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Valladolid vivirá un puente ajeno al temporal: nieblas matinales y veinte grados por la tardeValladolid, al igual que en los días pasados, va a continuar esquivando los efectos del devastador temporal que está arrasando el sureste del país. Aquí, los coletazos de la letal dana que ha barrido, y continúa, la península de este a oeste solo llegaron en ... forma de ligero aguacero (poco más de doce litros por metro cuadrado) y rachas de viento moderado de apenas 50 kilómetros por hora en la madrugada del martes al miércoles. Nada más. Por fortuna. Y las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a que la estabilidad, aunque con nieblas matutinas, marcará el tiempo durante el puente de los Santos.
Este jueves (día festivo para colegios, institutos y universidades), de hecho, el mercurio ha vuelto a superar los veinte grados y así, en torno a esta temperatura máxima, se mantendrá durante los próximos tres días, y también durante el arranque de la semana que viene. Las previsiones contemplan un escenario de nieblas matutinas a lo largo de todo el puente, con mínimas muy suaves que rozarán los diez grados, con cielos algo nublados, con un cierto riesgo de alguna llovizna, durante la tarde del viernes para después despejarse en los dos días siguientes, siempre con máximas situadas en torno a esos veinte grados sin apenas viento.
Buen tiempo, en definitiva, de cara a un puente en el que se producirán numerosos desplazamientos internos en la provincia y en el que cabe recordar la recomendación, casi súplica, de evitar viajes hacia las provincias devastadas por la dana.
Este escenario de estabilidad viene a cerrar un mes de octubre que se ha situado como el más lluvioso del año, con 92,4 litros por metro cuadrado recogidos en la capital, el 48% más de lo habitual para la media de referencia (62,3), y que ha elevado el balance hídrico del año hasta los 451,8 litros por metro cuadrado, el 33% más de lo habitual para los primeros diez meses del año (339,3) y el 4% más de lo esperado para el año completo (433,4). De manera que toda la lluvia que caiga durante los próximos dos meses incrementará aún más el saldo positivo de precipitaciones del presente 2024.
Durante el mes que ahora concluye se han registrado precipitaciones en 18 de sus 31 días, encabezadas por los 19,8 litros recogidos el día 7 y los 18,4 del día 16. La tercera jornada más húmeda fue, con 13,8 litros, la del pasado miércoles, con doce de ellos recogidos durante la madrugada. El paso de los restos de dos huracanes, Kirk (día 9) y Leslie (día 15), también complicó la meteorología en octubre.
Octubre fue, en su conjunto, muy lluvioso y también muy cálido, sobre todo, fruto de unas temperaturas mínimas inusualmente altas, con máximas de hasta 16,7 grados y una media de 10,5 grados, 2,5 por encima de lo normal (8). Las máximas, sin embargo, fueron prácticamente las normales para este mes, con 19,7 grados de media, 0,3 por encima de lo habitual -para el periodo de referencia 1991-2020-. La temperatura media, al final, se situó en los 15,1 grados, 1,5 superior a la normal (13,6).
De manera que el presente año mantiene una temperatura media muy alta, en la línea de sus antecesores, que se sitúa en los 15,4 grados, 1,1 por encima de lo habitual para el periodo de enero a octubre. Y noviembre arrancará también con fuerza, con esos 20 grados de máxima y cerca de 10 de mínima previstos para los próximos días. Un tiempo más primaveral que otoñal en un mes en el que lo habitual, en el caso de Valladolid, es que las máximas ronden los 12,3 grados de media y las mínimas los 3,8.
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Tampoco se esperan precipitaciones significativas a medio plazo. Las reservas hídricas, en este sentido, están llenas en los embalses de la cuenca del Duero, que a día de hoy se encuentran al 55,1% de su capacidad, 16 puntos más que hace un año y 15 puntos por encima de la media habitual de los últimos años, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Las intensas lluvias que han protagonizado el recién concluido mes de octubre, sin embargo, no se han traducido en episodios significativos de crecidas de los principales ríos que bañan la provincia. Tanto es así que sus dos ríos señeros, como son el Pisuerga y el Duero, mantienen unos caudales no solo estables sino ligeramente por debajo de su volumen habitual para la época, con 47 metros cúbicos en el caso del afluente y 40 en el del Duero a su paso por la capital. Muy alejados ambos de sus niveles de riesgo de desbordamiento (a partir de seiscientos en el Pisuerga). Solo el Esgueva ha visto crecer su caudal este jueves, con un caudal de 3,4 metros cúbicos por segundo, uno más que 24 horas antes, con una ligera tendencia aún al alza (su nivel de alerta se sitúa por encima de los diez). La CHD, en este sentido, no ha activado aviso alguno por riesgo de desbordamientos en el conjunto de la cuenca.
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