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Los vecinos de Fuente Berrocal están hartos de la inseguridad que dicen sufrir por los robos que se producen en esta urbanización formada por 650 viviendas. Ayer, lunes, lo que estaba previsto que fuese una junta ordinaria de comuneros, en la que analizar los presupuestos y otras cuestiones de la urbanización, se convirtió en un debate intenso sobre qué medios a emplear para garantizar no solo los bienes, «sino la integridad de nuestros hijos e hijas».
«En el último mes, una decena de casas han sido víctimas de entradas, aunque afortunadamente, en alguna de ellas los ladrones no han logrado llevarse nada porque las alarmas han saltado. Los ánimos están muy caldeados», explicó Luis Velasco, presidente de la Mancomunidad Fuente Berrocal, integrada por 17 comunidades formadas a partir de las viviendas que se agrupan por calles.
Varios vecinos afirma que la inseguridad les lleva a desconfiar de cualquier coche con personas en su interior, que esté aparcado en las calles de la urbanización. Aunque la asamblea de la junta vecinal estaba convocada con anterioridad a los dos últimos robos (el sábado por la tarde se produjo otro, en la calle Parsifal, en el que los autores huyeron y abandonaron el coche), varios propietarios pidieron que se incluyera para esta reunión el punto de la seguridad en la urbanización.
El objetivo era analizar cómo afrontar una mayor vigilancia, pese a que tanto Policía Nacional como Local mantienen un dispositivo para tratar de localizar a los autores de los asaltos a los chalés.
Para ello, en la reunión de ayer se presentaron tres presupuestos de empresas de seguridad privada con los que se pretende reforzar la presencia en las calles, «teniendo en cuenta que no están permitidas las patrullas ciudadanas».
La preocupación de estos vecinos, que habitan los chalés cercanos a la carretera de Fuensaldaña, viene de lejos. Según explicó Velasco, «en el 2016 se mantuvo una reunión con mandos policiales para buscar alternativas que eviten los robos, pero esto ha ido a más y este año llevamos ya cerca de una treintena».
Los residentes dicen comprender que el hecho de que sus casas estén próximas a la autovía A-62, que comunica con varias rutas de la comunidad, no hace sino facilitar el 'trabajo' y la huida de estas bandas organizadas, «que piensan que en Fuente Berrocal todos somos ricos».
En este sentido, se mostraron también molestos por los excesos en los controles de la Policía, «que cierran la entrada a la urbanización desde la gasolinera, lo que origina largas colas de espera, que llegan incluso hasta las casas de Fuente el Sol». Estos controles, afectan además la comunicación con la localidad de Fuensaldaña.
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