Valladolid es la séptima provincia con mayor ocupación de pisos turísticos en fin de semana

Pero a pesar de este incremento de cifras, también los apartamentos turísticos se han visto afectados por un semestre atípico, con más lluvia de lo habitual (llovió 67 de los 182 primeros días del año, frente a las 44 jornadas de precipitaciones en la primera mitad de 2023) y una Semana Santa desastrosa en lo meteorológico. Solo salieron a la calle once procesiones. 27 fueron suspendidas. Y esto echó para atrás a muchos viajeros que tal vez tenían previsto visitar Valladolid en las fechas de su principal reclamo turístico. Los hoteles perdieron viajeros. Los apartamentos no pudieron mantener el ritmo de crecimiento del año anterior. Entre principios de 2022 y 2023, el incremento fue del 84,9%. Entre el primer semestre de 2023 y el de 2024 se ha quedado en el 20,8%. Una pequeña zancadilla que, de todos modos, no oculta algunas de las buenas cifras que regalan los pisos turísticos a Valladolid.

Esta es la séptima provincia con una mayor ocupación en fin de semana. Siete de cada diez pisos turísticos (el 70,87%) cuelgan el cartel de completo de viernes a domingo. Por delante, solo se sitúan provincias con un indudable tirón turístico. En cabeza, Barcelona (con una ocupación del 82,57%), seguida de Madrid y Sevilla, que superan el 79%. Por delante de Valladolid se sitúan también Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Toledo. Esta fantástica posición vallisoletana tiene dos explicaciones principales. La primeras es que Valladolid es una plaza donde los pisos turísticos no tienen todavía una gran implantación. Su número crece, pero la oferta no es tan elevada como en otras ciudades.

Así, los apartamentos se llenan antes. El número de establecimientos cifrados por el INE, a junio de 2024, era de 190, con 816 plazas disponibles (cuando hace justo un año eran 188 y 764, respectivamente). La segunda causa para esta elevada ocupación en fin de semana es que Valladolid es un destino ideal para este tipo de excursiones de menor duración, que tienen a los madrileños como principales protagonistas. Durante el año pasado, 31,54% de los viajeros que hicieron noche en Valladolid procedían de Madrid. El 19,15% había llegado desde otras provincias de Castilla y León. La estancia media en los pisos turísticos confirma esas estancias de fin de semana. Se sitúa en 2,79 días (cuando en 2023 fue de 3,02). Por encima de la estancia media de 1,79 jornadas que se registra en los hoteles.

La provincia pierde posiciones cuando la mirada se extiende al conjunto de la semana. Entonces, cae el puesto número 13 en el porcentaje de ocupación de apartamentos (29,53%) y al número 16 en el uso de plazas disponibles (23,53%). En ambos casos, Barcelona se sitúa en cabeza (con porcentajes del 80,16% y 59,4%, respectivamente).

Valladolid tiene ahí margen de mejora en un sector, el de las viviendas de uso turístico, que ha experimentado un importante crecimiento durante los últimos años. El Plan Estratégico de Turismo, un documento presentado en marzo y que fija los objetivos hasta 2027, subraya la «creciente importancia» de este fenómeno en la ciudad, si bien recuerda que está inmerso en un «marco regulatorio poco preciso», que se suma a «la falta de un sistema estandarizado de control». En el caso de Valladolid, recuerdan desde el Ayuntamiento, el parque de apartamentos turísticos está «muy alejado, en términos de volumen absoluto, de los grandes destinos urbanos nacionales». Un informe de la consultora AirDNA cifraba en 370 el número de alquileres activos en la capital en 2023. Aquí se incluyen no solo los establecimientos reglados, sino también los pisos piratas que se anuncian a través de Internet. Así, el 36% de ellas corresponden a habitaciones privadas y el 7% a habitaciones compartidas.

Esta misma semana, la Junta de Castilla y León ha avanzado que, después del verano, impulsará un decreto ley para que las administraciones locales puedan facilitar o restringir el crecimiento de las viviendas de uso turístico en sus municipios. La principal medida será la posibilidad de cambiar una vivienda de residencial a turístico. Esta concesión, explicaron fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, «recaerá en los ayuntamientos, por ser la administración con un mayor conocimiento de la situación de su municipio». También el Gobierno central trabaja en una nueva medida legislativa que facilite a las comunidades de vecinos vetar la presencia de un piso turístico en su portal.

También el turismo rural se ha visto afectado por un complicado primer semestre, con un descenso tanto en el número de viajeros (de 19.257 a 17.670) como en el de pernoctaciones (de 41.908 a 35.498). De hecho, la provincia no ha conseguido recuperar las cifras previas a la pandemia, cuando alcanzó su récord de viajeros en el primer semestre de 2022 (22.933). Estas son cifras correspondientes a este lluvioso primer semestre. Ahora, el turismo rural de Valladolid se asoma a unos meses propicios, con las fiestas de los pueblos como principal reclamo, unido al tirón de la enología y el turismo gastronómico.

El INE ha publicado este jueves las cifras correspondientes al sector, en el que Castilla y León se consolidó de nuevo en junio como la principal comunidad en número de viajeros de turismo rural (72.817 en el mes), por delante de las Baleares (66.758). Valladolid es una de las provincias con la oferta más limitada, con 177 establecimientos y 1.819 plazas dadas de alta, aunque no todas están operativas durante todo el año.