Ni la alarma ni la situación del local, ubicado a diez metros escasos de la comisaría de barrio de la Policía Local de la Rubia, evitaron que los ladrones visitaran dos veces en nueve días el bar La Boheme, situado en la esquina de las calles Joaquín María Jalón y Legión. Su dueña reconocía ayer que «lo peor es la inseguridad que te genera y el miedo que siento ahora cada vez que abro o cierro el local».
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Los delincuentes cometieron los robos en las madrugadas de los días 18 (domingo) y 26 de enero (sábado). En las dos ocasiones «forzaron la puerta de la calle Legión y reventaron las dos máquinas tragaperras a mazazos –tan expeditivo método es habitual de la 'banda del BMW'– para llevarse «los cajetines».
Entre los dos golpes sumaron «dos mil euros». No tocaron más. Tampoco les importó demasiado que saltara la alarma y que hubiera cámaras. La víctima reconoce que los robos, más allá de los daños (escasos) de cambiar las cerraduras, además del destrozo de las tragaperras, sí le ocasionaron trastornos considerables. «Te llaman a las cuatro de la mañana para decirte que te están robando, vienes, te tiras aquí horas esperando al cerrajero y luego pierdes la mañana hasta que vienen los de la Científica a buscar huellas», relata la hostelera, quien lamenta que los seguros, además, «no te cubren las tragaperras».
Así que ella perdió mil euros y la empresa de las máquinas otros mil (los beneficios se reparten a medias). Dos bares más del barrio (La Cantina de Rafa y Goyo) han sufrido también en las últimas semanas otros dos intentos de robo. «Parece que nos toca sufrir», suspira.
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