«Valladolid tiene la Plaza Mayor más bonita de España»

«Vienen para visitarme, pero seguro que también vendrían de turismo si no estuviera aquí», bromea él. Su familia, proveniente de Oxford y de Sidney, destaca de Valladolid los museos. «Llévamos cinco días aquí y ya hemos visto tres. El último ha sido el de Colón, que nos ha parecido excelente», exponen los Flynn. «Es que Castilla la Vieja es muy bonita», añade uno de ellos con un claro acento inglés. De los monumentos y lugares de la ciudad, destacan el Campo Grande, por los «paseos por la sombra». «Además, hay mucho sitio para sentarse. Sin duda volveremos -también para ver a su familiar- y recomendaremos a nuestros conocidos que se acerquen», afirman.

Unos metros más adelante del lugar donde la familia Flynn prosigue su camino por las calles del centro de la ciudad se encuentra el ya famoso letrero con la palabra Valladolid escrita. Es uno de los sitios elegidos por los turistas para hacerse las fotos que luego guardarán en su recuerdo o que terminarán en sus redes sociales. Entre las personas que llenan su tarjeta de memoria con estas instantáneas se encuentra una pareja de Brasil. Layla Martos y Rafael Torres, originarios de la ciudad costera de Niterói y a escasos kilómetros de Rio de Janeiro.

Es gracias al español de ella que ambos expresan sus opiniones sobre Valladolid. Casualidad también que la joven estudia desde febrero un curso de Historia en la Universidad de Valladolid, uno de los alicientes para que él cruzará el Atlántico para visitar a su marido y a la capital vallisoletana. «Lo que más nos gusta es que es una ciudad muy caminable. Además de los bares y restarurantes. La gastronomía en general, además ya conozco algunos sitios que de momento a él le han encantado», explica ella.

Frente a sus palabras, Torres asiente. Es su primera visita a Valladolid y la segunda a España después de un viaje que realizó hace diez años a Barcelona, pero hay algo que tiene claro. «La Plaza Mayor es la más bonita de España. No he visto otra cosa igual en ningún otro sitio», expresa. En su tercer día en la ciudad, Torres asegura que lo que más le ha llamado la atención ha sido la energía, el ambiente y la forma de ser de los vallisoletanos. Una visión diferente al ya famoso carácter frío de los pucelanos.

La visita ha sido rápida, porque ya están pasando sus últimas horas en la capital, pero los dos aseguran que tienen a Valladolid en mente para volver en el futuro no «muy lejano». «Por el momento mañana vamos a ir a Peñafiel. Cogeremos el coche para conocer los castillos que hay por la provincia y tenemos muchas ganas», expresan los dos con una ilusión palpable.

De más cerca han llegado los cuatro miembros de la familia Vázquez, que posan junto al letrero de Valladolid mientras otra pareja les saca una fotografía. Una acción que les delata como turistas. Están pasando unos días en un pueblo de Zamora, pero de forma habitual viven en Villasana de Mena, en el límite entre Burgos y el País Vasco. «Hemos venido a pasar solo el día, porque los niños no conocen la ciudad. Pero no descartamos volver para conocerlo a fondo. De momento, lo que más nos ha gustado ha sido esta zona del centro, la Plaza Mayor y el Campo Grande. Ahora iremos a comer, que la gastronomía aquí es muy buena», expresan. Casi no hace falta que lo aseguren, ya que uno de los pequeños de la familia lleva de la mano unas plumas de pavo real. «El paseo ha sido una maravilla. Disfrutar así de la naturaleza y de los animales. A los niños les ha encantado», zanjan.