempo más estable y temperaturas más altas de lo normal hasta mediados de la semana que viene», apunta la Aemet.

Las últimas lluvias han engordado el caudal de los principal ríos de la provincia, encabezados por el Pisuerga, que este jueves arrastra unos notables 100 metros cúbicos por segundo después de alcanzar una punta unos días antes de 228 (la mayor de los últimos meses). Lejos, no obstante, queda su nivel de alerta de desbordamiento (619).

El Duero, a su vez, arrastra ahora 178 metros cúbicos por segundo aguas abajo de las desembocaduras del Pisuerga, a la altura de San Miguel del Pino, y del Adaja, que también alcanza un notable caudal de casi quince metros cúbicos por segundo después de alcanzar una punta de 24, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).