Valladolid festeja San Isidro con la ermita cerrada y un homenaje de la asociación de vecinos a Candeal

«Esperamos que el año que viene se pueda festejar ya con normalidad», dice López, quien, a las ocho y media de la mañana lanzó varios cohetes para recordar que, pese a todo, los agricultores no se olvidan de su patrón. «Le hemos hecho una ofrenda floral», indica el presidente de una cofradía que engloba a 60 personas y que confía en que, con el fin de la pandemia, puedan reforzar las visitas a su museo de aperos, que acaba de sumar nuevas piezas: unas maquetas de palomares y miniaturas de carros donadas por Luis Martínez Escribano.

El cierre de la ermita no impidió que varias personas se acercaran hasta allí. Algunas, como la familia Barbero, con almuerzo compartido en el merendero anexo. «Hacía mucho tiempo que no nos juntábamos. Y así, al aire libre, se puede sin problemas», explican. En el barrio han festejado a su patrón con monólogos (Jesús 'El negro'), un concierto de coplas de Carol Blanco, una charla sobre vacunas y un campeonato de rana en la plaza del Azor.

Este sábado por la tarde, en el centro integrado zona este, entregaron a Candeal un premio de homenaje, concecido por los 40 años del colectivo vecinal, que también ha celebrado un concurso de fotografía (en el que ha ganado la imagen de un muñeco de nieve, durante el temporal Filomena, frente a la ermita). La asociación –que invitó a chocolate con churros y este domingo ha programado el recorrido de una charanga– ha reclamado la reparación de juegos infantiles en la plaza del antiguo mercado central, la instalación de césped para aprovechar en verano las piscinas cubiertas, el arreglo de varias calles, celeridad en las obras de los ascensores urbanos y la retirada de unas vallas publicitarias que impiden divisar la ermita desde la carretera de Soria.