Secciones
Servicios
Destacamos
La Virgen de las Angustias volvió a procesionar este lunes por la noche aún sin salir a las calles con su corona dorada. La de los grandes fastos espirituales con su pueblo y con quien en fechas magnas de la capital vallisoletana viene a verla ... porque la corona dorada que lucía solo es para las grandes ocasiones. Y este lunes lo fue. Fue algo así como una procesión intimista aún postrada en el mismo camarín donde recibe culto en su penitencial, y desde donde recibió la visita y la oración de Braulio Rodríguez Plaza, el que fuera arzobispo de Valladolid entre los años 2002 y 2009, coincidiendo con el 13 aniversario de la coronación canónica de la imagen mariana en la Catedral.
Fue precisamente el actual arzobispo emérito de Toledo el que promovió la concesión del privilegio otorgado por la Santa Sede y el que presidió aquel acto de la tarde del 3 de octubre de 2009, que este lunes recordó con «especial cariño y con mucha intensidad ante una ciudad de Valladolid abarrotada, entregada a la Madre de Dios».
La Cofradía de las Angustias distinguió este lunes a Rodríguez Plaza como diputado de Honor en agradecimiento a su trabajo, labor y dedicación a esta penitencial vallisoletana en esta efeméride de la coronación canónica concedida exactamente en diciembre de 2008. Precisamente, como él mismo recordó, poco tiempo después a esa fecha, en abril de 2009, durante el transcurso de la Semana Santa, trascendió la noticia de que sería trasladado y designado como máximo responsable de la Archidiócesis de Toledo en fechas venideras.
Sin embargo, con una diócesis vallisoletana aún vacante y donde luego se designó a Ricardo Blázquez como su sucesor en 2010, lo cierto es que la cofradía solicitó al propio Rodríguez Plaza que presidiese los actos de la coronación canónica de aquel 3 de octubre. Así, desde entonces, su unión «ha sido y es eterna en el tiempo», hasta el punto de que este lunes por la noche explicó que «ya conocía la imagen de la Virgen de las Angustias desde que era arzobispo de Osma-Soria». «Me llamaba la atención su devoción aún desde la distancia porque es una devoción muy reconocible y querida más allá de las fronteras vallisoletanas», comentó a los asistentes en un discurso emocionado, sin papeles, con voz un tanto apagada, pero con la sensación de sentirse «en casa».
En presencia del prelado vallisoletano, Luis Argüello, y también con la asistencia de representantes de cofradías como la Pasión, Jesús Nazareno, la Preciosísima Sangre o las Siete Palabras, el emérito de Toledo recordaba, nostálgico, su paso por Valladolid, «las distintas realidades de esta ciudad y esta Diócesis». «Recuerdo aquella Semana Santa en que me designaron para Toledo y por la calle me felicitaban por mi ascenso», a lo que ultimó con un chascarrillo: «Por eso en Toledo no he coronado a ninguna Virgen, porque no quería que me trasladasen», lo que provocó la risa cómplice de los asistentes.
«Me acuerdo mucho de la Semana Santa», declaró Braulio Rodríguez Plaza, a la vez que reconoció que vivió las procesiones «con mucha intensidad con los fieles» y que estos años fuera de Valladolid ha seguido «con especial interés y cariño» las retransmisiones del Sermón de las Siete Palabras o las apariciones de la Semana Santa de Valladolid en los medios de comunicación nacionales. «Siete años de la vida de uno que se viven con tanta intensidad no se olvidan y esta ciudad, Valladolid, su Semana Santa y sus gentes las llevo muy dentro».
Durante la celebración de una sesión pública de una Junta de Hacienda, aunque el día laborable a buen seguro restó participación de cofrades y fieles, los directivos le mostraron a Rodríguez Plaza su agradecimiento por aquel magno acontecimiento, «una fiesta en honor a la Virgen, un acto solemne pero sobrio», como indicó el alcalde antiguo de la cofradía, José Antonio Casas, al tiempo que quiso destacar que la hermandad sigue practicando la encomienda recibida hace 13 años, la de ayudar a los más necesitados a través de la acción social de la hermandad. Sin duda, como muchos rememoraban este lunes, «una coronación con la que se distinguía la devoción popular de la ciudad».
Otros, del mismo modo, recordaban las palabras de entonces de Rodríguez Plaza porque bien pudieran transcribirse en la actualidad, dado que este lunes recordó la piedad en torno a los siete cuchillos de la Virgen y el día de la coronación también esbozó la figura maternal de María a través de los siete dolores de la Virgen de las Angustias, ensalzando así el papel como madre y cuestionando así el aborto: «¡Cómo no vamos a valorar la vida oponiéndonos al aborto, cuando esa humanidad de Jesucristo nació de seno de la que engendró el Espíritu Santo!». Así, el acto se cerró con una emotiva eucaristía donde aludió a las tan admiradas expresiones de la también conocida Señora de Valladolid de Juan de Juni.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.