Valladolid despide al octavo mes de julio más caluroso de los últimos 50 años

Valladolid se ha escapado de esos valores récord que, a nivel global, han registrado los termómetros en lo que llevamos de verano. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha calificado este pasado mes de julio como el más tórrido en el planeta desde 1940, fecha en la que comienzan sus anotaciones estandarizadas.

Pero Valladolid no ha alcanzado ese pico histórico (ocurrió el año pasado, en 2022), pero este mes de julio sí que ha sido más caluroso de lo normal. De hecho, se sitúa como el octavo mes de julio con el mercurio más alto desde 1974.

«Ha sido un mes muy cálido y seco», resume Manuel Mora, delegado territorial de la Aemet en Castilla y León. La temperatura media registrada este julio en la estación de Valladolid ha sido de 23,99 grados, cuando lo habitual para este mes en la capital (el más cálido de todo el año) son 22,7.

Los valores medios han estado 1,29 grados por encima de los registros más comunes. Pero la diferencia es todavía mayor si se compara con las medias del último medio siglo (22,37). En este caso, la desviación es de 1,62 grados.

La temperatura media más alta desde 1974 para un mes de julio en Valladolid se alcanzó el año pasado, en 2022, con 25,96 grados. Después, vino 2015 (con 24,85) y 2020 (con 24,7). Hizo más calor que en este julio de 2023 en el de los años 2006, 1994, 2013 y 2019, por este orden.

Este incremento de las temperaturas medias viene motivado por dos hechos evidentes. Por un lado, las temperaturas máximas son más altas y se alcanzan picos más extremos de calor. Por otro, también se han incrementado las mínimas. Dicho en popular: refresca menos por las noches.

Si nos fijamos en las máximas, la media de estos valores más altos se situó en 32,42 grados, cuando lo habitual son 30,9 y la media del último medio siglo es de 30,67. Este mes de julio ha estado 1,75 grados por encima de ese promedio desde 1974. Se sitúa, también, como el octavo más caluroso desde ese año.

El julio más sofocante fue de nuevo el de 2022, con 35,22 grados de temperaturas máximas medias, seguido por 2020 (con 333,76) y 2015 (33,32) grados.

Si nos fijamos en los valores extremos, el Everest del mercurio está en los 41,1 grados que se alcanzaron el 15 de julio de 2022. Le siguen los 40,2 grados a los que trepó el termómetro el 19 de julio de 1995. El valor más alto de este julio se ha quedado en 37,2 grados, el día 18. No está entre los más altos del balance histórico, ya que hay 24 años (desde 1974) con una máxima esporádica más alta. Lo relevante es que el calor se reparte de forma más continuada a lo largo de todo el mes.

La sensación de este mes de julio tal vez es que no ha sido tan sofocante. Ha habido tan solo dos olas de calor, con una duración muy corta (de apenas dos y tres días). El recuerdo más directo es de julio del año pasado, cuando esos episodios de bochorno fueron casi permanentes. En julio de 2022 hubo diez días en los que se superaron esos 37,2 grados máximos de este 2023. Y además, durante cinco días seguidos (del 13 al 17) no se bajó de los 40 grados.

Con la mirada puesta en las mínimas. La media de este mes se ha situado en los 15,5 grados (15,69 si se cogen todos los registros diarios), cuando el valor normal es de 14,4 grados y el promedio desde 1974 se sitúa en 14,06. De nuevo, los niveles se sitúan por encima, hasta convertir a 2023 como el sexto julio más caluroso del último medio siglo, por detrás de los de 2022, 2006, 2015, 2019 y 2013.

La temperatura mínima fueron los 11,8 grados a los cayó el mercurio el 25 de julio. La jornada más fría para un mes de julio desde 1974 ocurrió el día 10 de ese mes del año 1980, cuando, atención, hubo tan solo 3,2 grados. Frío con todas las letras.

La previsión para los próximos días es que, después de este jueves y viernes con temperaturas más bajas, las temperaturas suban y la próxima semana se encuentren por encima de sus valores habituales.

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