Borrar
Jesús Velasco muestra el vehículo y la caravana con la que viaja a Portugal. Debajo, la notificación judicial. H. Sastre

Un vallisoletano denuncia la 'sisa' de dinero de los peajes portugueses

Un tribunal de Aveiro admite a trámite la reclamación de un jubilado por el cobro «indebido» de 32,93 euros de más

M. J. Pascual

Valladolid

Domingo, 14 de octubre 2018

Pone por delante que lleva veraneando con su familia en Portugal desde 1987 y elogia la amabilidad con que siempre le han tratado en el país vecino. Por eso precisamente, subraya Jesús Velasco García, le molesta tanto que el sistema de control de pago en las 'autoestradas' portuguesas le haya cobrado de más y que la empresa responsable del servicio, Infraestructuras de Portugal, le haya dado la callada por respuesta a su reclamación, que esta misma semana ha sido admitida a trámite por un tribunal de Aveiro. «No es por el dinero (son 32,93 euros exactamente) sino por la acción; es la impotencia que se siente, porque a todos los conductores españoles, con este medio de pago en los arcos de control, nos 'sisan' lo que quieren y no nos damos cuenta». Piensa en que solo por Fuentes de Oñoro (Salamanca) cruzan al otro lado de la Raya, de media diaria, más de 6.000 vehículos. Este vallisoletano, jubilado de Michelin, ha hecho del asunto su cruzada personal desde hace tres veranos y ha llegado a escribir, el pasado febrero, al primer ministro de la República de Portugal, António Luis Santos da Costa, para que el Gobierno corrija el sistema, basado en categorías de pago en función del tamaño de los vehículos. Le respondió su jefa de gabinete, Rita Faden, quien le aseguró que lo trasladaría al ministro de Planeamiento e Infraestructuras. Hasta hoy.

Pago virtual

Todo comenzó, recuerda Jesús Velasco en agosto de 2016. Al igual que en los últimos nueve años, ese mes viajó con su familia hasta Espinho y decidió cambiar de sistema de pago. Hasta entonces pagaba con las denominadas 'toll card', que consiste en una tarjeta de pago virtual asociada a la cuenta del usuario. Esta tarjeta es de prepago, con importes de 5, 10, 20 y 40 euros y se adquiere en las oficinas de correos lusas. El único requisito es activar la tarjeta, que puede hacerse por SMS o por Internet. Concluido el periodo de validez, el importe que no se ha consumido se devuelve a la cuenta.

Categorías de vehículos

  • Clase 1. Motocicletas y otros vehículos con altura a partir del primer eje por debajo de 1,10 metros. Con o sin remolque.

  • Clase 2. Los vehículos con dos ejes y una altura igual o superiora 1,10 metros.

  • Clase 3. Vehículos de tres ejes y una altura igual o superior a 1,10 metros.

  • Clase 4. Vehículos con tres o más ejes y una altura igual o superior a 1,10.

Vías

  • Concesiones. Norte Litoral (A-28), Grande Porto (A-4, A-41 y A-42) y Costa da Prata (A-17, A-25 y A-29). En total, 26 arcos de peaje con tasas variables, de 0,15 a 3 euros, en función de las categorías.

Tipos de pago

  • Telepeaje. Con dispositivo en el vehículo.Se puede alquilar el temporal Vía Verde.

  • Easytoll. Con la matrícula y una tarjeta bancaria asociada al vehículo. El 'alta' se realiza en una de las cuatro cabinas que existen en Portugal.

  • Tollservice. Tarjeta de prepago también asociada a la matrícula. Se consigue en su página web, en aeropuerto y en IKEA de Matosinhos.

  • Tollcard. Una tarjeta que dura un año y es recargable. Se vende en las oficinas de correos de Portugal, áreas de servicio y en su web.

