Valladolid es la novena ciudad de España con más aprobados en el carné de conducir

Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Valladolid, en el año 2023 se realizaron 20.090 pruebas teóricas y prácticas para obtener el permiso de conducir tipo B, el más común, que autoriza a circular con vehículos -léase coches- cuya masa máxima autorizada no exceda de 3.500 kilos y que «estén diseñados y construidos para el transporte de no más de ocho pasajeros además del conductor».

Un total de 8.740 personas realizaron en una o varios ocasiones el examen teórico en Valladolid el último año, siendo el número final de aprobados sobre dichas pruebas realizadas de 5.114, lo que deja a la provincia con un porcentaje muy positivo, que ronda el 58% de aprobados. En cambio, el examen práctico no cuenta con un número tan alto de aptos. En este caso, de las 11.350 personas que se presentaron, poco más de la mitad superaron la prueba (6.052), con un porcentaje del 53%.

Por ello, y según los datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), la capital vallisoletana se sitúa en la duodécima posición con mayor porcentaje de aprobados a la primera de la prueba práctica (el 49,9% frente al 46,6% de la media nacional). Además, Valladolid continúa escalando posiciones y se sitúa como la novena provincia dónde más fácil resulta sacarse el carné de conducir si hacemos referencia a aquellos que lo consiguen a la primera (el 51,05% frente al 45,9% del promedio del país).

Arcadio González es director de uno de los cinco centros con los que cuenta la Autoescuela Máster Vial en Valladolid. «En el examen de conducir son muchos los factores que influyen para conseguir o no el aprobado. Lo que no se puede negar es que en quince minutos recorres la ciudad de una punta a otra y teniendo en cuenta que el examen dura sobre media hora, los alumnos llegan muy bien preparados», destaca el experto

Con ganas de poder presumir de la 'L' conseguida después de un par de intentos, Rodrigo Sánchez recuerda que «la primera vez suspendí por querer ir demasiado rápido y por confiarme cuándo no debí de hacerlo. Después de eso y gracias un poco a la presión de tener que aprobar para no tener que volver a pagar, ya conseguí aprobarlo, y menos mal», cuenta mientras se ríe recordando ese primer suspenso. En su caso, aficionado a los coches desde muy pequeñom cuenta «me resultó muy sencillom ya que desde niño en mi casa el tema del motor ha estado siempre muy presente, entonces es algo que me apasiona. Eso no significa que no haya tenido que hacer prácticas, pero si que es verdad que en comparación a otros amigos, no he hecho tantas, creo que unas quince».

Su preparación corrió a cargo de la autoescuela Vadillos, que cuenta con más de veinte años de experiencia en la preparación de todo tipo de permisos de conducir. «En todo momento te ayudan para conseguir aprobar. Es verdad que el examen teórico depende más de uno mismo, es cuestión de hacer los test, no tiene más. Luego para las prácticas, cada persona es un mundo y te puede costar más o encontrarte con ciertas dificultades, pero te ayudan en todo lo que está en su mano», asegura Rodrigo.