El Rey Felipe VI pasa revista a las tropas. Alberto Mingueza

Valladolid arropa al Rey Felipe VI en un multitudinario desfile militar

Lleno absoluto en la Acera de Recoletos para ver al monarca durante los actos del 375 aniversario del Regimiento de Farnesio

Jenifer Santarén

Valladolid

Jueves, 7 de marzo 2024, 17:18

No es la primera vez que Rey Felipe VI visita Valladolid, pero si la primera ocasión que lo hace para presidir un desfile militar,algo que ya hicieron sus antepasados, con motivo de los actos de conmemoración del 375 aniversario por el Regimiento de ... Farnesio, la unidad de caballería más antigua de España y una de las más longevas del mundo.

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A pesar del nombre que recibe esta unidad militar, sus integrantes ya no se mueven a caballo, sino en medios más modernos como los tanques y vehículos acorazados dispuestos en la plaza de Colón para la ocasión. Los únicos jinetes desplegados en las inmediaciones del denominado Paseo Central de Campo Grande eran los de la Guardia Real. 60 escoltas a caballo que se han sumado a los más de 200 efectivos de los distintos escuadrones del Regimiento, acompañados también por la banda de música de la División de San Marcial (Burgos).

Aunque los actos no daban comienzo hasta las 11, cuando estaba prevista la llegada del Rey, los primeros asistentes se han congregado desde primera hora de la mañana «para coger sitio» en una cita muy especial para los más cercanos a las Fuerzas Armadas: «Llevamos aquí desde las nueve. Mi tío fue militar durante muchos años y para mí es un día muy importante», asegura Lucía Martín. Algunos han llegado desde diferentes puntos de España: «Venimos para ver a nuestra nieta», anuncian orgullosos los abuelos de una militar, que se desplazan desde Toledo.

Sobre las ocho de la mañana han comenzado también los cortes de tráfico, con el cierre de las plazas de España y de Zorrilla. Dos horas más tarde el cierre se ha extendido hasta Arco de Ladrillo y el paseo de Filipinos. La limitación al paso de vehículos por estas vías no ha provocado incidentes, al registrarse un tráfico escaso «un poco más intenso a primera hora de la mañana», según ha informado la Policía Municipal.

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A partir de las nueve y media de la mañana se han formado las primeras colas para acceder a las gradas, habilitadas para acoger a 125 allegados de los soldados. El resto del público general se ha repartido en las inmediaciones de la Acera de Recoletos, algunos por detrás de los asientos reservados. Otros con más suerte, y más madrugadores, lo han podido ver desde el vallado dispuesto en perpendicular a las gradas, con mejor visibilidad. Es el caso de Diego Martín, vecino de Delicias, cuyo deseo era hacerse una foto con el Rey: «Llevo aquí desde las ocho de la mañana».

En torno a las 10:30 ya estaba todo dispuesto para la llegada del monarca. Los escuadrones del Regimiento formados en la explada del Campo Grande, los Jinetes esperando dispuestos en la Plaza de Zorrilla y los tanques y los acorazados militares en reserva junto al monumento de Colón. 15 minutos más tarde se ha producido la entrada del estandarte del Regimiento de Caballería de Farnesio XII, momento en que se ha escuchado por primera vez el himno nacional y las primeras proclamas de «Viva España» de los lanceros.

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Momentos más tarde ha llegado el alcalde, Jesús Julio Carnero (PP), que junto al presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco (PP), han sido los encargados recibir y acompañar al monarca y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, recibida por algunos sectores del público con abucheos y gritos contra la amnistía. Durante el acto también han estado otros mandatarios, como el delegado del Gobierno en Valladolid, Nicanor Sen, el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, así como algunos procuradores de las Cortes y diputados provinciales.

Pasadas las 11 de la mañana las primeras proclamas de «Viva el Rey» anunciaban la llegada del Monarca a la plaza de Colón, que no se ha dejado ver hasta pasados unos minutos en el Paseo Central de Campo Grande, donde ha pasado revista a los militares. Con las autoridades ya apostadas en un palco improvisado, el regidor ha hecho entrega al Regimiento de una estatua del Conde Ansurez y una réplica de la carta en la que Felipe II nombraba a Valladolid ciudad.

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Homenaje a los soldados caídos

El acto ha proseguido con una lectura del coronel jefe, Pedro Pascual, que no ha querido dejar pasar la oportunidad de dedicar ante el Rey unas palabras a la princesa Leonor. La sucesora al trono lució durante la jura de la Constitución una de las características gorras grises del Regimiento, sembrando en ellos «la lealtad a la heredera». También se dirigió a sus tropas desplegadas en Irak y en Líbano, a quienes ha tenido «muy presentes» y ha querido mandar un «fuerte abrazo».

No ha olvidado el coronel recordar a los soldados caídos en combate, a quienes se ha rendido un sentido homenaje. La interpretación de la marcha militar 'La muerte no es el final', ha sido uno los momentos más emotivos y solemnes del acto, arrancando el aplauso de los invitados que ocupaban las gradas.

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«Yo esto solo lo he visto en las revistas»

Jeni Álvarez

Turista que ha presenciado el desfile

Ya sobre las 11:45 los tropas han roto filas tras escuchar el himno de caballería y algunos mandamientos de la brigada, para volver a formarse en el entorno de Colón. Desde allí ha dado comienzo el desfile final en dirección a la plaza de Zorrilla. La marcha ha estado encabezada por unos 20 vehículos militares de los escuadrones de maniobras. Tras su paso han enfilado las tropas de a pie del Regimiento, acompañadas por la banda musical de San Marcial. En torno a unos 60 Jinetes de la Escolta Real han puesto el broche final a un desfile que ha concluido con el saludo del Rey a los efectivos. Tras ello las tropas se han retirado a la Academia Militar, donde estaba previsto un vino español a puerta cerrada.

Ya sin presencia de militares muchas personas no han querido marcharse sin una hacerse una foto en el palco que han ocupado el monarca, la ministra y los mandatarios locales. «Esto es para el recuerdo», cuenta Juan Carlos Soba mientras posa sentado en la silla de Felipe VI. «Otra, otra», pide Jeni Álvarez, salvadoreña de visita en Valladolid, que se ha encontrado con la sorpresa: «Yo esto solo lo he visto en las revistas».

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El último en abandonar Campo Grande ha sido el personal militar encargado de la logística, que han procedido a retirar el vallado nada más acabar el acto para poder reanudar el paso de vehículos por la zona. Sobre la una de la tarde la circulación ya estaba prácticamente normalizada, con la apertura media hora antes de Acera de Recoletos, plaza de España y calle Miguel Íscar.

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