Pero Velasco explica que, como no se le da bien la tecnología, optó ese verano por cambiar de forma de pago. Nada más pasar la frontera de Fuentes de Oñoro (Salamanca), que es por donde más le gusta entrar al país vecino, hay una estación de servicio en la que hay una especie de cajero en el que introduces la tarjeta de crédito y se asocia la matrícula del coche a esa tarjeta, de manera que cada vez que el vehículo pasa por uno de los arcos o pórticos que leen la matrícula, se va descontando de la tarjeta el importe del peaje. Como ese dinero se liquida en dos fases, una a últimos de agosto y otra en octubre, precisa el denunciante, «el primer año no me di cuenta». El segundo verano, sí. «Me habían cobrado de más 18,34 euros, así que mandé varios correos a Infraestructuras de Portugal». La justificación que le remitieron es que le habían aplicado la categoría C2 a su vehículo, que es la que se aplica a furgonetas, autobuses y camiones de pequeño tonelaje, y no la C1, que supone menor coste, y se aplica a turismos, turismos con caravana y motos. «En ningún caso se me podía poner el C2, porque yo llevo unturismo Ford Mondeo con una caravana, luego no entro en esta categoría, sino en la C1 o, en todo caso, al llevar remolque, en el C3».

Muy puntilloso y ciertamente mosqueado, al segundo verano decidió contar y hacer un croquis con los arcos por los que pasaba y los precios. De Valladolid a Espinho, por el paso de Fuentes de Oñoro, hay 220 kilómetros. Desde la localidad salmantina hasta la portuguesa de destino veraniego el vehículo tiene que atravesar exactamente 17 arcos, con sus correspondientes precios.

Distintas varas de medir

Esta clasificación que se aplica en Portugal se basa en medir la altura del vehículo desde el primer eje, «el de la dirección». Su coche mide 95 centímetros, lejos de los 1,10 metros de máximo que se fija para la categoría de menor precio, la C1. El problema, considera Velasco, es que el sistema «además de muy lioso es arbitrario, porque al final son ellos los que establecen a qué categoría pertenece tu coche y te descuentan lo que quieren». Fundamenta esta acusación de arbitrariedad en que el pasado mes de agosto, el Gobierno portugués modificó la altura del C1 para que «entraran» en ella los nuevos coches del Grupo PSA, que produce en el país vecino el Peugeot Partner o el Citroën Berlingo. La prensa portuguesa atribuyó a las presiones de dicha multinacional, que tiene su fábrica en Mangualde con 700 puestos de trabajo –está situada nada más entrar en Portugal por la frontera salmantina–, el cambio de la altura máxima de esa categoría, que se eleva de 1,10 a 1,30 metros. Con esta actualización aprobada el pasado verano, se acaba con los que denominan 'falsos clase 2', modelos que pagaban una tasa más elevada «y el Gobierno portugués aleja el riesgo de deslocalización de la factoría que los produce, así que se demuestra que cambian la normativa cuando les interesa», resume el vallisoletano.

Al primer correo que envió en noviembre de 2017 se sucedieron una veintena más. Lo curioso, indica, es que le devolvieron 1,40 euros «porque en uno de los viajes me clasificaron el coche ¡como C3!».

El pasado agosto, Jesús Velasco denunció el asunto en el juzgado de Espinho. Una «amabilísima» funcionaria le redactó la reclamación en portugués. Ahora que le acaba de llegar la nofiticación de que le ha sido admitida a trámite reconoce que le puede salir más caro el collar que el galgo y por ello se está pensando si sigue adelante con el pleito, aunque dice que pagaría bien a gusto si las autoridades europeas tomaran cartas en el asunto. «Es frustrante que estemos en la Unión Europea y no haya una regulación del sistema de peajes único y simplificado en todos los países», indica, a propósito de que no hay fronteras interiores desde que los países miembros firmaron el Tratado de Schengen. Elogia el método de Suiza, «que compras una tarjeta por un precio y te mueves con ella cómodamente todo el tiempo que vayas a estar allí, sin mayor complicación».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Un vallisoletano denuncia la 'sisa' de dinero de los peajes portugueses

Un vallisoletano denuncia la 'sisa' de dinero de los peajes portugueses