Un vallisoletano testigo de la tragedia del Kumbh Mela: «Temimos por nuestras vidas»

El festival, que espera la afluencia de unos 400 millones de personas a lo largo de sus 45 días de celebración, transforma Prayagraj en una ciudad efímera con más de 160.000 refugios y 150.000 aseos para los peregrinos. A pesar del despliegue de 50.000 agentes de seguridad, las estampidas son un riesgo constante. Este miércoles 29, además, iba a ser el día más concurrido ya que según los astrólogos hindúes se iba a producir una alineación de cuerpos celestes. «Nunca he vivido algo así. Nos hemos encontrado que los puentes de acceso estaban bloqueados. Nos hemos quedado totalmente atrapados y hemos pasado momentos realmente de apuro. He llegado a pasar mucho miedo. Estábamos como en una lata de sardinas. No podíamos ni levantar los brazos para hacer fotos», explica Marco Negroni.

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Sergio García

El vallisoletano, que en el momento de la entrevista llevaba 24 horas andando (unos 50 kilómetros en total), sin comer ni beber, relata que la estampida ocurrió a las 4:30 de la madrugada, (aproximadamente sobre las 00:00 h en España) en un momento de gran afluencia de peregrinos. «Nosotros estábamos en el evento de los Naga Sadhus, que es una tribu muy venerada, que realizan un baño sagrado en las aguas del Ganges. La gente estaba muy expectante esperando verles. Había millones de personas y todas muy nerviosas. Es en ese momento cuando ha sucedido todo. El baño sagrado se canceló. Se decía que había habido varios fallecidos. Cuando intentamos salir, nos encontramos con el caos», describe Negroni, quien ya se encuentra en su campamento, tratando de reponerse tras la traumática experiencia. «Lo primero que pensamos es en cómo salir de la manera más rápida y segura. Cuando regresábamos al campamento hemos vivido momentos muy complicados. Todo el mundo quería salir de allí y no había nadie que dirigiera la evacuación. Apenas había policía y tampoco sanitarios. De los 30 puentes que hay para salir, hubo un momento en el que 28 de ellos estaban cerrados lo que también ha provocado pequeñas avalanchas. Ahí es donde yo realmente he temido por mi vida. Había cientos de miles de personas en una carretera del tamaño de una autovía atrapadas, sin posibilidad de salir hacían ningún lado. Al final salimos a un río por una zona de letrinas. Fue horrible. La situación sigue siendo caótica y no sabemos cómo va a evolucionar», comenta.

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Pese al impacto de lo vivido, Marco Negroni no pierde su esencia aventurera. «Este festival es un evento único en la historia de la humanidad. La riqueza cultural que se vive aquí es indescriptible», afirma, aunque reconoce que esta experiencia ha sido una de las más estremecedoras que ha vivido. «Sobre todo, quiero tranquilizar a los familiares y amigos. Muchos me han escrito. Estamos bien. Aquí no hay casi turistas europeos», concluye Negroni, quien sigue en el epicentro de una de las mayores reuniones humanas del planeta. «Este festival se celebra cada 12 años y éste iba a ser muy especial. Era el Kumbh Mela de los Kumbh Mela, que se celebra cada 144 años. No hay palabras para describir el tamaño de este encuentro humano. La pena es que se haya visto empañado por la tragedia», afirma.