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El año que viene no será para el recibo de la luz como el que ahora termina por dos razones: porque las causas que dispararon los precios han cambiado y porque las medidas aplicadas por el Gobierno para mitigarlas tampoco serán las mismas. Las ... rebajas de impuestos y también las medidas de ahorro puestas en marcha por los hogares han hecho que el coste de la factura eléctrica doméstica haya vuelto en 2023 a los niveles de 2019, algo que en 2024 cambiará ya que buena parte de las ayudas fiscales decaerán. Los usuarios de Valladolid que están acogidos al mercado regulado han pagado este año 120 millones de euros menos que el pasado.
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Edurne Martínez
La factura media de la electricidad ha retornado en 2023 a los niveles anteriores a la crisis energética originada por la guerra de Ucrania y se ha situado en una media de 60,55 euros mensuales para quienes están adscritos al denominado PVPC (precio voluntario para el pequeño consumidor). Muy lejos de los 105,48 euros a los que ascendió en 2022 y cerca de los 62,33 que pagaron en 2019, según los cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Los hogares que se encuentran en el mercado libre, al no resultar beneficiados por las ayudas fiscales del Gobierno sino por las ofertas de las compañías eléctricas, han pagado algunos meses cerca del doble, según informa la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El coste del recibo de la luz está condicionado por una serie de factores que van desde el consumo (los hogares también ha reducido éste), hasta el precio del mercado mayorista (para los que contratan en el mercado libre), el plan anual que tengan contratado (los del libre) y los impuestos. En el año que ahora termina, este último coste ha estado bonificado hasta caer a mínimos. El año que viene no volverá aún a la 'normalidad', pero las rebajas se reducirán de forma considerable.
En cualquier caso, el pasado mes de noviembre ha marcado un mínimo histórico. La aportación masiva de las energías renovables, en conjunción con las condiciones meteorológicas y con el marco fiscal han hecho que la factura media, según la OCU, haya sido para los hogares del PVPC de 50,39 euros. Es una cantidad que se sitúa por debajo incluso de la media anual de 2020 (año marcado por la pandemia), cuando fue de 56,28 euros. En media anual, el segundo mínimo se produjo en 2016, con 60 euros.
La diferencia entre los 105 euros mensuales de media de 2022 y los algo más de 60 de 2023 se traduce en una cantidad que al cabo del año asciende a casi 540 euros de ahorro. Aplicada a los 220.200 hogares que el INE contabiliza en la provincia de Valladolid supone casi 119 millones de euros en total al cabo del año. A ella habría que sumar las bajadas aplicadas por las compañías eléctricas que han beneficiado a quienes se encuentran en los planes del mercado libre que, por otra parte son una mayoría.
Otro de los factores que han contribuido a la rebaja en el coste del recibo de la luz son las medidas de ahorro puestas en práctica por los hogares, desde la instalación de fuentes renovables a aparatos de bajo consumo, así como el cambio de hábitos. Los números en este sentido también son explícitos: el consumo residencial entre enero y julio de 2023 ha sido en Valladolid de 304.583 Mwh, el 3,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. La disminución se sitúa a medio camino entre la lograda por el sector industrial (2,7%) y por el sector servicios (5,8%).
Las medidas paliativas para la factura eléctrica de los hogares, por otra parte, han ido acompañadas este año de una oleada de migraciones en el sector eléctrico. Según informa la CNMC, en el periodo enero-septiembre de 2023 «destaca un fuerte incremento en los cambios del mercado libre al regulado sobre cambios observados en 2022 (335.079 en 2022 y 492.585 en enero-septiembre 2023)». A su vez, se produce un fuerte descenso en los cambios del regulado a libre: de los 1,75 millones en 2022 a los 541.730 en enero-septiembre 2023, con datos a nivel nacional. Algo parecido ha sucedido en el sector gasista, en el que la «excepción ibérica» también se ha traducido en un tope a la subida de precios.
La explicación no tiene mucho misterio: también con datos del supervisor de los mercados, el precio medio de la factura doméstica en un mes del segundo trimestre fue de 25 euros para quienes tienen la PVPC y de 49 euros para los que están en el mercado libre. En el primero de los casos se encuentran el 29% de los hogares (con datos de 2022) y en el segundo, el 71% restante.
Hay que tener en cuenta que dentro del mercado regulado están los 1,5 millones de hogares que se benefician del bono social. Éste consiste en un descuento del 25% para consumidores vulnerables (que en 2023 se ha aumentado al 65% y del 40% para consumidores vulnerables severos (80% este año). Castilla y León es una de las comunidades con más personas solicitantes de esta ayuda, ya que llega a 110.258 hogares, según la estadística del Ministerio de Transición Ecológica a 30 de septiembre pasado. En Valladolid lo reciben casi 21.000 familias, de las que 14.800 se encuentran dentro del supuesto de criterio de rentas (menos de 1,5 veces el IPREM, es decir, 900 euros al mes para una persona); casi 4.000 en el de familias numerosas; cerca de 1.700 son pensionistas con la prestación mínima; y el resto, perceptores del Ingreso Mínimo Vital.
En el año que ahora toca a su fin, el IVA aplicable a la factura de la luz ha sido del 5%, en contraste con el habitual 21%; mientras que el Impuesto Especial sobre la Electricidad se ha reducido del 5,11% al 0,5%. A partir del próximo 1 de enero, el IVA subirá al 10% durante todo 2024; mientras que el impuesto especial será durante el primer trimestre del 2,5%, para subir al 3,8% en el segundo.
Las condiciones fiscales, así pues, serán menos favorables en 2024 que en 2023, si bien todavía serán mejores que en 2021. A medio plazo, los consumidores volverán a convertirse en 'un poco agricultores' y tendrán que volver a mirar el pronóstico meteorológico para encontrar alegrías en la factura. El excepcional clima del pasado noviembre y su traslación a la aportación de las energías renovables hizo que los precios bajaran a niveles desconocidos en más de dos años, un 20% más bajos que la media europea. Diciembre, según van las cosas, ya no va a ser igual.
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