Tres patas sustentan el buen tono que presenta el panorama económico vallisoletano. Se trata del empleo, la actividad turística y el sector inmobiliario, que muestran un dinamismo que ha servido para aupar a la provincia al primer puesto del podio autonómico en lo que a ... crecimiento se refiere tanto en el último trimestre de 2018, como en el conjunto del ejercicio y, según las previsiones del servicio de estudios de Unicaja Banco, también en el actual 2019.
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La actividad económica registró en Valladolid en el último trimestre del año pasado un crecimiento del 3,1% en términos interanuales, según las estimaciones del Indicador Sintético de la entidad financiera. Significa que la provincia mostró el mayor dinamismo de la región en este periodo, ya que el dato de Castilla y León fue del 2,5%. En el conjunto de 2018, el incremento estimado para el PIB provincial es del 3,3% (frente al 2,9% autonómico), mientras que las previsiones para 2019 apuntan un aumento más moderado, en torno al 2,8%. Se mantendría, así pues, también por encima del previsto para el conjunto regional (2,2%), si bien los analistas de Unicaja advierten de que ambas tasas no son estrictamente comparables.
Lo cierto es que si se cumplen estos vaticinios, la situación será como para celebrarlo por todo lo alto, dados los nubarrones que se ciernen sobre el escenario macroeconómico mundial. La expansión global pierde fuerza cada vez a un mayor ritmo, con tensiones comerciales al alza y una elevada incertidumbre política en Europa por 'cortesía' de la amenaza de un 'brexit' sin acuerdo. Según las estimaciones de la OCDE, la economía mundial moderará su crecimiento en 2019 y la revisión a la baja, que afecta a casi todas las economías del G-20, es especialmente intensa para la Eurozona, que podría crecer este año apenas un 1%. La debilidad de Alemania (afectada por las nuevas normas sobre emisiones para vehículos) o Italia (por la incertidumbre de los riesgos soberanos y financieros) pesan lo suyo.
Volviendo a Valladolid, el informe de Analistas Económicos de Andalucía coordinado por Felisa Becerra explica que la evolución de los indicadores del mercado laboral está siendo muy positiva en la provincia.En el último tramo de 2018 se produjo un aumento del empleo del 8,1% –es decir, 17.100 ocupados más en términos interanuales–, la tasa más elevada de la región (2,6%). La afiliación a la Seguridad Social corrobora este buen tono y subió entre octubre y diciembre el 2,5% respecto a 2017 –el 1,7% en Castilla y León–, una tendencia positiva que se ha prolongado en enero-febrero de este año (2,4%).
Según puede constatarse en la EPA, el aumento de la ocupación ha sido generalizado para todos los sectores de actividad, si bien la agricultura ha registrado un comportamiento más dinámico (67,2% interanual) que la industria (9%), la construcción (5,7%) y los servicios (5,6%). Además, y de forma congruente con este diagnóstico, la cifra de desempleados ha disminuido el 26%, en un contexto en el que la incorporación de activos al mercado laboral ha sido muy intensa en la provincia, del 3,1% en términos interanuales (-0,3% en la región).
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Por otro lado, el buen color que muestra el sector turístico se traduce en un aumento en el número de viajeros alojados en los establecimientos hoteleros de la provincia del 1,4% con respecto al año anterior, mientras que las pernoctaciones crecen el 2,9%, tasas ambas que contrastan con el comportamiento estable que se observa en el agregado regional. Este repunte se fundamenta en el incremento de la demanda nacional, que representa más del 80% del total de la provincia, aunque también la extranjera se ha incrementado en este periodo.
A más demanda, también mayor oferta hotelera. Tanto los establecimientos (6,2%) como el personal ocupado (4,1%) y el número de plazas hoteleras (2,4%) se han incrementado con intensidad en el último año.
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Mientras la matriculación de turismos se ha reducido en la provincia el 9,5% respecto a 2017, la de vehículos de carga ha evidenciado un mayor empuje, con un incremento del 14,5%, el más elevado de la región (6,3%). En cuanto al comercio exterior, las exportaciones disminuyeron el 6,4% en términos de cantidades, mientras que el descenso de su valor monetario fue algo más intenso (7,4%), por el menor importe de las exportaciones del sector del automóvil (10,6%).
Y llegamos al tercer pilar sobre el que se sustenta el tirón de la economía vallisoletana: el mercado inmobiliario, que sumó 5.144 compraventas de viviendas en el acumulado de 2018, es decir el 13,6% más que en el año anterior (9,5% en Castilla y León), debido al impulso de las operaciones de vivienda usada (17,3%), ya que las nuevas se redujeron (1,7%). Este crecimiento se refleja en un mayor número de hipotecas (7%) y también en el importe de las mismas (10,9%). Además, el valor tasado de la vivienda libre ha alcanzado los 1.232,3 euros/m2 en el cuarto trimestre de 2018, tras registrar el mayor aumento tanto en términos anuales (2,8%) como trimestrales (3,2%) de la región.
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