Valladolid dedica una céntrica plazuela al «comprometido» empresario Vicente Garrido Capa

Homenaje a «uno de los grandes de Valladolid», según le ha definido el alcalde. Vicente Garrido Capa cuenta desde este viernes con una plazuela dedicada a su figura en la confluencia de las calles Claudio Moyano con Santa María. Familiares, amigos y representantes del mundo empresarial han asistido al descubrimiento de la placa que da nombre a este céntrico espacio con el que se quiere reconocer la trayectoria en favor de la ciudad de este hombre, de 90 años y natural de Medina de Rioseco, fundador de Lingotes Especiales, entre otras companías dedicadas a la automoción.

Acompañado de su mujer, María Teresa, y de sus hijos, Garrido Capa, ha destapado la placa colocada en la fuente de este enclave y ha agradecido el reconocimiento, uno más en la larga carrera profesional e institucional que atesora.

Puente ha subrayado el compromiso de Garrido Capa con una ciudad «a la que ha procurado prosperidad, empleo y riqueza», así como su implicación con los tres alcaldes que ha tenido Valladolid en democracia. «Para Rodríguez Bolaños, León de la Riva y para mí mismo siempre ha sido una persona a la que pedir consejo y él siempre ha estado dispuesto a darnos su apoyo», ha recalcado el regidor.

Garrido Capa lo ha sido casi todo en Valladolid: concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento, presidente de la Cámara de Comercio, máximo responsable de la Confederación Vallisoletana de Empresarios, miembro de la Fundación General de la Universidad... «Don Vicente nos sigue proporcionando enseñanzas, entre ellas la de que hay que transitar por la vida con los ojos y la mente abiertos, porque siempre hay algo que aprender», subrayó el primer edil.

El protagonista del acto ha mostrado su agradecimiento por el homenaje y ha aprovechado para rememorar sus inicios en la ciudad tras llegar del pueblo que le vio nacer. Cómo conoció a la que hoy es su esposa, así como el desarrollo de su labor empresarial e institucional, en la que la plaza que ahora lleva su nombre era uno de los puntos que recorría a diario para atender todas sus obligaciones en las diferentes sedes en las que ocupaba un cargo. Garrido Capa ha echado la vista atrás también para destacar su experiencia en política como edil durante la Transición, un periodo en el que «intentó vivir, hacer, conocer los problemas de Valladolid para intentar arreglarlos y alguno se arregló», dijo tras rememorar el nacimiento en aquella época de proyectos como el barrio de Parquesol o el parque Ribera de Castilla, en la Rondilla, ahora dos realidades consolidadas dentro de la trama urbana.

Como anécdota, ha rememorado que en esta plazoleta algunas veces aparcaba su coche de forma indebida subiéndolo a la acera para coger el periódico en el quiosco. «Nunca me multaron», ha desvelado entre las risas de los asistentes, que le han dedicado una cálida y larga ovación.

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