Valladolid vivió en 2023 el segundo año más cálido de la historia

El año pasado fue, en cualquier caso, muy cálido y dejó una temperatura media de 14,4 grados, 1,4 por encima de lo habitual para el periodo de referencia 1990-2020. Nueve de sus doce meses fueron notablemente más calurosos de lo habitual (de marzo a noviembre), uno dejó los registros habituales (enero) y solo dos fueron más fríos de lo normal (febrero y diciembre).

Y fue precisamente el mes que despidió el año el que dejó la sucesión de días de heladas más prolongada, con doce días consecutivos con el mercurio bajo cero (entre el 17 y el 28), en los que la niebla evitó que el termómetro apenas pasara siquiera de los cuatro grados de media y dejó el día más frío de 2023, el 27, con -1,1 grados de temperatura media (-3,6 de mínima y 1,3 de máxima).

El mes pasado fue, de hecho, el diciembre más frío desde hace justo diez años, con una temperatura media de 4,7 grados, 0,3 por debajo de lo habitual (en 2014 se registró una media de 4,3), casi la mitad de los más inusuales 8,3 grados de media registrados en diciembre de 2022.

El 2023, no obstante, fue muy cálido en su conjunto (14,4 grados de media) y se quedó a tan solo tres décimas del tórrido 2022 (14,7 grados de temperatura media). El año ya apuntaba maneras desde su comienzo, cuando dejó unos inéditos 18 grados de temperatura máxima el 1 de enero (el récord absoluto para un mes de enero). 2023 dejó, además, otras efemérides meteorológicas en forma de picos de temperaturas máximas más altas registradas jamás para otros tres meses: abril (22,5 grados alcanzados el día 27), agosto (40 grados el día 22) y octubre (33,3 grados el día 2).

Las altas temperaturas del año pasado siguieron la senda del último lustro (y del último cuarto de siglo), con tres de los últimos cinco años situados entre los cinco más calurosos de la historia, encabezados por 2022 (14,7 grados), 2023 (14,4) y 2020 (14,2). Estos tres años, junto a 2016 (14,2), son los únicos en los que se ha superado la barrera de los catorce grados de temperatura media, según los datos recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Y si diciembre fue el responsable de evitar que 2023 acabará como el más cálido de la historia, también estuvo detrás de que el año acabara con un balance negativo de lluvias. El mes pasado fue, en este sentido, seco y concluyó con tan solo 24,2 litros por metro cuadrado, un 46% menos de lo habitual (45 litros). Cortó, además, un trimestre anterior pasado por agua, en el que se recogieron la friolera de 236,4 litros por metro cuadrado, más de la mitad de lo habitual para todo el año.

2023 fue, no obstante, muy irregular en cuanto a precipitaciones y cerró su balance hídrico con 393,6 litros por metro cuadrado, 39,8 menos de lo normal, lo que supuso un déficit del 9,2%. Eso fruto de un inicio de año muy seco, con sus cinco primeros meses en negativo en lo que a lluvias se refiere. Junio cortó fugazmente la sequía (concluyó con notable superávit de precipitaciones) para dar paso a dos meses (julio y agosto) en los que prácticamente no llovió (en agosto no se registró una sola gota). Después llegó el citado trimestre pasado por agua (septiembre, octubre y noviembre) y en diciembre se volvió a cerrar el grifo.

El año pasado, pese a todo, casi rozó la media habitual de lluvias y con sus 393,6 litros por metro cuadrado se sitúa como el octavo más seco del siglo XXI, un ránking que aún lidera 2017, el más seco de la historia, en el que tan solo se recogieron 190,8 litros. 2022, eso sí, acabó con las lluvias normales, con 434,1 litros.

Enero, por ahora, ha comenzado relativamente lluvioso fruto de los más de diez litros por metro cuadrado caídos entre la tarde del martes y, sobre todo, la pasada madrugada. Para los próximos dos días, eso sí, se esperan algunas precipitaciones más, si bien las previsiones de la Aemet apuntan a que las lluvias respetarán la tarde del próximo viernes, cuando se celebrará la tradicional cabalgata de Reyes, y las jornadas siguientes. No se atisban, en principio, más lluvias a medio plazo.

Las temperaturas serán, por ahora, suaves y las heladas volverán a marcar las madrugadas a partir del próximo fin de semana, con el mercurio ya situado desde entonces en torno a los cinco grados de máxima. Esto último vale, de momento, prácticamente hasta el segundo fin de semana del año, cuando se celebrará la concentración motera Pingüinos.