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Operarios de la empresa Blape vallaron ayer la plaza de la Libertad con motivo del inicio de las obras de rehabilitación del edificio en el que se ubicaba el mítico bar El Penicilino, que comenzarán de forma inmediata. El Grupo Jamsa llevará a cabo ... esta reforma para construir en el interior de este inmueble, con fachada protegida, un total de 18 pisos de dos y tres dormitorios, con superficies que oscilan entre los 80 y los 121 metros cuadrados.
Fuentes de la promotora de Elyon Residencial, como se ha denominado al edificio, confirmaron ayer que el 50% de ellos ya están vendidos. El precio medio de las viviendas se sitúa en los 400.000 euros, según la información facilitada por esta compañía, con sede en Madrid.
«En este momento no hay nada que nos permita pensar en una posible reapertura, ni en este edificio, ni en el centro». Jesús Niño, uno de los integrantes del equipo del mítico bar El Penicilino, considera complicada la resurrección de un negocio que sido referente del ocio en este entorno del casco histórico durante años. «El dueño dijo a la prensa, a nosotros no, que se iba a dejar un espacio para un bar», asegura Niño, quien acota, además, que no saben cuál será su situación laboral y personal dentro de veinte meses, cuando concluya la obra. Miraron en su momento alguna posible reubicación cercana, pero aquella búsqueda por la zona centro no cuajó.
La rehabilitación del edificio permitirá, además, sacar a la venta seis locales comerciales en la planta de calle de este céntrico enclave, una oferta que podría ser apetecible para quien quiera montar un establecimiento hostelero por el área peatonal en el que su ubica.
El inmueble contará con dos portales, uno en la propia plaza y otro en Portugalete. El bloque no incluye la excavación de plazas de garaje, aunque Jamsa asegura que ellos mismos se encargarían de gestionarlas a los futuros propietarios en un ámbito cercano. Durante los meses en los que se desarrollará la obra, el espacio público que rodea a la construcción permanecerá cerrado para el acopio de materiales y para permitir el trabajo de los obreros y la maquinaria con garantías de seguridad para los peatones que circulen por el entorno.
Hace tres semanas se comenzó a despejar esta zona con la retirada de dos postes con cabinas telefónicas. Del cierre con la valla metálica se librará el quiosco situado en plaza, a pesar de que se encuentra cerrado desde hace ya algún tiempo.
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