El termómetro de la plaza de Zorrilla marca cuarenta grados en plena ola de calor. Rodrigo Jiménez

Valladolid despide una ola de calor histórica que rompió cuatro récords

El mercurio da una tregua de 48 horas a la espera de un nuevo episodio «más moderado» de altas temperaturas

J. Sanz

Valladolid

Miércoles, 20 de julio 2022, 00:10

El mercurio ha dado por fin una tregua, solo eso, este martes para poner fin a diez días literalmente asfixiantes en una ola de calor histórica en la que llegaron a batirse nada menos que cuatro récords de altas temperaturas entre los días 14 ... y 17, cuando el mercurio superó con claridad los cuarenta grados, algo inédito en Valladolid en los últimos 135 años, para establecer picos históricos de 40,6 (el día 14); 41,1 (el 15), 41 (el 16) y 40,5 grados (el 17). Todos ellos figuran ya en las hemerotecas meteorológicas como las máximas más altas (la mayor son esos 41,1 grados) desde finales del siglo XIX al superar el anterior pico de la era moderna, de 40,2 grados, alcanzados el 19 de julio de 1995. Para encontrar un registro superior hay que remontarse a 1887, cuando se alcanzaron los 43 grados (sin los actuales sistemas de medición).

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Pero al margen de esos picos inéditos, la ya pasada ola de calor tuvo una duración inusual de diez días (del 9 al 18 de julio) con una temperatura media de 29,6 grados, siete por encima de lo habitual en Valladolid; una media de las máximas de 39,3 (nueve más de lo normal) y una media de las mínimas de 20 grados. En cinco días se superaron los cuarenta grados (el día 13 se alcanzaron 40,1) y durante siete días consecutivos se superaron los veinte (las denominadas noches tropicales), con un pico de 22,8 grados, alcanzado el día 16. Este último registro no fue de récord, aunque se acercó a los 23,4 grados de mínima más alta alcanzado en agosto de 2003.

El pico de 41,1 grados es el mayor registrado desde 1887 en Valladolid

Este episodio de calor extremo, el peor en este sentido registrado en decenios, vino acompañado de una ausencia casi total de tormentas, con tan solo un breve aguacero muy puntual de 0,6 litros por metro cuadrado en la tarde del día 16. Y todo ello en un mes de julio en el que se habían recogido otros 1,8 litros (el día 5) para sumar un pírrico balance de 2,4 litros. Así que el presente año alcanza ya un déficit de precipitaciones del 37%, con 147,5 litros caídos hasta la fecha, cuando la habitual para los siete meses completos son 235.

El alcalde duda de las mediciones en la playa

El alcalde, Óscar Puente, ha considerado «bastante opacas» las mediciones que lleva a cabo la Junta sobre la calidad del agua para el baño en la playa de Las Moreras, que se considera no apta este verano. El regidor, en este sentido, ha explicado que aunque la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) haya señalado que aguas arriba no hay problemas para que el agua sea apta a la altura de Las Moreras, «quien determina si el agua es o no apta para el baño es la Junta y no la CHD».

Lluvia, por ahora, no se espera, aunque sí un brevísimo respiro de 48 horas (martes y miércoles), en el que el mercurio oscilará entre los 30 y los 35 grados (sin alcanzarlos), con mínimas llevaderas de entre 15 y 17. El jueves, sin embargo, los termómetros volverán a ascender de manera notable para rondar los 38 grados, con mínimas de hasta 18 (no se esperan noches tropicales), y permanecer anclados en esos registros, como mínimo, hasta el lunes. La semana que viene pueden descender, de manera ligera, eso sí, de cara a un inicio de agosto que también se espera «muy cálido».

«Vamos a tener calor, aunque no parece que pueda llegarse a los registros de esta último episodio, si bien en la primera semana de agosto todo apunta a que las temperaturas volverán a situarse en torno a cuatro grados por encima de lo normal», apunta el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Manuel Antonio Mora, quien aclara que los futuros episodios no serán tan notables como el recién concluido en días cada vez más cortos en relación a mediados de julio.

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La ausencia de lluvias, que tampoco se atisban en un horizonte cercano, mantiene los ríos bajo mínimos, con el Pisuerga con un caudal de tan solo once metros cúbicos por segundo (y un mínimo de 7 alcanzado este mes), cuando su media habitual es de sesenta, y un Esgueva casi seco que tan solo arrastra 0,13 metros cúbicos por segundo (su volumen medio roza los dos).

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