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Todos los informes internacionales sobre educación hacen hincapié, de un modo u otro, en el absentismo escolar. En PISA se indaga cuántos alumnos faltaron a clase «algún día» en las dos semanas anteriores a la realización de las pruebas, lo que arroja unos resultados ... algo distorsionados, el 28% en el último informe, emitido en 2016, en España. El estudio TIMMS, que mide competencias en ciencias y matemáticas, especificaba en 2017 que «en España, solamente un 5% de los alumnos declara que se ausenta de clase una o más veces por semana, frente al 7% de la Unión Europea y el 8% del promedio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)».
Si se toman estas cifras como referencia, Valladolid se encuentra en una situación envidiable. En la capital, la media de alumnos absentistas es del 1,70% de todos los escolarizados. Aunque se ha notado un repunte frente al 1,53% del año anterior, la memoria de absentismo escolar realizada por el Servicio de Educación del Ayuntamiento exhibe las consecuencias del buen funcionamiento de un plan de lucha contra el absentismo en el que se coordina con la Dirección Provincial de Educación. Se reduce el absentismo en la etapa de Secundaria, por ejemplo, del 2,31% al 2,26%, aunque ahora crece algo en Infantil (del 0,90% al 1,23%) y en Primaria (del 1,38% al 1,40%).
El foco apunta ahora hacia aquellas zonas en las que se registra una mayor tasa de absentismo en las etapas educativas obligatorias. Concretamente, el este de la ciudad, donde se registran 337 casos, casi la mitad del que se ha conocido en toda la ciudad. No es, además, la que más población escolar registra, ya que en la zona de Campo Grande se concentran 16.946 estudiantes y el absentismo detectado se queda en un 0,50%.
Explica el informe del Servicio de Educación y la firma Acinse (Acción Investigación Socio-Educativa) que en el curso pasado se intervino con 125 alumnos absentistas de 76 familias, concentrados en 41 centros escolares de la ciudad. «El 89% de la población atendida es de etnia gitana, 111 alumnos», señala, y añade algunos datos relevantes para entender el porqué de estas situaciones. Así, el 53% de los padres carece de estudios, por ejemplo, y la ocupación laboral mayoritaria es la venta ambulante o el sector servicios.
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escolares han sido reintroducidos con éxito «y con un cambio de actitud positivo en los padres hacia la educación escolar de sus hijos», tras la intervención del equipo de absentismo escolar.
Es por este motivo que la intervención se focaliza mucho en el entorno familiar. De hecho, se indica que las causas principales de absentismo son, por un lado, «la falta de implicación del menor en los estudios», y por otros, «la falta de valoración de la familiar de la educación escolar como aspecto fundamental en el desarrollo integral de los hijos». Así, no se favorece el ambiente de estudio, por ejemplo.
«La actitud de los padres provoca un freno en los avances que, desde los centros escolares junto a los educadores familiares, se pretenden generar en los menores», señala la memoria. O lo que es igual, que lo que se gana en el centro escolar se pierde cuando no se encuentra la respuesta adecuada en los entornos domésticos.
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casos se han derivado a la Fiscalía de Menores por falta de respuesta a la intervención del programa.
El plan de lucha contra las faltas reiteradas a clase incluye la colaboración de Policía Municipal, Servicios Sociales, Negociado a Población, Dirección Provincial de Educación y personal de la comunidad educativa. Dentro de todo este organigrama perfectamente coordinado tiene especial relevancia la figura de la Policía Municipal, que según el informe del curso pasado comunicó «la detección de 141 fichas de 123 escolares que se encontraban fuera de las aulas en horario lectivo». En todos ellos, 12 son reincidentes, es decir, «se les ha localizado en más de una ocasión».
Como parece obvio, la mayor parte de estos absentistas asiduos se encuentra entre los 13 y los 15 años de edad. En total, 101 de los 123, casi las tres cuartas partes. Otros 14 son de la etapa de Primaria y 8, de Infantil.
El Plan Municipal contra el Absentismo Escolar recibió días atrás el reconocimiento de la Federación Española de Municipios y Provincias, dentro de la categoría de iniciativas de ayuntamientos mayores de 20.000 habitantes. Es el primer paso para reducir otra tasa que preocupa mucho en la OCDE, la de abandono escolar temprano, es decir, antes de concluir la enseñanza obligatoria. El objetivo de España es reducirla por debajo del 15% y en Castilla y León se sitúa, ahora mismo, en un 16,7% frente al 18,3% de media en el país. España partía, cuando se fijó el objetivo, en el año 2013, de un elevado 23,5%, índice de los más altos de Europa.
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