Valladolid levantará su primer parque multisensorial con una inversión de 527.000 euros

El primer parque multisensorial de la ciudad de Valladolid ya está en camino. El Ayuntamiento sacará en los próximos días a licitación esta instalación, que se asentará en la plaza Torrente Ballester de Covaresa y pretende dotar a los niños de la ciudad de un lugar de ocio inclusivo del que podrán disfrutar de la misma manera pequeños con y sin discapacidad. La ubicación elegida, junto al Centro de Autismo de Covaresa y cerca de una guardería, no es casual y permitirá que los usuarios de estos espacios jueguen y desarrollen sus capacidades en el mismo lugar, favoreciendo de esta manera la inclusión.

Los plazos que se manejan desde el Consistorio señalan que las obras comenzarán a final de año y que el parque se podrá estrenar a principios de 2024, ya que el periodo de ejecución es de cuatro meses. El proyecto saldrá a licitación por un importe de algo más de 527.000 euros y este presupuesto convertirá una parcela sin uso de 1.185,43 metros cuadrados en un lugar en el que los niños podrán disfrutar de varios elementos novedosos destinados a la percepción sensorial, el desarrollo cognitivo y el juego.

El parque contará con distintas zonas temáticas que servirán para que los niños desarrollen unas capacidades u otras mientras juegan. Habrá diferentes paneles educativos y uno de los lugares en los que más disfrutarán los pequeños será la zona de juegos infantiles, en la que se instalará un columpio cesta nido de gran tamaño en el que podrán participar hasta cuatro niños simultáneamente. También se colocará un vaivén que genera movimiento con el empleo de dos usuarios sentados uno frente al otro. Otro de los elementos que formarán parte de esta zona es un carrusel de hadas, que es un juego de movimiento circular sobre un punto central que puede ser utilizado hasta por dos personas simultáneamente. También habrá un juego de trepa para pequeños escaladores y se instalarán dos parejas de megáfono y tubo de conversación, que servirán a los niños para comunicarse dentro del parque de una manera original.

Son muchos y muy variados los elementos que aparecen en el proyecto y esta es solo una pequeña muestra:

Hoteles de aves e insectos

El parque tratará de atraer a la fauna de la zona mediante la puesta en marcha de dos espacios. El primero de ellos será un hotel de aves, que se situará de forma central junto a las zonas arboladas con el objetivo de atraer a estos animales al entorno y que los niños puedan disfrutar de su canto como otro elemento sensorial. El segundo elemento que intentará dotar de biodiversidad al entorno es la instalación de tres hoteles de insectos, que estarán agrupados junto a la entrada. Estas estructuras serán de madera y contendrán diferentes niveles según la tipología de insecto que acogerán. Estarán rellenos con piñas, corteza, madera, ladrillo y corcho, entre otros materiales, con el objetivo de atraer insectos que polinicen las especies aromáticas del parque, y así los usuarios podrán observar el fenómeno de la polinización, sus sonidos y colores.

Otros juegos clásicos también estarán presentes en el parque. Habrá un tobogán de acero inoxidable de 1,45 metros de altura al que se accederá a través de una escalera realizada sobre tres vigas de madera en las que se practicarán cortes en cuña para formar los peldaños. También habrá un tobogán de tubos de 1,2 metros de altura al que se llegará mediante una escalinata realizada con tocones de madera de varios diámetros.

Pero los juegos novedosos no acaban con los que hemos presentado anteriormente y las zonas de esparcimiento contarán con otros espacios pensados para todo tipo de niños.

Esta instalación es la obra más ambiciosa de las que se aprobaron mediante los presupuestos participativos del año pasado y la persona que solicitó la incorporacón de este espacio a la ciudad reclamaba lo siguiente en la ficha de su propuesta: «Creación de un parque sensorial al lado del Centro de Autistas y Psicóticos de Valladolid, situado en Covaresa, esquina Pío Baroja con Ignacio Serrano. Esta actuación facilitaría la integración de los usuarios con el resto de personas de la zona al compartir un espacio público muy atractivo. En la zona solo existe un columpio de muy reducidas dimensiones. La parcela está en tierra y sin uso desde la creación del barrio». Esta iniciativa encontró el respaldo necesario para su puesta en funcionamiento por parte de la concejalía de Participación Ciudadana, con Alberto Bustos al frente, y su instalación en Covaresa ya solo es cuestión de tiempo.

La cuantía máxima para cada uno de los proyectos de los presupuestos participativos es de medio millón de euros, por lo que la inversión prevista de 527.232,35 euros es mayor de lo que se contemplaba en un principio, una circunstancia que no supone un problema, según la concejala delegada del área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez. «Cuando vemos que hay un proyecto que puede dar más de sí, entendemos que dotarlo de más dinero es mejorarlo. Lo que no vamos hacer es que una idea buena de presupuestos participativos, votada de forma masiva, se quede coja por ajustarse a un presupuesto. Lo complementaremos porque creemos que tiene todo el sentido», explica la concejala.