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«El ser humano se ha empeñado en convertir un lugar de paz en todo lo contrario», asegura Jesús Fernández Lubiano, vicario general de la Archidiócesis de Valladolid. Había puesto todas sus ilusiones en el próximo 4 de noviembre, cuando tenía previsto visitar, por quinta ... vez en su vida, Tierra Santa. Lo haría acompañado por otros 49 vallisoletanos en una peregrinación diocesana que ha tenido que ser suspendida por la guerra en Gaza.
No es el único viaje cancelado desde Valladolid por el conflicto entre Israel y Hamás. Este miércoles, 18 de octubre (y hasta el día 26), otra comitiva con 47 vallisoletanos tenía programada su salida hacia Jerusalén, en un viaje organizado por la parroquia de Cigales. Ambas expediciones contaban con la logística de la agencia Presstour, que ha devuelto el dinero a los peregrinos.
El viaje organizado por la diócesis, por ejemplo, costaba 1.850 euros por persona en habitación doble. Y la demanda había sido tan alta que, una vez completado el cupo de viajeros, ya estaban pensando en un nuevo viaje, la próxima primavera, que también está en el aire. «La situación está bastante negra, sin visos de que se resuelva tan pronto», se duele Fernández Lubiano.
«Es un desastre, algo terrible y trágico lo que ocurre en Gaza. Aquel debería ser un lugar de paz, de encuentro y de comunión, pero es un espacio de permanente conflicto, de ataques y bombardeos inesperados», lamenta Alfredo Lanchero, quien había promovido la comitiva que partiría de Cigales, con vecinos de esta parroquia y de municipios cercanos. En su caso, no es la primera vez que han tenido que suspender el viaje. Lo intentaron otra vez hace tres años y medio, cuando tenían programada una peregrinación que tuvo que ser suspendida por culpa de la covid. Y ahora que por fin iban a retomar aquel viaje, se topan con el horror de la guerra. «Es verdad que el conflicto no está específicamente en esa zona, pero es que todo el país está en guerra», cuenta Lanchero.
Las peregrinaciones a Tierra Santa tenían previsto visitar, con la compañía de un guía turístico-espiritual (un sacerdote de Alcalá de Henares), escenarios significativos y emblemáticos para los creyentes cristianos. Nazaret, Jerusalén, Belén («que está en territorio palestino»), el monte de las bienaventuranzas o el mar de Galilea.
«Este es uno de los lugares mejor conservados. En la Biblia hay tantos pasajes, tantos milagros que tuvieron lugar allí, que es impresionante verlo», asegura Fernández Lubiano, quien destaca la enorme «emoción» que supone para un cristiano visitar Tierra Santa, «todos esos lugares que hemos escuchado toda la vida, que forman parte de nuestra educación y de tradiciones como nuestra Semana Santa».
El viaje organizado desde Cigales tenía previsto además un traslado a Jordania, tal y como explica Lanchero, quien ha visitado en tres ocasiones aquellos lugares y quería que los fieles de su parroquia pudieran disfrutarlos en primera persona. «La ciudad antigua de Jerusalén, el monte de los olivos, el muro de las lamentaciones, el santo sepulcro… es el centro neurálgico de la tierra de Jesús», asegura Lanchero, quien recuerda que la empresa encargada de organizar estas peregrinaciones ha suspendido ocho viajes previstos desde aquí a finales de año, dos de ellos, estos de Valladolid.
«De hecho, algunos llaman a Tierra Santa el quinto Evangelio -explica Jesús Fernández Lubiano- porque conocer los lugares y el paisaje te ayuda a comprender los otros cuatro».
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El viaje organizado por la diócesis (que en un primer momento iba a contar incluso con la presencia del arzobispo, Luis Argüello) tenía prevista su salida el 4 de noviembre en autobús desde Valladolid para desplazarse a Madrid, donde se cogería un vuelo hacia Tel Aviv.
Los dos primeros días se haría noche en Belén, con una excursión a Ain Karem, donde se atribuye el pasaje de la Visitación, en el que María se encuentra con su prima Isabel. Durante las dos jornadas siguientes, los peregrinos se hospedarían en Nazaret, con visitas al desierto de Judea, Jericó y Monte Tabor (el tercer día), Caná y el Lago de Galilea (cuarto día) y Monte Carmelo (en la quinta jornada del viaje, ya con noche en Jerusalén). En esa ciudad se pasarían los últimos días del viaje, antes del regreso a España, de nuevo vía Tel Aviv. El viaje, con pensión completa, proponía una eucaristía diaria en distintos santuarios (reservados con anticipación).
«Al menos, no nos ha pillado allí», afirma con alivio Lanchero. Tanto él como Fernández Lubiano subrayan que lo verdaderamente importante no es la cancelación de estos viajes, sino la situación que se vive en Palestina e Israel. «Aquello es desde hace años un polvorín. Esperamos que la solución se resuelva cuanto antes y la paz llegue por fin allí», asegura Lanchero, en un mensaje de «esperanza» al que se suma el vicario de la archidiócesis de Valladolid.
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