Valladolid suma nueve vecinos cada día por la llegada de población extranjera

La provincia encadena así casi dos años de crecimiento demográfico, desde que tocó suelo en julio de 2021, con 517.995 residentes. Llegó a esta cifra (la más baja desde finales de 2006) después de una sangría constante en el padrón registrada desde enero de 2012. Desde esa fecha y durante casi diez años, las cifras de población de Valladolid se situaron en caída libre. Pasaron del máximo de 532.644 residentes alcanzado en 2012 a esos 517.995 del verano de 2021. La natalidad (con números cada vez más bajos) y el frenazo en la llegada de población extranjera (primero por la crisis económica y luego por la covid) impactaron de lleno en los registros del padrón.

Sin embargo, en los últimos dos años, el flujo en la llegada de personas procedentes de otros países se ha reactivado. Y es el principal factor que explica este incremento en el número de vecinos. De hecho, las personas nacidas en España que viven en la provincia bajaron de 474.451 en enero a 474.165 en abril (286 menos).

Durante los tres primeros meses del año, llegaron a Valladolid 450 colombianos, 200 venezolanos y 160 marroquíes, de acuerdo con las cifras publicadas por el INE. Solo estas tres nacionalidades suponen 810 nuevos registros en el padrón, que sirven para amortiguar la caída en el movimento natural de la población (son más las personas que mueren que las que nacen en la provincia).

La estadística más reciente dice que en Valladolid nacieron 266 bebés en enero, 205 en febrero y 266 en marzo (737 en el trimestre). Es la segunda cifra más baja de los últimos cinco años. Solo el primer trimestre de 2021 (con la resaca de la covid) tuvo peores registros, con 684 nacimientos.

Frente a esto, las primeras estimaciones publicadas por el INE dicen que durante esos tres meses fallecieron 1.330 vallisoletanos. Es decir, murieron 593 personas más de las que nacieron en Valladolid. El padrón habría registrado una caída de casi 600 habitantes por causas estrictamente naturales si no se hubiera compensado por otras vías, como la llegada de población procedente de otros países o de otras provincias.

Valladolid es una de las cuatro provincias de Castilla y León en las que ha crecido la población durante este primer trimestre del año. Junto a ellas se sitúan Burgos, Soria y Segovia (que registra el mayor incremento porcentual, del 0,28%). El resto de las provincias, las situadas más al oeste, continúan con un descenso demográfico que parece no encontrar antídoto. En cabeza de la pérdida de población está Zamora.

El tirón de las cuatro provincias que suman vecinos permite compensar las pérdidas de aquellas que están en número rojos y así Castilla y León crece durante el primer trimestre de 2023. Lo hace con una variación absoluta de 377 habitantes, hasta situarse en 2.382.571. Es un crecimiento del 0,02%, el más bajo de todos los de España (aunque se libra de la caída que sí que han vivido en Ceuta, Melilla y Extremadura; o Galicia, que repite datos).

En el conjunto del país, la población residente aumentó en 136.916 personas y llegó a los 48.196.693 habitantes. El fenómeno es muy similar al vivido en Castilla y León, con el empuje de la población extranjera como principal motivo para el crecimiento (el número de foráneos subió en 149.530 personas durante el primer trimestre).

Durante los últimos veinte años, el padrón vallisoletano se ha movido en tres grandes etapas. La primera, desde principios de siglo hasta el año 2012, fue de constante escalada, acelerada a partir del año 2005, en un periodo de crecimiento económico y de posibilidades de empleo, que incrementó el porcentaje de población extranjera (y también registró un repunte de la natalidad).

Este periodo se truncó a partir de 2012, en plena crisis económica y durante los peores años del paro (la tasa de desempleo más alta se alcanzó en la primavera de 2013). La ligerísima recuperación demográfica que se intuía a finales de 2019 se truncó en 2020, con la pandemia de la covid. El cierre de de fronteras frenó la llegada de foráneos y, además, la natalidad marcó su mínimo histórico.

Con el retorno de los flujos migratorios, el padrón ha vuelto a crecer en los últimos meses. Hoy, las cifras de población son similares a las de julio de 2007, pero durante estos años ha cambiado el perfil de la población vallisoletana. Somos más viejos.

Si se echa un vistazo a las pirámides de población, puede apreciarse un estrechamiento de la base (niños y adolescentes) y cómo ha crecido de forma clara la parte superior (con las personas de más edad). A continuación, pueden verse las pirámides de 2003, de 2013 y la última, correspondiente a 2023.

En 2003, Valladolid contaba con 21.352 vecinos que habían superado los 80 años de edad. En 2023, esa cifra ha crecido hasta los 30.078 (un incremento del 40%). Por el contrario, el número de menores de 9 años ha caído el 1,4% (de 39.368 a 38.806).