Valladolid rinde homenaje a Red Hugh O'Donnell y tiende puentes con Irlanda

Los arqueólogos, en cuanto a la búsqueda del cuerpo de Red Hugh, descartan ya definitivamente su posible localización una vez analizados los 18 cuerpos exhumados durante las excavaciones de hace dos años, cuando se encontró la entrada a la capilla del desaparecido convento de San Francisco (1260-1835) y tres niveles de enterramientos muy anteriores a la muerte del rey irlandés. Los estudios sitúan dichos cuerpos entre los siglos XIII y XIV. La mayoría, además, fueron inhumados con un simple sudario y apenas se han recuperado indicios en forma de ropas u objetos que permiten su posible identificación más allá de un rosario de cuentas perteneciente a una mujer, cuya imagen ha sido ahora recreada por el investigador Juan Carlos Urueña -en la fotografía-, y unas monedas de Alfonso XI (1311-1350).

«Lo que hubiera por encima desapareció con toda probabilidad durante la demolición del convento en el siglo XIX y lo cierto es que los cimientos del actual edificio (levantado sobre el emplazamiento del claustro del convento y esta y otras capillas) impiden continuar la búsqueda más allá de lo ya excavado», ha resumido el arqueólogo Jesús Misiego, que llevó a cabo la prospección entre el 18 de mayo y el 8 de junio de 2020, durante una charla celebrada este lunes para presentar los resultados de aquella investigación, que iniciaron los historiadores Óscar Burón y Juan Carlos Urueña para situar, y lo hicieron con una precisión casi milimétrica, la ubicación de la capilla de Las Maravillas dentro de un convento que ocupaba tres hectáreas entre la Plaza Mayor y las calles Duque de la Victoria, Santiago y Constitución.

Lo que sí está claro, y así lo refleja la documentación histórica, es que en esta capilla recibieron sepultura Cristóbal Colón y Red Hugh O'Donnell. Este último con honores de rey. El héroe irlandés murió en Simancas el 10 de septiembre de 1602 cuando esperaba a ser recibido por Felipe III para pedir su ayuda en la guerra contra los ingleses. Y hoy, 420 años después de aquella efeméride, Valladolid ha rendido homenaje a Red Hugh O'Donnell con una serie de charlas y conferencias, la inauguración de una placa en su recuerdo en la calle Constitución y una recreación de su sonado funeral, que partió del Palacio Real para desembocar bajo la citada placa, donde fue enterrado entonces. Allí se depositó una corona de laurel en su memoria y en reconocimiento a su figura.

Valladolid, según ha querido destacar el alcalde, Óscar Puente, quiere así estrechar lazos y tender puentes con Irlanda. Un guante que ha recogido el embajador de dicho país en España, Frank Smyth, quien agradeció el gesto de poner en valor la figura de Red Hugh O'Donnell y trasladó la «enorme gratitud de Irlanda al pueblo de Valladolid» por este hecho y por acoger en su día a su héroe en un «momento complicado de nuestra historia».

A la inauguración de la placa acudieron dos descendientes del navegante y el héroe irlandés, Cristóbal Colón y Hugo O'Donnell (los dos se llaman igual que sus ancestros), quienes mostraron su gratitud por el recuerdo a sus antepasados y la puesta en valor del lugar en el que recibieron sepultura.