Noviembre se ha convertido en el mes de los descuentos. Más allá del Black Friday, que se celebrará este viernes 24, aparecen más fechas donde las ofertas también son una seña de identidad. Por detrás, el Día del Soltero, marcado en el 11 del calendario, ... y después el 'Cyber Monday', que será el próximo 27 de noviembre. Fechas, ya casi costumbres, que se han importado desde el extranjero, principalmente desde Estados Unidos. Los días de oferta, que comenzaron exclusivamente en internet, se han trasladado hasta las tiendas físicas. La expectación, ya palpable por el continuo bombardeo de publicidad en las fechas previas hace que los comerciantes de la ciudad marquen unas buenas previsiones para la campaña de este año.
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«Es una fecha que se ha consolidado con cada edición. Ha venido impuesta, pero nos sumamos porque es beneficiosa y al comercio nos permite fidelizar al comprador», apunta Jesús Herreras, presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva). Desde la asociación explican que los clientes comienzan a retrasar su decisión de compra pensando en los descuentos del Black Friday, que en el caso de los comercios de Valladolid adscritos a la actual edición solo se desarrollará durante el viernes y el sábado. «Es más la expectativa que se genera, porque es una campaña muy corta», concreta Herreras. A pesar de ello, desde Fecosva calculan que el gasto medio de los vallisoletanos, en todas sus compras, estará en los 220 euros durante estos días.
Destaca la cifra sobre la del último periodo de rebajas estival, donde las asociaciones de comerciantes de Valladolid cifraban el gasto medio de los vallisoletanos entre los 60 y los 80 euros. El Black Friday coincidirá otro año más con el encendido de las luces de Navidad en Valladolid, que se producirá un día antes. «Siempre es un aliciente que anima a salir a la calle, crea ambiente y la gente se acerca a las tiendas», comenta el presidente de Fecosva. Herreras también destaca que esta campaña es una que «no se ha buscado» y que ha venido de alguna manera impuesta por el impacto que causó en internet. «En España es relativamente nueva, se hace desde una década. Al principio algunos comercios eran algo reacios, pero poco a poco se han subido al tren», concreta.
Menos optimismo transmiten desde la Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco). «Son fechas cercanas a Navidad, que es el gran momento. Esto significa que si potenciamos mucho el Black Friday y reducimos los márgenes, trasladamos de alguna manera las ventas que tendríamos en diciembre», explica su presidente, Rafael Monedero, quien recalca que los descuentos de la jornada cada vez se alargan más en el tiempo. «Esto hace que las dos campañas sean muy seguidas. Si miramos los resultados se ve que cuanto más se venda en el Black Friday menos se hace en Navidad», concreta. Sobre el aumento de los importes derivados de la inflación y que también han tenido sus efectos en los comercios de proximidad, Monedero adelanta que la previsión es que se los precios de los negocios se estabilice en breve.
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Desde la asociación también piden poner en valor el comercio de proximidad durante este Black Friday, donde suelen predominar las compras a través de plataformas online. «Además del producto también se ofrece un servicio que en internet no existe. Puedes ver, ser aconsejado por el vendedor y es más personal. En nuestro caso las ventas online siguen siendo un complemento, lo que de verdad tiene tirón es la tienda física y el contacto con el cliente», apunta Herreras.
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Los centros comerciales de Valladolid coinciden en marcar unas buenas previsiones de cara al Black Friday. Pablo Pérez, gerente de Vallsur, asegura que las expectativas son buenas, a pesar de que el espacio se encuentre en plena remodelación y con la intención de abrir a principios de diciembre. «Nos pilla en pleno cambio, pero son unas fechas donde siempre se espera una buen afluencia de clientes y este año confiamos en que también se cumpla», explica. Mismas sensaciones comparten desde Río Shopping, donde también confían en una buena campaña.
Mientras que los comercios más pequeños de la ciudad no precisan reforzar su plantilla, las grandes empresas sí que aumentarán su plantilla de cara a la campaña, que en algunos casos alcanzará hasta Navidad. En el caso de El Corte Inglés se han añadido refuerzos en los áreas de juguetería, alimentación y restauración. A pesar de ello, según las previsiones que aporta el portal Randstad, la campaña generará 794 empleos en Castilla y León, un 13,3% menos que en 2022. La mayoría de ellos será en puestos de empaquetadores, carretilleros, mozos de almacén, transportistas, profesionales de atención al cliente, dependientes y azafatos.
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