Valladolid espera el pico de la ola de calor con 40 grados, noches tórridas y calima

Valladolid, que el domingo ya alcanzó los 37 grados y que hoy espera superar ese registro (a las 17:00 horas se han superado los 38 grados), espera aún lo peor de este episodio de calor extremo, que podría prolongarse, como mínimo, hasta el domingo que viene y que puede que aún se cuele al inicio de la semana que viene. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) son poco halagüeñas y apuntan a que la capital verá rondar o superar los cuarenta grados a partir del miércoles con noches tropicales (con mínimas superiores a los veinte) casi garantizadas y que, incluso, podrían llegar a considerarse «tórridas» (a partir de 25), algo más que inusual en territorio vallisoletano. Todo ello sin lluvias a la vista y con la calima enturbiando los cielos.

La Aemet, por ahora, mantiene activados los avisos amarillos en la provincia por temperaturas que superarán los 36 grados hoy y mañana y eleva a naranja la advertencia a partir del miércoles, y en adelante, por picos de cuarenta grados o más, acompañados de mínimas superiores a los veinte grados. La calidad del aire, en este sentido, va a ser mala, si bien el Ayuntamiento ha activado por ahora solo la situación preventiva, es decir, una serie de recomendaciones (las habituales en estos casos) dirigidas a la población más sensible y a toda en general en cuanto a reducir el uso del vehículo privado, evitar realizar ejercicio en las horas centrales del día, hidratarse...

El responsable de esta ola de calor, la segunda que afecta a la península en lo que va de año y la primera del verano (la anterior tuvo lugar a finales de primavera), es un conjunto de factores, uno autóctono, fruto del calentamiento de la superficie de la península por la estabilidad atmosférica fruto de un potente anticiclón y otro sobrevenido, por la cercanía de una Dana atlántica, que desde este lunes generará un flujo de aire que traerá viento subsahariano abrasador y que provocará un nuevo episodio de calima por el polvo del desierto que arrastra, sobre todo, a partir del martes.

Las previsiones de la Aemet apuntan a que esta ola de calor va a ser «larga», aunque no tanto, por fortuna, como la más larga de la historia registrada en la península, que se prolongó durante la friolera de 26 días entre los días 26 de junio y 22 de julio de 2015. Durará, como mínimo, hasta el domingo, con previsiones de que pueda quedar reducido a la hemeroteca el pico más alta registrado en los últimos años en la capital (desde los años setenta), con 40,2 grados, el 19 de julio de 1995. Las mínimas, a su vez, también pueden llegar a ser históricas.

Esta ola de calor llega en un momento de sequía, con un primer semestre del año seco, que arrastra un déficit de precipitaciones del 34,7%, con 145,1 litros por metro cuadrado recogidos en Valladolid, cuando lo habitual para esos seis meses son 222,3. En julio, por ahora, solo se ha registrado un chaparrón que dejó 1,8 litros el día 5 (lo habitual para todo el mes son 12,7). Y lluvias, por ahora, no se esperan.