Belén franciscano en la iglesia de la Inmaculada, en el Paseo de Zorrilla. Carlos Espeso

El Vaticano duplica en Valladolid el año jubilar: del Sagrado Corazón al Niño Jesús

Los franciscanos, coincidiendo con el aniversario de Greccio, rescatan de la clausura de Santa Isabel de Hungría un nacimiento del siglo XVIII

Luis Amo

Valladolid

Domingo, 17 de diciembre 2023, 00:00

Otro decreto vaticano universaliza Valladolid con el mundo. Al Año Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús que celebra la diócesis durante un año (del 16 de junio de 2023 hasta el 7 de junio de 2024) se suman ahora las visitas a los ... belenes franciscanos, que también permitirán conseguir la indulgencia plenaria (del 8 de diciembre de 2023 al 2 de febrero de 2024).

Publicidad

En el caso vallisoletano, serán dos nacimientos los que este año estarán abiertos al público con esta dispensa del Papa Francisco: el más popular, en los locales de la iglesia de la Inmaculada del Paseo de Zorrilla y un pesebre más conventual, montado en una capilla del Monasterio de Santa Isabel de Hungría.

Belén instalado en Santa Isabel de Hungría. Carlos Espeso

Las hermanas han rescatado un belén de la clausura que se expone públicamente por primera vez desde este fin de semana. Se trata de un nacimiento monástico, de una orden franciscana como esta, humilde y pobre, que procede de donaciones y regalos a las monjas desde el siglo XVIII, convirtiéndolo en una de las composiciones escultóricas de esta temática más antiguas de la capital vallisoletana, incluso más que el propio napolitano del Museo Nacional de Escultura.

Está integrado por una decena de imágenes de entre los 40 y los 60 centímetros de altura y con ropajes correspondientes al mismo periodo temporal de su factura artística, tal y como ha explicado Pedro Escudero, conservador y restaurador encargado de haber reunido, ideado y montado este Belén. Se trata de figuras de vestir con caras, manos, brazos, piernas y pies de madera policromada, pero el resto del cuerpo son maniquíes, tallas de bastidor, cuya autoría se desconoce, dado que estas imágenes no han sido hasta la fecha estudiadas y en los archivos conventuales tampoco existe información. Es más, el trabajo de este profesional del arte trasciende más allá porque ha recuperado las figuras del museo del convento, de una de las capillas exteriores del claustro e incluso del propio desván de la casa.

Publicidad

Los distintos tamaños de las imágenes se han aprovechado para conseguir las diferentes perspectivas creadas en esta novedosa composición enmarcada con un pequeño retablo en cuya hornacina está el misterio con el Niño Jesús, la Virgen María y San José. Y a partir de aquí se desarrolla la escena bíblica, donde destaca la presencia de los Reyes Magos, las figuras de más calidad y de mayor antigüedad del conjunto, que a su vez tienen a sus pies una corona, un incensario y unos platitos que simbolizan respectivamente el oro, el incienso y la mirra de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Belén de Santa Isabel de Hungría, detrás de la verja de clausura. Carlos Espeso

Las celebraciones del 800 aniversario desde que San Francisco de Asís realizase el primer nacimiento de la historia en la localidad italiana de Greccio, el 23 de diciembre de 1223, explican también que este Belén monástico vallisoletano se haya instalado en la capilla dedicada al propio San Francisco en la iglesia de Santa Isabel de Hungría y también detrás de la reja conventual.

Publicidad

La imagen más grande es una pastorcilla, en primer plano, vestida con ricos ropajes de seda bordada y brocados. Aparece detrás un personaje negro, vestido de obispo, con el que han tratado de conseguir el paralelismo de Cristo como pastor de la Iglesia, que es universal y tiene a sus pies una cruz, con el atributo de la muerte en la Cruz de Jesús, como explica Escudero. Y, junto a estas figuras, una pastorcilla, que es la más pequeña, vestida a la moda del siglo XX, siendo el personaje más moderno.

Y todo montado con forma de altar, encuadrado con una tela bordada por las propias hermanas para conseguir el firmamento y la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos. En el frontal, por su parte, destaca un bordado de finales del siglo XVII con el que se quiere insinuar la solemnidad de la composición en general y de la presencia del Niño Jesús en particular. Custodiando está el denominado San Juanito, una pequeña talla de San Juan Bautista con el que éste estudioso de modelos belenísticos ha querido plasmar el paralelismo bíblico del Cordero de Dios. Además, como agradecimiento de las 14 hermanas del convento al Niño Jesús, han ofrecido presentes como un brasero, mortero, chocolatera o un cazo, elementos muy propios de su ora et labora diario.

Publicidad

Las celebraciones del 800 aniversario desde que San Francisco de Asís realizase el primer nacimiento de la historia en la localidad italiana de Greccio el 23 de diciembre de 1223 explican también que este Belén monástico vallisoletano se haya instalado en la capilla dedicada al propio San Francisco en la iglesia de Santa Isabel de Hungría y también detrás de la reja conventual, símbolo imperecedero de esta clausura tanto en lo espiritual como en el encuentro con la sociedad vallisoletana desde hace más de cinco siglos de existencia.

Belén con 332 imágenes

En otro punto de la ciudad, en el paseo de Zorrilla, la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda vuelve a montar su monumental nacimiento de grandes dimensiones aún con figuras más pequeñas elaborado en los últimos dos meses por un nutrido grupo de cofrades.

Publicidad

En concreto, el montaje ocupa una superficie de 38 metros cuadrados ( en esta edición destaca la presencia del propio San Francisco de Asís), que da cabida a 332 imágenes (57 en movimiento) más 26 casas y 3 fuentes que se abastecen a su vez del vistoso río con cascada incluida. Y de manera exclusiva en la capital vallisoletana, este Belén hace que el espectador viaje por momentos a aquellas tierras palestinas y asista a los pasajes bíblicos más relevantes en torno a la Natividad como son además del misterio del portal hasta la búsqueda de posada, la anunciación de los pastores, la huida a Egipto, la matanza de los inocentes o la Sagrada Familia en Nazaret.

Un viaje virtual de dos milenios recreado con una ambientación de amanecer, diurna, atardecer y noche que se prolonga durante 11 minutos y 35 segundos donde toman protagonismo las diferentes escenas bíblicas planteadas pero también personajes en movimiento como el leñador, el herrero, una mujer barriendo u otro haciendo labores en el campo. Y todos al albor de la climatología con ciclos de sol, niebla baja, lluvia con relámpagos y arco iris…

Noticia Patrocinada

Los franciscanos del paseo de Zorrilla continúan poniendo en valor el carácter solidario de este Belén, como remarca el hermano ministro de la cofradía, Miguel Santos Romón, tras cuatro décadas montándolo con especial mimo pero más en un año extraordinario como el actual por el aniversario con lo que anima a los vallisoletanos a visitarlo y, por tanto, a participar de la gracia jubilar que convierten a la Diócesis de Valladolid en única en el mundo al compartir dos celebraciones tan locales a la vez que universales: la devoción tanto al Niño Jesús como al Sagrado Corazón compartido al mundo desde Greccio y desde Valladolid.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad