Una veintena de empleos tienen las mejores perspectivas en Valladolid en 2024

La mayoría se concentran en los servicios, que es precisamente el que mejor comportamiento tiene, mes tras mes, cuando se conocen las estadísticas del paro registrado. Prueba de ello es que el los 817 desempleados vallisoletanos que dejaron de figurar en las estadísticas del SEPE el pasado mes de junio, 583 estaban inscritos como demandantes en ese sector.

El Observatorio de las Ocupaciones distingue dos grupos en relación a las tendencias para 2024. El primero reúne las actividades económicas con más tirón «considerando conjuntamente el comportamiento de los afiliados y centros de cotización» en los últimos diez años. Encabezan el ranking los empleos relacionados con la sanidad, no solo de médicos –son recurrentes las informaciones sobre su acuciante escasez, en especial en Atención Primaria e incluso en Emergencias–, sino de otros colectivos como los enfermeros. Para comprobar que se trata de profesiones muy demandadas basta con echar un vistazo a las 80 ofertas laborales vacantes que recogía este miércoles el buscador de la Junta.

El decálogo se completa con la educación; todo lo relacionado con la informática, algo en lo que coinciden otros estudios como el de Linkedin y a lo que contribuye el despegue de la inteligencia artificial ; la construcción; los servicios a edificios, incluida la jardinería; las actividades administrativas de oficina y otras auxiliares a las empresas; la industria alimentaria; arquitectura, ingeniería, ensayos y análisis técnicos, que están entre las áreas de especialización más buscadas por las empresas que reclutan mano de obra; los servicios de comidas y bebidas, en coincidencia con la pujanza del turismo, y los servicios sociales sin alojamiento.

El Servicio Público de Empleo Estatal ha elaborado un segundo conjunto de puestos de trabajo más atractivos para este año, teniendo en cuenta esta vez la evolución que ha experimentado la contratación en la provincia. De este capítulo destaca la pujanza de la hostelería, puesto que la clasificación arranca con los camareros asalariados, muy solicitados –como se observa en el nuevo Portal de Empleo de la Ciudad de Valladolid– e incluye otras dos categorías relacionadas, cocineros y ayudantes de cocina.

La industria es otro sector en el que conviene fijarse, puesto que el listado incluye tanto a los peones de las industrias manufactureras como a los operadores de máquinas en fábricas, en consonancia con la importancia que tiene la automoción en la provincia. Y hay oportunidades, asimismo, para los interesados en trabajar en el campo; el personal de limpieza; los dependientes de tiendas y almacenes; los azafatos de tierra, y los monitores de actividades recreativas y de entretenimiento.

Las 20 profesiones en las que pone el acento el SEPE coinciden en gran medida con las que más escasez de trabajadores tienen en la provincia. Con base en lo que le transmiten los asociados, la presidenta de la Confederación de Empresarios (CEOE) de Valladolid, Ángela de Miguel, enumera «la hostelería, la construcción, todo lo que tiene que ver con los perfiles tecnológicos, la industria, los programadores, el sector sanitario, el funerario, los transportistas... Estamos hablando de que prácticamente en todos los sectores hay problemas a la hora de cubrir las vacantes», sentencia. Y vaticina que «eso va a lastrar el crecimiento a medio y largo plazo».

Ahora bien, ¿a qué se debe? «Creo que hay múltiples causas», apunta la responsable de la patronal, que cita como una de las principales que «la formación que hay no encaja bien con los perfiles que se están necesitando». Corregir esta carencia no pasa necesariamente por la Universidad o la FP, «que es de más larga duración», sino que a su juicio «se podrían seguir los modelos europeos» que aprovechan los periodos de desempleo para adaptar la cualificación a lo que requiere el mercado laboral. Pone como ejemplo lo que ocurre con «las competencias digitales, que es una de la habilidades que vemos que pueden faltar».

La secretaria de Empleo y Migraciones de CC OO Castilla y León, Nieves Granados, admite que «en algunas ocupaciones existe un desajuste entre lo que estamos formando y lo que pide luego el mercado», pero pone el acento en que «a lo mejor las empresas no encuentran un candidato porque no ofrecen las condiciones adecuadas». A esto añade que «la mayor parte del tejido empresarial autonómico son pequeños empresarios» a los que en ocasiones «les cuesta saber qué cualificaciones necesita la persona que quieren», y afea que no sean transparentes a la hora de comunicar los puestos libres (no existe una estadística al respecto, más allá de la explotación que hace el INE de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral). De ahí que considere que «una cosa es lo que se oye y de lo que se quejan y otra cosa es la realidad», teniendo en cuenta que «somos una comunidad con una tasa de paro del 10%».

En todo caso, Nieves Granados puntualiza que «el mercado laboral, como cualquier otro mercado, se rige por la ley de la oferta y la demanda». «Si tú buscas camareros y no hay camareros disponibles tendrás que ofrecer un salario mejor y unas condiciones de trabajo mejores», advierte, al tiempo que recuerda que «siempre hemos estado escuchando a los empleadores decirnos 'esto es lo que hay, si quieres lo coges y si no lo dejas', pues ahora es lo mismo». Y en cualquier caso, considera que el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl) «debería hacer un poco prospección y ver qué es lo que se necesita con un poco de perspectiva».

La secretaria de Acción Sindical de UGT FICA (Federación de Industria, Construcción y Agro) Castilla y León, Sandra Vega, incide por su parte en que «hay un cambio generacional importante, los jóvenes de hoy día piensan de una manera diferente y tienen otras expectativas en su vida», y a eso suma que «los salarios en determinados sectores son los que son y la gente opta por otras vías». Es el caso del campo, «donde las condiciones se pueden mejorar muchísimo porque los salarios son mínimos e incluso en algunos sitios no se llega ni a abonar el SMI, con lo cual trabajadores nacionales no se encuentran».

La misma situación se repite en el ámbito de la edificación, que «hoy por hoy tampoco resulta atractivo» a pesar de que los sueldos son más elevados. Tanto es así que atraviesa por «serias dificultades, incluso para cubrir las plazas que se ofertan de los cursos que organiza la Fundación Laboral de la Construcción», explica Sandra Vega. En la sanidad el problema es otro, «que los contratos que se hacen tienen una duración muy determinada, mínima». De ahí que su receta sea «seguir avanzando en un salario digno y una estabilidad laboral para todos los trabajadores».