Hubo un tiempo (que parece lejano y no lo es tanto, o viceversa) en el que cuando alguien te pedía el número de teléfono, no hacía falta recitar nueve cifras. Con seis bastaba. El prefijo era un añadido que tan solo había que utilizar cuando ... alguien te llamaba desde fuera de la provincia. Si el destino de tu llamada era Valladolid (desde Valladolid), lo del 983 sobraba.
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Todo cambió hace justo ahora 25 años. El sábado 4 de abril de 1998 (a la una de la madrugada) entró en vigor una medida que desde hace meses ya funcionaba en Zaragoza (como prueba piloto desde el 8 de marzo de 1997) y que a partir de ese momento se extendía a toda España. Desde ese día, para hablar por teléfono, había que marcar nueve números. Y eso es algo que sigue aún en vigor, también con los teléfonos móviles.
Todos los teléfonos fijos debían empezar por 9 (o por 8, a medida que crecieran los usuarios e hicieran falta más números). Y desde ese momento, además, se decidió que los móviles tendrían que comenzar con 6 (o, desde octubre de 2011, también por 7), según establece el Plan Nacional de Numeración Telefónica. El objetivo, ante la incipiente proliferación de dispositivos móviles, era dejar claro al usuario si estaba llamanado a un teléfono fijo a uno portátil. Eso sí, el cambio de numeración en los móviles no fue automático. Las empresas tenían un plazo de casi diez años, hasta el 1 de enero de 2007, para la mudanza completa de cifras.
Durante las primeras jornadas (hasta el 18 de julio de 1998), los despistados que, por la fuerza de la costumbre, no marcaran el prefijo provincial (llegaron a ser hasta el 80%, según datos de Telefónica), se toparían al otro lado del teléfono con una grabación, que en el caso de Valladolid decía: «Todos los teléfonos han pasado a tener nueve cifras. Anteponga el número a marcar el 983».
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Este cambio a nueve cifras, aprobado por el Gobierno, tenía como objetivo «terminar con las limitaciones a la entrada de la libre competencia en el sector». Además, también entonces se acordó que para las llamadas internacionales había que anteponer la marcación del 00.
La medida, que podía parecer insignificante (total, solo había que marcar tres números más al hacer una llamada local), sí que tuvo implicaciones durante las primeras jornadas. Lo destacaba la crónica de aquel día en El Norte de Castilla, que explicaba que aunque no había cambios de tarifas, sí que habría que adoptar ciertas medidas, como la reprogramación de faxes, módems o alarmas. Y a eso habría que sumar los cambios en tarjetas de visitas, sobres, facturas, impresos...
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Aunque fue en 1998 cuando se hizo universal el uso de los prefijos (y de los números de nueve cifras), los indicativos provinciales ya se usaban en España desde hacíña años. Los prefijos se hicieron necesarios a medida que aumentaba la red automática provincial, que permitía hacer llamadas de teléfono sin necesidad de pasar por una centralita. A principios de los años 70, eran habituales los anuncios en prensa en los que se informaba de la posibilidad de llamar directamente a nuevas provincias con solo marcar esos prefijos. Aquí hay varios ejemplos de esos anuncios, publicados en El Norte a lo largo de 1972.
En abril de 1972, hace 51 años, El Norte de Castilla publicaba el listado con todos los prefijos provinciales, ya que a partir de ese momento fue cuando se generalizó la marcación automática desde Valladolid a cualquier punto de España.
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Pero no fue hasta 1998 cuando ese 983 vallisoletano se hizo obligatorio para todas las llamadas a teléfonos fijos, incluidas las que se hacían desde la misma provinica.
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