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Fue la principal modificación de la ordenanza fiscal anunciada por el equipo de gobierno de Laguna de Duero para este año, junto con la congelación de los impuestos y tasas. El Ayuntamiento abría la posibilidad de poder fraccionar el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles ( ... IBI) a partir de 200 euros en dos plazos: en junio y octubre y sin que ello conllevara el pago de intereses. Pues bien, dos días tienen la culpa de que esta medida no se pueda llevar a cabo este año y haya que posponerla hasta el año que viene.
Y es que, según la Ley, el plazo que tenían los vecinos para que acogerse a este fraccionamiento finalizaba el 31 de enero y la aprobación de esta medida por parte del Ayuntamiento salió publicada en el BOP el 2 de febrero, ya fuera de plazo, con lo cual no podía entrar en vigor.
A partir de aquí comienza el baile de reproches y cruce de responsabilidades. Si para el concejal de Hacienda, Álvaro Infante, en el pleno de octubre, se pudo aprobar el fraccionamiento, pero se aplazó a petición de los concejales de la oposición para estudiar mejor el expediente y poder presentar propuestas en un pleno extraordinario que se celebraría el 6 de noviembre, para el portavoz de IU-Laguna en Marcha, Jesús Salamanca, se trata de un caso claro de negligencia. Infante achaca también este contratiempo a que los plazos se dilataron por ser diciembre un mes con numerosos días inhábiles y a la tardanza en la publicación por el BOP.
Por su parte, el portavoz de IU-Laguna en marcha, Jesús Salamanca, reitera que en el pleno de octubre no hubo tiempo material para analizar la propuesta del equipo de gobierno. «Intentaron colarnos como asunto de última hora la modificación de las ordenanzas fiscales para 2018.
Evidentemente en el Pleno de ese mes no se pudieron llevar a aprobación pues no hubo tiempo para un mínimo análisis, sobre todo para los grupos de la oposición, ya que nos remitieron la propuesta unos pocos días antes». Efectivamente, todos los grupos de la oposición se quejaron de la falta de tiempo, por lo que el alcalde decidió dejar el asunto sobre la mesa y aprobarlo en comisión extraordinaria el 3 de noviembre y en pleno extraordinario el 6 del mismo mes.
El alcalde de Laguna de Duero, Román Rodríguez, lamentó en ese pleno el retraso en la presentación a los grupos políticos de las modificaciones de impuestos y tasas, achacó ese retraso a la ausencia de personal por bajas laborales y otros motivos y avanzó su preocupación por cumplir con los plazos.
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