Un joven circula con su bicicleta por el canal para las dos ruedas del puente de Adolfo Suárez. Ramón Gómez

Valladolid coserá su red ciclista para evitar las actuales desconexiones entre trazados

El Ayuntamiento encarga un plan director para dar continuidad a los tramos, unificar la señalización y mejorar la seguridad

J. Asua

Valladolid

Domingo, 4 de octubre 2020, 09:38

Nada de tramos aislados, de agujeros en la conexión o de carriles 'interruptus'. Las pedaladas urbanas tienen que tener continuidad, seguridad y discurrir por canales homogéneos, que unan puntos estratégicos. Eso busca el equipo de gobierno. Solo así los vecinos se pueden animar a ... cambiar el asiento del coche por el sillín, uno de los objetivos a los que aspira el ejecutivo local, junto con la apuesta por el transporte público, y que en los últimos meses ha generado una importante controversia por los cambios en el tráfico aplicados en el centro.

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Valladolid tiene cualidades orográficas para ser una ciudad ciclista, sí, pero el diagnóstico de los técnicos deja claro que aún queda camino por recorrer. El Ayuntamiento ha sacado a licitación, por un importe de 40.000 euros, la elaboración de un Plan Director de la Bicicleta con el objetivo de fomentar su uso como modo de desplazamiento sostenible. Su fin principal es realizar un planeamiento en profundidad y a medio plazo que permita coser la actual red, ampliarla en los casos en los que se considere necesario para darle continuidad y garantizar la integridad de los que la usan a diario o de manera ocasional. Que los ciclistas fluyan sin obstáculos ni para ellos ni para el resto de tráficos por los más de 145 kilómetros que ahora tienen reservados en exclusiva o compartidos con otros medios de transporte.

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El último dato que se maneja sobre los viajes que se realizan a diario sobre dos ruedas alcanza los 20.000 trayectos, aunque en el Consistorio aseguran que con las intervenciones realizadas desde la entrada del PSOE y Toma la Palabra en el gobierno municipal esa cifra ha crecido considerablemente. ¿Cuánto? Lo resolverá este nuevo estudio, que ya ha salido a licitación.

Sin visión global

La memoria justificativa del contrato tira del Plan Integral de Movilidad Urbana, Sostenible y Segura de Valladolid (PIMUSSVA), entregado a finales de 2015 y pendiente de aprobación, para dar algunas pinceladas sobre los defectos de la actual trama para los ciclos, una red que comenzó en la era León de la Riva y que ahora se quiere potenciar con el demarraje impulsado por el equipo de Puente. Bajo su mandato, se ha dado un paso importante para los usuarios habituales: introducir los tentáculos de estas canalizaciones para las bicis en el casco histórico, con la puesta en marcha de los ciclocarriles y las ciclovías, con velocidad limitada a 30 kilómetros. «En su día generó polémica, pero al final, con el paso de los años, nos hemos acostumbrado; la bicicleta ha ganado visibilidad, el conductor la respeta más y eso es un paso fundamental; los cambios en movilidad requieren de tiempo», explica Luis Vélez, concejal responsable del área.

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El documento reconoce que la red de carriles-bici es bastante extensa, pero presenta un problema de «no conexión» entre los diferentes trazados. Así, se recuerda que la malla existente «es fruto de actuaciones puntuales o de oportunidad por la ejecución de proyectos de urbanización y no de actuaciones específicas de construcción de una infraestructura ciclista». Traducido, los viales se han hecho durante años a trozos sin pensar en conformar unos circuitos planificados. Aquí nos cabe, aquí lo hacemos.

Ahí está uno de los virajes que se pretende dar con este plan director. En este momento, hay una gran arteria ciclista al oeste a lo largo de la avenida de Salamanca, que ya se ha conectado con el centro, y se está ejecutando otra en el este a través de Juan Carlos I. Entre ellas sería fundamental cubrir el eje del Paseo de Zorrilla, un proyecto muy comprometido por la escasez de espacio para incluir el tráfico de bicicletas, pero que facilitaría una unión entre el sur y el centro. Los polígonos son otro agujero a cubrir y ya se está trabajando en Argales con la construcción de un primer canal en la avenida de El Norte de Castilla.

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Ahora los avances en estos viales se siguen planificando según las necesidades y el espacio disponible. Los últimos recorridos aprobados los llevan hasta Fuente Berrocal, Parquesol (discurrirá por la zona central verde del barrio, desde el parque del Mediodía hasta el hotel Tryp Sofía, en Hernando de Acuña) y la calle Páramo de San Isidro. En total, la inversión alcanza los 498.000 euros. En cuestión están los dos últimos tramos puestos en servicio, el de Isabel la Católica, que en el recorrido entre Poniente y el puente que lleva a la Cúpula del Milenio se desplazará hacia la acera por los atascos que está generando haber dejado un solo carril para coches, y el de avenida de Gijón, que la oposición rechaza, pero que Movilidad defiende por favorecer la unión con el centro Cristo Rey y hasta el cementerio de Las Contiendas.

Otro de los objetivos será homogeneizar la señalización de la red, ya que ahora reina una anarquía en los diseños de la misma, especialmente en los carriles exclusivos. En algunos casos son difíciles de identificar y se dibujan con diferentes texturas, materiales y tonalidades, además de que hay separaciones con el tráfico a motor o peatones muy diversas. También es importante que la conexión de los tramos de carriles-bici que crucen una calle dispongan de un paso señalizado para las bicicletas, pues son utilizados por ambos modos con la inseguridad que ello genera, según se recoge el documento.

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Por otro lado, existen intersecciones con baja visibilidad del carril bici, de modo que los conductores que se incorporan a una vía en un giro no se percatan del cruce de los ciclistas. Este tipo de circunstancias son las que se pretenden corregir con este contrato. «Ya se han realizado muchas mejoras en varios puntos», acota el concejal, quien reconoce que ahora se trata de dar un paso más allá y afrontar una visión global de la movilidad ciclista.

La empresa adjudicataria deberá realizar un trabajo de campo intenso con encuestas a los usuarios, recogida de sugerencias, análisis de la red, propuestas de conexión de la malla o medidas de concienciación para la convivencia del tráfico ciclista con el resto de formas de desplazamiento en Valladolid.

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«Los ciclistas hemos dejado de ser un elemento hostil, el uso de la bici se está normalizando»

La Asamblea Ciclista de Valladolid considera «lógico» planificar la red con una visión global que ayude a tejer una malla operativa para circular con este medio de transporte. «Nos parece una buena iniciativa acabar con los tramos inconexos o que el diseño de los carriles sea uniforme y seguro», explica Marcelo Jorge Jolín.

Usuario cada día de la bicicleta, el portavoz de la entidad destaca que la convivencia de las dos ruedas con el resto de medios de transporte «ha mejorado» considerablemente en los últimos años. «Hemos dejado de ser un elemento hostil, unos recién llegados, la bici se está normalizando, aunque aún queda mucho por hacer, incluso por parte de los propios ciclistas», matiza este habitual del pedal. A su juicio, la planificación debe hacerse también «desde un punto de vista metropolitano» para que realmente los ciclistas urbanos puedan cubrir los desplazamientos entre la capital y las localides de su cinturón más cercano de manera segura. Aboga porque las instituciones impulsen campañas de uso para que los ciudadanos vean el tráfico de bicis como algo normal y no excepcional.

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