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El Ayuntamiento de Valladolid trabaja para sacar una nueva licitación de control de la plaga de palomas en la que plantea el uso de rapaces para mantener a raya a las bandadas de torcaces. «Estamos sacando una licitación mayor a la actual que va abarcar ... algo más porque estamos viendo que el control poblacional de las torcaces requiere de una acción un poco más decidida», explica el concejal de Seguridad y Salud Pública, Alberto Palomino.
¿En qué medida se va a aumentar esa licitación? Esto es lo que responde el concejal: «Aquí dejamos a los especialistas que decidan. Lo que hacemos es abrirles el abanico para que nos digan qué métodos son eficientes y pueden servir de solución. Por ejemplo, hasta ahora no se habían usado rapaces y es una posibilidad. Vamos a estudiarla porque nos comentan los expertos que para zonas de extrarradio puede ser eficiente», señala Alberto Palomino.
Uno de esos expertos de los que habla el concejal es Francisco Ordóñez, gerente de la empresa que se encarga actualmente de controlar el número de palomas en Valladolid, que ve en las rapaces un gran aliado en la batalla contra las torcaces que libra la ciudad. «La cetrería es una opción muy interesante para el extrarradio, en sitios abiertos. Puede ser muy efectiva para la torcaz y lo planteamos como una posible medida para la torcaces fuera del casco urbano», explica Ordóñez.
Esta es la primera vez que se plantea el uso de rapaces para luchar contra las palomas en Valladolid, una técnica que sí se ha utilizado hace ya cinco años para sacar estorninos de la capital con unos resultados muy positivos. En el caso de que finalmente se adopte esta medida, el Ayuntamiento deberá pedir una autorización, tal y como se hizo en el pasado en la lucha contra los estorninos, según señala Ana Mataix, veterinaria y jefa de la sección de salud pública del Ayuntamiento. «Hay distintos apartados que se pueden solicitar para el control de plagas y uno de ellos es el de vuelos disuasorios con rapaces. Lo que se hace es volar a las rapaces para incomodar a las palomas y que vean que los espacios en los que acostumbran a estar son peligrosos porque cuentan con depredadores», concluye.
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