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En cinco horas, entre las 16 y las 21, Valladolid recogió tanta agua como en un mes de septiembre normal. La media habitual es de 31 litros por metro cuadrado. Este domingo, en ese lapso, se recibieron 30,2. Y la previsión de la Agencia ... Estatal de Meteorología todavía preveía que entre las 22 horas y la 1 de la madrugada cayeran otros 4,7 litros más. Y otro pico de precipitaciones para la primera hora de este lunes laborable de fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Entre las 7 de la mañana y las 9 podrían llover cerca de 17 litros por metro cuadrado. Una barbaridad que aconseja ser prudentes en el camino al tajo.
Porque en Valladolid, este domingo, se cumplió la previsión. Entre las cuatro de la tarde y las nueve se recogieron 30,2 litros por metro cuadrado, pero la intensidad de la tormenta varió por momentos.Después de un comienzo de lluvia sosegada, casi hasta las 18:30 horas, cuando habían caído 9,6 litros, se desató la peor parte de esa depresión que las autoridades anunciaban. En una hora se registraron 17,6 litros. Lo que significa que se cumplió escrupulosamente la alerta amarilla que avisaba de que podían caer hasta 20 litros en una hora o 40 en 12 horas.
Eso fue lo que provocó la mayor parte de las incidencias, desde la inundación del paso de Vadillos hasta el momento en que una enorme balsa de agua anegó el acceso al nuevo paso peatonal de Labradores. De paso, obligó a cancelar bastantes eventos del programa festivo, las que se se desarrollaban al aire libre. Y la corrida de rejones, que se trasladó al miércoles cuando se vio que el coso del Paseo de Zorrilla se volvía impracticable.
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Rodrigo Jiménez
El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de quien depende Protección Civil, llamó a primera hora por teléfono a Jesús Julio Carnero, que comenzaba de buena mañana la ruta de inauguraciones y visitas oficiales por las fiestas. Valladolid y Ávila en alerta naranja para Protección Civil, alerta amarilla por precipitaciones según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La danza de la lluvia se preveía intensa a partir de las 17 horas y luego durante toda la noche. Así que el Ayuntamiento de Valladolid activó a todos los servicios que se encargan de estas eventualidades, incluido el de Parques y Jardines, por si el viento también hacía su aparición. Al mismo tiempo, comenzaba a estudiarse el programa de festejos para tener en mente qué actos podían correr riesgo de cancelación y cómo recuperarlos en el programa en días sucesivos. No eran ni las cuatro de la tarde y comenzaba a llover. A las cuatro y cuarto ya caía agua a gusto y gana en Valladolid y poco después llegaba el primer aviso municipal: cancelaciones de las actividades al aire libre. Poco después, a las 18 horas, se comunicaba la suspensión de la corrida de rejones.
No fue, por tanto, una sorpresa que la DANA (Depresión Aislada a Niveles Altos) anunciada por la Aemet llegara con fuerza a Valladolid. La cuestión era cuánta agua y en qué tiempo iba a caer. Se esperaba un poco de tregua a la hora de los conciertos en la Plaza Mayor, y se dio en mayor o menor medida, aunque los fuegos artificiales tuvieron que suspenderse. Las casetas de la Feria de Día de Poniente o Cebadería o San Benito, en los aledaños, recobraron algo el pulso, con los más valientes arracimados bajo tejadillos y soportales.
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