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Los vecinos del portal número 15 de la calle Unión han dicho basta. Están «hartos». Denuncian haber sufrido varios ataques de distinta índole desde verano. El último, hace menos de un mes, en diciembre. Cinco litros de aceite mezclados con la lluvia pusieron en ... peligro la integridad de sus inquilinos, la gran mayoría de avanzada edad. En total, han sido cinco las ocasiones en las que han recibido actos vandálicos contra la puerta y los comunicadores. Es, además, el único portal de la zona en el que se han producido estos hechos, motivo por el cual consideran que son «claramente intencionados».
Los más longevos aseguran «no haber vivido una situación igual» en los años que llevan viviendo en ese edificio en el que algunos han residido durante casi medio siglo. Todo comenzó en junio del año pasado, cuando los intercomunicadores para llamar a los pisos y parte de la cristalera del portal aparecieron cubiertos de pintura marrón –el presunto autor dejó el bote usado en un rincón cercano–. El dispositivo estaba visiblemente afectado, pero la gota colmó el vaso el 19 de agosto. Sucedió exactamente lo mismo, aunque en aquella ocasión se recurrió al color azul para cometer el acto vandálico.
Pese a todo, el 'telefonillo' resistió este segundo envite, aunque poco duró la resistencia. Apenas un mes después, el 23 de septiembre, los vecinos del número 15 vieron cómo su portal recibía un nuevo ataque, al rociar toda la superficie de la puerta y los comunicadores con pintura y otra sustancia que corroyó algunas zonas del cristal y la acera. Un informe pericial determinó esta vez que ese compuesto químico era ácido. Esta vez sí, los agresores lograron su objetivo y el portero automático claudicó.
Un parte al seguro y 820 euros después, los vecinos presentaron la correspondiente denuncia, pero no lograron acabar con estos actos. Una semana más tarde, tanto el dispositivo comunicador como el portal aparecieron repletos de una sustancia viscosa y muy resbaladiza, que resultó ser aceite de cocina. Todo ello coincidió con días lluviosos, por lo que la mezcla de ambas sustancia hizo prácticamente inviable el paso por la zona e incluso provocó numerosos resbalones.
El último incidente que han tenido que soportar ocurrió el 6 de diciembre a plena luz del día. Un vez más, el aceite fue el gran protagonista y averió el portero automático. La presidenta de la comunidad pide a las autoridades «más implicación» para acabar con estos hechos. «No sabemos quién ha sido, pero deberían investigarlo porque no es normal», sentencia.
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