«En Valladolid el campo está a rebosar de setas»

Este fenómeno se debe a que «en la micología, las típicas tormentas veraniegas juegan un papel fundamental», explica Aurelio García. «Este año, además, la humedad durante la segunda quincena del mes de septiembre y las frecuentes lluvias de octubre han dado lugar a un panorama extraordinario en cuanto a la proliferación de setas».

Específicamente hablando de la provincia de Valladolid, este año ha supuesto una mejoría ante la sucesión de malas temporadas: «Hasta ahora, y hablando concretamente de Valladolid, si un año era malo, el año siguiente era peor», una mala racha que se ha interrumpido de la mejor forma posible: «Nosotros estamos muy contentos en la Asociación Vallisoletana de Micología, ya que ahora sales al campo y hay actividad micológica en cualquier sitio», comparte su asombro Aurelio García. «Este año yo creo que la gente va a poder disfrutar porque el campo está ahora mismo a rebosar de setas».

Por este motivo, no es de extrañar que estén apareciendo ejemplares especialmente grandes en diferentes puntos de Castilla y León. Uno de los casos más reseñables en los últimos días ha sido el boletus pinícola de casi 3 kilogramos encontrado por dos vecinos de Quintana de Rueda (León), quienes avistaron el ejemplar «desde su coche a unos 30 o 40 metros de distancia».

Ante estos casos, Aurelio García afirma que «indudablemente, cuando hay humedad y buena temperatura, la seta tiene prácticamente todo lo que necesita para crecer». Las condiciones durante este año son óptimas y esto deriva en que se puedan encontrar setas de grandes dimensiones con mayor frecuencia que en anteriores ocasiones «ya que las condiciones climáticas les han brindado los nutrientes y la temperatura adecuada». «Si no vienen heladas tempranas, este será un año muy bueno para el níscalo, la seta de cardo y otras muchas especies».

Sin embargo, y a pesar del escenario optimista, García recuerda la máxima que, como cada campaña, desde la Asociación Vallisoletana de Micología difunden de modo especial para los no experimentados: «La seta es un alimento que realmente puede dar placer gastronómico, pero también puede ser tu pasaporte a la sepultura». Por ello, recuerda que, «ante la más mínima duda, jamás se debe comer». Tampoco se debe consumir siguiendo recomendaciones no expertas. Siempre hay que tener en cuenta los criterios proporcionados por profesionales.

Por ello, si algún recolector tuviese dudas con respecto a su cosecha, la Asociación lleva a cabo de forma gratuita cada lunes a partir de las 19:00 horas en el Centro Cívico Zona Sur de Valladolid (Plaza Juan de Austria, 11) sesiones de identificación: «Allí estamos para identificar, revisar e indicar nombres y comestibilidad de lo que la gente ha cogido para poder consumir de forma segura; abierto a todo el público y sin coste», comparte Aurelio.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Vallisoletana de Micología hace un llamamiento al respeto por el medio ambiente: «Cuando se sale al campo no se tiene que notar que hemos estado por allí. Se debe tener el máximo respeto por el medio natural», concluye el experto.

El mundo de las especies micológicas a menudo es difícil de entender. Dependiendo de la climatología podrán abundar algunas especies frente a otras. Según especifica Aurelio García, por ejemplo, en épocas de lluvias abundantes algunas especies aparecen con mucha mayor frecuencia mientras que otras son perjudicadas dada su sensibilidad frente a los excesos de agua: «Estos días podemos observar en el campo cantidades de champiñones nunca vistas». «Sin embargo, realmente este mundo es siempre una sorpresa. A veces las setas surgen cuando y como quieren», comparte con humor el experto.