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Cuesta distinguir quién ha decidido pasar la jornada matinal de domingo entre libros y portadas, en la Feria del Libro, quien lo ha hecho viendo la procesión del Corpus Christi, que inundaba de olor a incienso la Plaza Mayor y sus aledaños, o quien ... se ha sumergido en el mundo de la cocina en miniatura con el XXVI Concurso Provincial de Pinchos. Una congregación de eventos en torno al centro de la ciudad que unía, de manera inesperada, literatura, religión y gastronomía. Esta última ofrecía ayer un pistoletazo de salida al XXVI Concurso Provincial de Pinchos, que se celebra en la ciudad hasta el próximo domingo, 9 de junio, y del que saldrán los cuatro representantes vallisoletanos para el certamen nacional, un tanto agridulce «entre el tiempo y el fútbol no tuvimos mucha gente», confesaba uno de los encargados del Resturante Los Zagales.
La cita ineludible con la gastronomía vallisoletana toma las barras de los 56 establecimientos participantes en esta edición para ofrecer creaciones tan originales como sorprendentes a la vista y al paladar. El Resturante Los Zagales abría sus puertas a las 13:00 horas del mediodía y pasados poco más de 15 minutos la barra ya estaba repleta de Kojaz, su apuesta de este año. «Hemos querido recrear un Chupa-Chups pero con paté de perdiz, cebolla, clavo, vino oloroso, pistacho, sésamo, wasabi y pimienta rosa», explicaba desde el establecimiento. Los primeros clientes que probaban la tapa, junto con otra míticas como el 'Tigretostón', afirmaban: «Es increíble, sorprende al paladar y la vista con una presentación tan original».
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Carmen Ordoñez, Fabio López y Belén Chanrriu llegaban a la calle Cascajares, uno de los puntos neurálgicos de la gastronomía vallisoletana y que aglutina en una misma calle un total de cinco establecimientos participantes en el XXVI Concurso Provincial de Pinchos, pasadas las 13:30 horas del mediodía. La Cárcava, El Farolito, Flamma, Los Ilustres, y Melêl, todos ellos a los pies de la Catedral, congregaban a centenares de personas, algunos de ellos para probar las creaciones del certamen y otros simplemente para disfrutar de una jornada dominical entre amigos. «No sabíamos que había concurso de pinchos pero ya que estamos pues probaremos algunos», respondía Carmen a la vez que se apoyaba en una de las mesas de La Cárcava.
Minutos después tres «tostadas de crema de morcilla y bacalao sobre queso brie, mahonesa de tomate y pimentón y toque de crema de trigueros» llegaban a la mesa del grupo de amigos que agradecían haberse enterado de la opción de probar nuevos pinchos. «Oye, está buenísimo. Solemos venir mucho por aquí pero somos un desastre y no sabíamos que había esto. ¿Qué otros bares tienen pinchos así también?», señalaban Fabio López, que parecía comenzar a interesarse por los pinchos. Estaban de suerte porque justo enfrente El Farolito ofrece «panipuri casero relleno de pularda escabechada con mahonesa de anchoa y licuado de pepinillo».
Quienes degustaban el «flamenquín de carrillera, mole y encurtidos» de Flamma, ubicado en la calle Cascajares, eran Pablo y Asier que confesaban haber quedado «para ir de ruta por algunos bares y restaurantes y probar los pinchos del concurso». Un plan diferente que «se ha convertido en tradición año tras año» en la pareja y que «cada año consiguen sorprender más que el anterior», señalaban ambos. «Valladolid debe presumir orgullosa de su gastronomía y sus tapas», finalizaban ambos.
Los 56 establecimientos participantes compiten por ser uno de los cuatro primeros clasificados del certamen para participar y representar a la ciudad en el Campeonato Nacional de Pinchos, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre en la Cúpula del Milenio como escenario principal. Los premios principales son los Pincho de Oro, Plata, Bronce y Cobre, además del mejor pincho sin gluten, el de mejor postre, el de la votación popular y los accésits al pincho más vanguardista, al más tradicional y al mejor concepto de pincho. Además, 29 de estas creaciones pugnarán por llevarse la mejor tapa con Alimentos de Valladolid, para lo que debe contener alguno de los productos que se encuentra bajo este paraguas de productos de calidad con el que cuenta la provincia vallisoletana.
El jurado de esta XXI edición estará presidido por Alejandra Herrador y Emanuel Carlucci, propietarios del restaurante 'Atalaya' de Alcossebre (Castellón), con una estrella Michelin y dos soles en la Guía Repsol; que estarán acompañados por Laura García Morey, directora de Cuentas y Estrategias & Partner de la asesoría gastronómica Coira Comunicación; Luis Arbildua Gómez, jefe de cocina y propietario del restaurante 'El Marinero' en Suances; Raúl Puchol Guinot, director provincial de Cadena Cope en Castellón; Goiza Isiegas, jefa de cocina y propietaria del restaurante 'Akari' en Pamplona, y Demetrio Arias, asesor de empresas del sector de alimentación y restauración.
Tras celebrar las bodas de plata en la pasada edición, el Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid arranca de nuevo con 56 creaciones -13 de ellas de pincho de postre, 27 pinchos sin gluten y 29 pinchos Alimentos de Valladolid- de los mejores establecimientos hosteleros de la ciudad. Dos creaciones más que el año pasado y siete restaurantes ubicados en municipios —Arroyo de la Encomienda, Cogeces del Monte, Mélida de Peñafiel Mucientes, Peñafiel, Traspinedo y Zaratán— son algunas de las cifras que acompañan a un certamen «que ya es una referencia y está más que consolidado», ha destacado Blanca Jiménez, concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad, durante la presentación del certamen.
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